Lydia Martínez Hevia, asesora empresarial de 51 años, que regenta la asesoría Ofitrad en Colombres, es parte muy activa de la sociedad de un concejo con un alto nivel de asociacionismo. Fue una de las promotoras de la candidatura al Pueblo Ejemplar a Colombres, concedido en 2015.

Lydia Martínez Hevia regenta desde hace 32 años una asesoría en Colombres. Fue una de la promotoras de la candidatura de la villa de Ribadedeva al premio al "Pueblo Ejemplar" de la Fundación Princesa. Habla con entusiasmo y amor sobre el lugar donde nació:

"La crisis de 2008 llegó y se lo llevó todo por delante. Pero en Ribadedeva, en ese medio tiempo, tuvimos la suerte de que se estaba construyendo la autovía, que generó muchos puestos de trabajo de aquí y durante bastante tiempo permitió arraigar a la gente aquí. Aunque cuando terminó la obra esos empleos desaparecieron, la autovía también nos acerca a las ciudades –Oviedo, Gijón, Santander– y eso permite que la gente pueda irse a buscarse un medio económico lejos de aquí y a la vez mantener su vivienda en el concejo, sin abandonar el tipo de vida que nos gusta tener, que es un privilegio".

La broma infinita. "Desde que abrió la autovía, la vida nos cambió un mil por cien. Eso sí, durante la construcción, era para morirte. Los de aquí no podíamos vivir, no había forma de incorporarte a la carretera nacional de los atascos bestiales que había. Este fue el último tramo que se abrió de toda la Autovía del Cantábrica. Ahora mismo el año exacto no te lo podría decir, pero sí te puedo decir que se abrió el día de los Santos Inocentes y que vino el señor Rajoy a inaugurarlo. Muy simpático, muy grandioso aquello. Pero aquí decían que había sido una inocentada porque aquella noche, después de la inauguración, tuvieron que entrar otra vez las máquinas a trabajar".

(La memoria popular es engañosa pero, a la vez, certera al captar la esencia de las cosas. No fue el día 28, festividad de los Santos Inocentes, sino el 30 de diciembre de 2014. Pero había razones para pensar que era otra broma de los políticos. Rajoy inauguraba el último tramo de toda la Autovía del Cantábrico, el eje norteño que se había empezado a construir nade menos que 45 años antes. A Ribadedeva llegaba por fin "sólo" con 20 años de retraso sobre el primer plazo de apertura anunciado. Sí, había sido una broma infinita)

En el mapa. "Tras la llegada de la autovía nos concedieron a Colombres el premio al Pueblo Ejemplar en 2015. Y el premio más grande que tuvimos fue ponernos en el mapa. Fue un antes y un después. Vino con un regalo para nosotros muy grande. Desde entonces Colombres existe, Ribadedeva existe, Noriega existe, la cueva del Pindal existe…. La gente alucinaba: ¿pero que tenéis una cueva prehistórica que se puede visitar? ¡Sí! Y alucinaban porque ahora mismo, ¿cuántas quedan visitables? Tenemos aquí cosas preciosas que ver, pero estábamos totalmente ocultos entre San Vicente de la Barquera y Llanes. Quedábamos aquí escondidos".

Lydia Martínez Hevia en en los jardines del Archivo de Indianos de Colombres. Julián Rus

La sombra de Llanes. "Llanes nos perjudica y nos beneficia. Nos beneficia porque la gente llega hasta Llanes y de Llanes pueden llegar a conocer Ridadedeva. Pero desde luego es una gran sombra. Es el día de hoy aún que nos repatea muchísimo cuando llamas a Oviedo a la consejería y dices que eres de Colombres. Te dicen: ¿Dónde queda Colombres? Pues un poco más allá de Llanes, dices. Es el municipio que roza con Cantabria, y te dice ¿pero no acaba Asturias en Llanes? Pues no, mira, no".

La huella indiana. "Antes del Pueblo Ejemplar, la primera bandera que se levantó en Ribadedeva llegó con la apertura de la Fundación Archivo de Indianos (1987). Fue lo primero que nos colocó en el mapa. Y sonó más incluso fuera de España antes que dentro. Colombres era casi más conocido en México, en Venezuela o en Cuba… El Archivo de Indianos enseguida se exportó y se supo exportar muy bien. Aparte de la actividad como museo tiene otra, la real y quizá la que menos se conoce, que es mantener ese vínculo con los emigrantes. Yo he visto a un señor llegar y asomarse a una de las maletas que allí se exponen y saltársele las lágrimas porque dentro de esa maleta había un pasaporte y otros documentos de su tatarabuelo. Recuerdo cuando abrieron una sala nueva dedicaba a México y una señora con la que íbamos se nos puso malísima cuando vio la maqueta del barco en el que ella había ido. Allí había pasado 52 días en su vida, te contaba la historia y se te ponían los pelos de punta. Es muchísimo más que un museo. Cuando los emigrantes van por allí, si quieres escucharlos, te cuentan una y mil historias".

"Nuestros indianos siguen viviendo año a año a Colombres, sigue echando una mano en las fiestas, por ejemplo. La Feria Indiana les encanta. Te puedo decir que todos en casa tenemos trajes de México o Venezuela traídos de allí por esta gente. Cuando ganamos el premio al ‘Pueblo Ejemplar’ lo explicamos: la huella indiana no era tanto la de las piedras, las casas, los lavaderos. La huella Indiana era más el carácter de la gente. Y eso es algo que, de alguna manera, puede explicar el gran asociacionismo que hay aquí en Colombres. En aquellos años, para que un niño de 14 o 16 años pudiera hacer ese viaje en barco a América, pues igual los padres vendían una vaquina y el resto de los vecinos les daban leche a esos padres que se habían desprendido a lo mejor de la única vaca que tenían en casa. Todos sabían que si a ese crío le iba bien al final iba a ayudarlos a todos. Y al hablar de huella indiana hablamos de que aquí la gente no se asusta y tiran todos para adelante".

Trabajo y unión. "No llegamos a dos mil habitantes, pero somos gente poco conformista. ¿Cómo se consiguen las cosas? A base de trabajo. ¿Queremos tener una coral? Pues nos reunimos y tenemos una coral bastante curiosina. ¿Que hay que jugar a los bolos que estamos aquí en el rinconín de Asturias y parece que no nos van estas cosas? Pues sí. Hay tres peñas. Aquí no tenemos un teatro Campoamor al que poder ir a ver un sábado una obra de teatro. Bueno, pero hay gente que le gusta hacer teatro y puede resultar bonito. ¿Y por qué no nos vamos a organizar y montamos un grupo? No hay dinero para contratar a un gran profesional, pero siempre hay monitores cerca que puedes llegar a traer y hacer cosas. Casi todos estamos implicados en tres cuatro o cinco asociaciones tenemos más de 30 asociaciones trabajando ahora mismo y eso es lo que mueve la vida del pueblo y del concejo".

¿La economía? "Tenemos algo de ganadería y queda muy poca pesca, ahí van peleando, aguantando. Muy fastidiado lo tienen. Muy mal porque se está estrangulando, esa es la palabra. Ahora mismo la construcción se sostiene. Vamos a dejarlo ahí. Pero hay un atasco enorme, que eso es algo que no se cuenta, un atasco terrible a nivel burocrático con las obras. El turismo aquí siempre fue una forma de turismo estable, tranquilo. Es la gente que tiene segunda residencia. Los hosteleros ya lo tienen controlado muy bien. Que hay puente en Madrid pues ya sabemos que tenemos el pueblo hasta arriba, saben cuáles son la épocas fuertes de trabajo y las hay. Creo que el futuro del concejo también pasa por fomentar y potenciar el turismo. Podemos vender la cercanía a todo lo grande desde lo pequeño, aquí hay una absoluta tranquilidad y a la vez miles de rincones que ver y que disfrutar".

Asturianos nacidos en Cantabria. "Nuestra salida natural ha sido siempre Cantabria y lo seguirá siendo, aquí para todo vamos a Cantabria. Es lógico, lo tenemos cerquísima. Qué quieres que te diga, llegar a Arriondas es una hora, el hospital de Arriondas nos queda lejísimo. Hay un convenio con el hospital de Sierrallana (Torrelavega). Aquí siempre nos reímos muchísimo que hay mucho chaval que nació en el taxi camino de Oviedo por las madres que se empeñaban en querer parir en Asturias y no llegaban, claro. En realidad, el 90 por ciento nacieron en Torrelavega o en Santander. O sea, son cántabros pero no. El primer agua se lo hacemos tomar aquí en Asturias, por si acaso·".

La importancia de los servicios públicos. "Los pueblos de Ribadedeva se están quedando sin gente. Dentro de diez años van a quedar en pie cinco pueblos si hay suerte. La gente mayor se está trasladando aquí a Colombres. Frenar la despoblación es complicadísimo porque no ayudan nada desde las altas instancias a que los pueblos se mantenga. Nosotros podemos hacer a nivel de emprendedores, pero los servicios que nos los tienen que brindar desde la administración. Por ejemplo, el tema de asistencia médica primaria es lamentable cómo está la situación aquí. Tenemos un problema básico. Yo hace años estuve en la mesa de Sanidad y nos quitan un médico por Real Decreto y nos dicen que para menos de 1.000 cartillas un médico es suficiente. Solo tenemos un médico y no tenemos urgencias. Las urgencias dependen de Peñamellera Baja, que las tiene por ser área especial de montaña. Pero es que no entienden bien nuestra realidad, que Ribadedeva tiene una población muy envejecida. Los médicos que mandan vienen contentísimos porque creen que puede ser una bicoca tener 700 y pico cartillas, pero luego descubren que es una población que casi necesita médico todos los días. El que es consciente y quiere tirar del carro de verdad y hace su trabajo, revienta. Se acaban agotando y se van. Ese es el problema que veo para el futuro de Ribadedeva, en lo demás seguiríamos hacia delante igual que en estos últimos años pero, claro, tenemos que tener unos mínimos de garantía de calidad de vida".