Un ejemplo del que hay que aprender

Santo Adriano es, junto a Cabranes, la demostración de que el medio rural asturiano no está condenado a la extinción. En este concejo de los Valles del Trubia, lo mismo que en el otro de la Comarca de la Sidra, se está registrando, sobre todo a partir de la Gran Recesión de 2008, la llegada de nuevos pobladores que están diversificando el tejido social y económico, y aportando una nueva esperanza a un territorio que en los años 90 parecía condenado a vaciarse. A partir de 2009, Santo Adriano, el cuarto municipio menos poblado de Asturias, dejó de perder habitantes y ahora acoge un "ecosistema" de asociaciones, empresas y gentes del que se puede aprender mucho para encontrar un nuevo futuro para las aldeas.