Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

La advertencia de la pediatra ovetense más famosa de España: el trastorno infantil por consumo de alcohol en el embarazo

«Hasta un niño en cada aula puede tener un trastorno por alcohol en el embarazo»

«No existe una cantidad segura de alcohol que pueda consumirse durante el embarazo»

«Los efectos pueden incluir problemas de aprendizaje y emocionales o hiperactividad"

Lucía Galán

Lucía Galán

Beatriz Rico

La ovetense Lucia Galán, conocida como «Lucia mi pediatra», residente en Alicante, se ha convertido en un referente internacional tanto en su profesión como en la divulgación de la salud pública.

-Uno de los últimos vídeos que ha lanzado en redes sociales ha tenido millones de visualizaciones. Este es, además, un tema que desarrollas en tu último libro «Los virus no entran por los pies». ¿Podría explicar qué es exactamente el Trastorno del Espectro Alcohólico Fetal (TEAF)?

-El TEAF es un grupo de condiciones que pueden ocurrir en una persona cuya madre consumió alcohol durante el embarazo. Estas condiciones pueden incluir problemas físicos (cardiacos, renales, neurológicos) dificultades de comportamiento, conducta y aprendizaje, problemas de memoria y autocontrol y discapacidad intelectual. Tenga en cuenta que el consumo de alcohol en el embarazo es la causa prevenible más frecuente de discapacidad intelectual en el mundo. El alcohol afecta al desarrollo del cerebro y otros órganos del bebé lo que puede resultar en una amplia gama de síntomas, que van desde leves a graves, irreversibles y permanentes.

-¿Qué cantidad de alcohol es considerada segura durante el embarazo para evitar este trastorno?

-Ninguna. No existe una cantidad segura de alcohol que pueda consumirse durante el embarazo. Las guías de salud pública y organizaciones médicas como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Asociación Española de Pediatría, la Academia Americana de Pediatría entre otras, recomiendan evitar completamente el alcohol durante el embarazo para prevenir el TEAF, ya que cualquier consumo puede aumentar el riesgo. Incluidas las recetas que llevan alcohol; como explico y desarrollo en «Los virus no entran por los pies», los estudios son contundentes: el alcohol no se evapora al 100 % al cocinar, aún llevándolo a ebullición durante horas, se encuentran hasta un 20-30 % de alcohol y como ya hemos dejado claro, cualquier cantidad de alcohol en el embarazo puede resultar peligroso.

-¿Cuáles son los principales signos y síntomas que los pediatras buscan para diagnosticar un caso de TEAF?

-Los signos y síntomas del TEAF pueden incluir una combinación de características faciales anormales (como un surco nasal poco profundo, labio superior fino, y ojos pequeños), problemas de crecimiento (bajo peso al nacer y problemas de desarrollo), y problemas del sistema nervioso central y del neurodesarrollo (déficits cognitivos, discapacidad intelectual, dificultades de aprendizaje, de memoria, trastornos del comportamiento) y aumento de forma importante del riesgo de cometer actos delictivos en la adolescencia y vida adulta debido a su impulsividad y disminución de su capacidad de juicio. No hay una prueba médica definitiva para el diagnóstico; se basa en la historia clínica y la evaluación de síntomas físicos y cognitivos.

-¿Cuáles son los efectos a largo plazo en los niños que nacen con este trastorno?

-Los efectos a largo plazo del TEAF pueden incluir problemas de aprendizaje, déficit de atención, hiperactividad, dificultades con la memoria y la resolución de problemas, problemas de comportamiento y emocionales, y dificultades en la vida diaria. Estos problemas tienden a persistir en la vida adulta, afectando la educación, el empleo y las relaciones sociales.

-¿Qué tipo de intervenciones o tratamientos están disponibles para los niños con TEAF?

-No existe una cura para el TEAF, pero las intervenciones tempranas pueden mejorar mucho los resultados. Los tratamientos pueden incluir terapias conductuales, apoyo educativo, programas de intervención temprana, servicios de salud mental y, en algunos casos, medicamentos para manejar síntomas específicos como el déficit de atención o problemas de comportamiento. Es muy importante la derivación precoz a unidades de atención temprana y a Neuropediatría en cuanto sabemos que hubo consumo de alcohol durante el embarazo. La intervención precoz en estos niños es determinante en su futuro desarrollo y en el bienestar físico y mental de estos niños y de sus familias.

-¿Es un trastorno común en la población, actualmente?

-Es más común de lo que se suele pensar, pero a menudo está subdiagnosticado. Se estima que entre 2 y 5 de cada 100 niños nacen con alguna forma de TEAF, aunque estas cifras pueden variar según la población y la metodología del estudio. En niños adoptados de países del este la incidencia es del 50 % de los niños debido al alto consumo de alcohol en las embarazadas. Recientemente la Asociación Española de Pediatría publicaba el dato de «un niño en cada aula» y es que así es: hasta un niño por cada clase puede sufrir un TEAF, un auténtico problema de salud pública que precisa de toda nuestra difusión.

-¿Considera que falta información sobre este trastorno y que las redes sociales juegan un papel crucial para darlo a conocer?

-Sí, a pesar de su prevalencia, hay una falta significativa de conocimiento y concienciación sobre el TEAF. Las redes sociales y en mi caso también la divulgación en mis libros, juegan un papel crucial en la difusión de información precisa, desmitificación de conceptos erróneos y apoyo a la prevención mediante campañas educativas.

-¿Existen factores de riesgo que aumenten la probabilidad de que un niño desarrolle TEAF, además del consumo de alcohol?

-El principal factor de riesgo es el consumo de alcohol durante el embarazo. Sin embargo, otros factores como la nutrición deficiente de la madre, falta de acceso a atención prenatal y el uso de otras sustancias pueden agravar los efectos del alcohol en el feto.

-¿Cuál es la diferencia entre TEAF y otras condiciones de desarrollo, como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)?

-Aunque el TEAF y el TDAH comparten algunos síntomas, como problemas de atención y comportamiento impulsivo, el TEAF incluye una gama más amplia de afectaciones que podrían incluir anomalías físicas, cardiacas, renales, déficits cognitivos y cerebrales específicos, trastorno de conducta... debido al daño directo al cerebro por el alcohol durante el desarrollo prenatal.

-¿Cómo afecta el TEAF a las habilidades sociales y emocionales del niño a medida que crece?

-Los niños con TEAF suelen tener dificultades con las habilidades sociales, como interpretar señales sociales y establecer amistades. Pueden tener problemas de autorregulación emocional, lo que lleva a comportamientos desafiantes, problemas de adaptabilidad y, en la adolescencia, un mayor riesgo de problemas de salud mental y actos violentos o delictivos.

-¿Cuál es la expectativa de vida de un niño con este trastorno y cómo cambia su calidad de vida con intervenciones tempranas?

-La expectativa de vida no está necesariamente reducida por el TEAF en sí, pero las complicaciones asociadas, como problemas de salud mental, conductas de riesgo y dificultades para la autosuficiencia, pueden influir negativamente. Las intervenciones tempranas mejoran significativamente la calidad de vida, ayudando a los afectados a desarrollar habilidades que les permitan funcionar mucho mejor en su entorno.

TEMAS

  • Talento exterior
Tracking Pixel Contents