Pepe el Barqueru, pescador y piragüista, ganador del Sella en K-2. Pertenece a la saga de los Barqueros, legendarios pescadores de salmón en el Sella, sacó dos veces el campanu y dicen que se ha cobrado más de un millar de salmones. El río es su vida. Junto a Juan Manuel Feliz, actual presidente del Comité Organizador del Descenso Internacional del Sella, ganó en la modalidad de K-2 en 1968.

"De aquella vivíemos en Fuentes y, como nun había puente pa cruzar el Sella, mi güelu tenía una barca pa pasar la gente al otro lado del ríu. Luego pusieron un puente y desapareció la barca pero el nombre quedó, por eso me llaman Pepe el Barqueru. De mi guelu quedó a mi padre y luego a nosotros. Soy José Gutiérrez Soto, tengo 80 años. Ahora vivo en Arriondas, jubileme. Pero trabajé en el areneru de Fuentes tola vida".

"Cuando tenía once años o así, empecé a ir a pescar con mi padre, que era mutiláu de guerra. Cobraba una paga curiosa, hacía cosuques por casa y eso. También iba a pescar con nosotros. Luego empezó a salir con nosotros el mi hermanu Javier, más pequeñu que yo. Ya murió. Éramos dos hermanos y una hermana, pero ella no pescaba. De aquella sacábemos salmón, claro. Y ya eran pesetes, valíen más que hoy. Hacia 1959 y del 60 p’arriba, un salmón valía de aquella cinco mil pesetes, que no les ganabes trabajando en un mes. Eran salmones de ocho, nueve, diez kilos y once. Con un salmón arreglabes el sueldu del mes completu. Había un comprador que se llamaba Emilio Pando, de Arriondas, los vendíamos todos a él. Cogíalos todos y los mandaba pa Madrid y pa Bilbao".

"Yo saqué salmones de diez y once kilos, pero el mi hermanu llegó a sacar un salmón de 14 kilos, que era más altu que él. Tenía doce años cuando lu sacó. Un salmón como un burro de grande era. Acuérdome yo de eso. Me cagoenla, aquí haz muchu que ni se ve unu así. En el Narcea, no; pero aquí en el Sella, muchu tiempu".

"¿Sabes lo que nos pasa en el Sella? Aquí nos falta agua. Bajó el río muchísimo. Eso es lo que nos está pasando ahora, en estos momentos. La cosa del agua está poniéndose muy fea aquí. Falta agua. No hay nieve o algo pasa. Nosotros, por ejemplo, pa cruzar el río caminando con les vaques y el carro, que teníemos en Triongu praos y había que pasar la hierba pal pueblu, había que esperar a últimos de agosto. Y ahora ya pasas en mayu, ya casi lo pasas hasta descalzu. Hay mucha diferencia, muchísima. Sí que hay cambiu climáticu, claro que hay".

"Y salmones, hay muchos menos salmones. Si los pescan por la mar o por ahí, no sé. Pero hay menos. Hay algún salmón todavía por ahí, po’l ríu, de ocho o nueve kilos de esos buenos. Pero aquellos de catorce kilos, no. Hay que repoblar más, hay que ayudar a los salmones a criar aquí. Ahora vienen eres riades en febrero y llevan toda la hueva que desovaron los salmones y esos salmones ya no nacen. Antes desovaban cien mil y era diferente totalmente. Hay que ayudar a los salmones a salir p’alante".

"Ahora salen cuarenta y picu salmones, o cincuenta al añu y se ajunten cuatro amigos y nos apuntamos a comer un salmón y, si no, pal congelador. Ahora no merez la pena ni vendelos. Cuando hacíen falta les pesetes, sí merecía la pena. Antes era la de Dios pescar un salmón buenu. Ahora no haz tanta falta, ahora vívese muchu mejor que antes. Eso sí, yo sigo yendo a pescar, la afición no la perdí. Aunque no pique el salmón, por lo menos vamos allá".

"Ahora el ciclo cambió. Antes eran salmones y ahora son canoes (de turismo activo). Oye, hay mucha juventud trabajando con esa gente, eh. Y está dando tolos días un sueldín, que vale. Yo eso no lo critico. Yo no porque no. Les canoes dan mucha vida al pueblu, eh".

"A la piragua empecé porque remaba el mi hermanu Javier y cuando vine yo de la mili empezó aquí un de Arriondas, Emilio Llamedo, diciendo: coño vamos a empezar a remar. Y púseme a remar con él y empecemos a ganar algunes carreres. Luego empecé con Feliz (Juan Manuel Feliz, actual presidente del Comité Organizador del Descenso Internacional del Sella), que fue cuando empezamos a ganar de verdad. Tenemos cuatro o cinco victories en cada río en Asturias. Ganamos el Narcea seis o siete veces… El alto Sella también… Luego en 1968 ganamos el Sella. Con aquelles piragües había que empujar; había que empujar algo, sí. Haz dos años, en el cincuenta aniversario, bajamos todavía los dos remando hasta abaju. En el ríu bien, bien. Pero después ya levántate de la piragua ya ti cuesta más trabaju. Ahora ye diferente".

"Hasta haz dos años aún remaba. Estaba activu todo el tiempo: a remar, al salmón y a cazar. Pero ahora no salgo en piragua. Tuve un accidente, fastidié cinco costilles y tuvi que parar un poco. Andábemos cogiendo manzana, resbalé de la escalera, caí de un manzanu abaju y rompí cinco costilles. Pero toi bien, toi bien, no siendo el accidente esi que pasó, nada. Ya estamos bien. A la caza sigo saliendo".

"Tengo fíos y nietos ya. Tengo dos hijos y cuatro nietos. Una neña y los demás nietos. Hay unu que anda en piragua también y esi va a pescar. Se llama José Gutiérrez, como yo. Tien una afición de la leche, tien 16 años. Esi ye un pescador bueno, va a ser de los buenos buenos. Y piragüista, pero pa eso hay que sudar más".