Rendidos al Desarme en Buenos Aires: los jóvenes que lo comieron por primera vez y las peticiones para repetir

El menú del Desarme saltó el Atlántico para llenar Buenos Aires de aromas a garbanzos con bacalao y espinacas, callos y arroz con leche. Ocurrió este domingo, con casi un mes de margen respecto a la fecha oficial de la fiesta gastronómica ovetense –el 19 de octubre–, pero a lo grande, con la mesa puesta para cuatrocientos comensales en el Centro Asturiano de la capital argentina. El almuerzo multitudinario, la primera experiencia ultramarina institucionalizada del festejo, materializó una iniciativa de la Cofradía del Desarme y la Federación Internacional de Centros Asturianos (FICA), con el apoyo del Gobierno del Principado y el Ayuntamiento de Oviedo, y envió como "embajadores" a cuatro cocineros que iniciaron los preparativos el viernes, primero los callos y a continuación los garbanzos y el arroz. Todos los ingredientes del menú eran argentinos salvo uno, el pimentón, el que más fácilmente se podía transportar y el único que ha viajado desde Asturias. En las cocinas del Campo Covadonga, en el distrito bonaerense de Vicente López, entraron treinta kilos de garbanzos, quince de bacalao y diez de espinacas, 120 kilos de callada de vaca, quince de jamón o diez kilos de arroz y ochenta litros de leche, entre otros ingredientes.

Miguel de Dios, cofrade mayor del Desarme y propietario del restaurante "El bodegón de Teatinos", compartió los fogones con Miguel Álvarez, del restaurante "Doña Concha", y Mari Fernández y José Luis Suárez, de "El Fartuquín". De la expedición asturiana también forman parte el secretario de la Cofradía, Manuel Junco, y el presidente de la FICA, Manuel de Barros. En los actos participaron además la directora general de Emigración y Políticas de Retorno del Principado, Olaya Gómez Romano, y la presidenta del Consejo de Comunidades Asturianas, María Antonia Fernández Felgueroso, que están de viaje en Argentina y Uruguay desde el pasado lunes.

Tras las intervenciones de Pilar Simón, presidenta del Centro Asturiano de Buenos Aires, de Miguel de Dios y Olaya Gómez Romano, se proyectó un vídeo con los porqués del Desarme como fiesta gastronómica, se leyó una carta remitida por el alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, se cantó el "Asturias, patria querida" y el himno del Desarme y "hubo quien repitió hasta dos veces de cada plato", destaca De Dios, complacido al comprobar cómo muchos jóvenes argentinos degustaban el menú por primera vez. Después de una jornada en la que destiló más asturianía el Centro Asturiano de Buenos Aires "que muchos locales en Asturias", el cofrade mayor recibió proposiciones para ampliar en los próximos años la iniciativa a otros países.

Olaya Gómez Romano destacó también " la gran acogida" de un proyecto que "enmarcamos dentro del compromiso de realizar acciones promocionales de Asturias con los Centros Asturianos. La gastronomía es un elemento fundamental de nuestra cultura, una forma de generar dinamismo en los centros y un puente para acercar a los emigrantes asturianos a su origen", concluyó.

La comida de ayer institucionaliza la internacionalización del Desarme, que desde hace algunos años se sirve en su semana de celebración tradicional, la del 19 de octubre, en prácticamente todos los centros asturianos del mundo, pero que en esta ocasión ha echado el resto en una fiesta que ha querido ser también un punto de encuentro para una parte de la colonia asturiana en Sudamérica. Este sábado, de hecho, se celebró un encuentro de la FICA, la representación del Gobierno del Principado y las juntas directivas de los centros en Argentina y Uruguay –los de Buenos Aires, Santa Fe, Rosario, Lanús, Comodoro Ribadavia, Mar del Plata, Tinetense, Cangas del Narcea y Montevideo– que culminó, en singular intercambio gastronómico, con la degustación de un típico asado argentino.