María Jesús "Tatús" Gil. Historiadora. Forma parte esencial de la Asociación Navegantes, que pese a su pequeño tamaño está haciendo una proeza: un archivo digital de acceso libre con más de 12.300 referencias personalizadas de emigrantes asturianos y cántabros a América entre el siglo XIX y los primeros años del XX.

"Yo nací en Alles porque mi padre, Gregorio Gil, era el médico de Peñamellera Alta, aunque él procedía de Valladolid y mi madre de Madrid. Hice Historia en Oviedo y de ahí me fui a Madrid. Empecé a trabajar en televisión. Montamos una productora de documentales, hacíamos muchas cosas para ‘Documentos TV’, con Pedro Erquicia, que abría esa ventanita para los documentales hechos en España. Yo tengo ahora 61 años y en aquellos tiempos debía de tener 28, 29, 30… Ahora no volvería a Madrid, al barullo. Volví porque mi padre estaba muy enfermo y muy mayor, de hecho murió a los pocos años. Yo podía estar aquí tranquilamente, así que decidí darle otro giro a la vida y me vine. Estoy muy bien en Colombres. Nada arrepentida, eh".

"Así que regresé a la tierruca y aquí me impliqué en la Asociación Navegantes, que nació con el apoyo del ayuntamiento de Ribadedeva, que sabes que es un concejo muy ligado a la emigración. Estamos haciendo un censo de emigrantes de Asturias y Cantabria desde el siglo XIX hasta los años treinta del siglo XX. Ahora estamos muy contentos porque el pasado 14 de febrero la Subdirección General de Archivos Estatales nos ha incluido en el Portal de Movimientos Migratorios, que tiene por objeto facilitar el acceso a los fondos documentales relativos a la emigración española a Iberoamérica. Para nosotros, que somos tan pequeñitos pero que hacemos muchas cosas, es importantísimo porque estamos ahí al lado del Archivo de la Emigración Gallega, de la Fundación Archivo de Indianos de aquí de Colombres o del Museu del Pueblo D’Asturies".

Tatús Gil, detrás de la escultura dedicada a los emigrantes obra de Ramón Alzola, situada ante el Archivo de Indianos de Colombres. Julián Rus

"Ya superamos los 12.300 registros, abrimos una ficha por cada emigrante y en ella colgamos todos los documentos, datos y referencias. Somos un archivo con vocación de servicio público. Toda la documentación está abierta en un golpe de click".

"Somos dos o tres personas, depende del tiempo que tenga cada uno también. Yo me encargo de la base de datos, de actualizar y catalogar. La presidenta de la asociación se llama Ana Soberón, ella tiene la doble nacionalidad mexicana y española y toda su familia ha sido migrante en México. Con ella vamos a los archivos, rescatamos, escaneamos, hacemos todo este trabajo previo, pero extraordinario, que no se ve".

"Nos escribe mucha gente, fundamentalmente porque hay personas interesadas en construir sus árboles genealógicos o para favorecer la petición de la ciudadanía española".

"A mí esta tarea me está asombrando y estoy descubriendo facetas que desconocía. Eran auténticas epopeyas. Descubres, por ejemplo, la cantidad de niños de 13, 14, 15 años que se iban, estamos hablando de 1850, que se subían en bergantines, fragatas de vela con pequeños motores, para hacer auténticas travesías. O la labor que hicieron los emigrantes, por ejemplo en Cuba, con la creación de hospitales, de asociaciones, de no olvidar nunca esto, de hacer casi una réplica de Asturias. Es impresionante. Te das cuenta de que estos de los movimientos migratorios no parará jamás. Nadie está a salvo de eso. En todas las épocas los tenemos ahí, por necesidad pura y dura. Si no es por eso nadie deja atrás su familia, su vida, su casa".

Tatús Gil Julián Rus

"Y realmente te das cuenta que son muy poquitos los que regresaban triunfando. Unos montaron sus negocios y triunfaron, pero otros no, fracasaron y no regresaron. Había ese miedo a volver con los bolsillos vacíos. Era muy difícil regresar fracasado después de que, a lo mejor, la familia hubiera vendido una tierra o varias, o ganado, para juntar este dinero para el barco. El fracaso era muy complicado admitirlo"

( A los pocos días de la entrevista llega un email de Tatús. Que dice: "Eduardo, en el archivo va la carta del emigrante que pide al consulado ayuda para regresar a su tierra natal. No sabemos de dónde es este hombre pero sí que es un ejemplo de aquellos que regresan sin nada en los bolsillos. El sueño de América, donde todo aquel que trabajase podía hacerse rico, no funcionó para ellos. El fracaso no sólo le avergonzaba a él, afectaba a toda su familia. No se regresaba así y, si se hacía, no se contaba. Es el regreso de los emigrantes de ‘la maleta al agua’". La carta en archivo adjunto, escrita l 8 de Julio de 1922, en San Luis Potosí (México), dirigida al cónsul español en Veracruz y firmada por un tal José Gil dice: “Soy un español que llevo en la república 32 años. He perdido en tres veces distintas mi pequeña fortuna. Dos por catástrofes y una por la revolución. Desde hace dos años estoy pasando por una situación bastante apremiante y deseo regresar a mi tierra natal y me faltan los recursos necesarios para ello”).