El hombre del tiempo de los agricultores alemanes es ovetense: "Les ayudo a tomar decisiones en base a datos científicos"

"Como investigador del departamento de agrometeorología, lo más gratificante es poner al servicio de los agricultores productos que les ayudan a tomar decisiones basadas en datos científicos"

Rafael Posada, con su esposa, Alina Hassan, y sus hijos, Carlos y Pablo, en Berlín.

Rafael Posada, con su esposa, Alina Hassan, y sus hijos, Carlos y Pablo, en Berlín. / LNE

Tino Pertierra

Tino Pertierra

Rafael Posada (Alemania)

Rafael Posada (Oviedo, 1986) trabaja en el servicio meteorológico alemán (Deutscher Wetterdienst, DWD). Actualmente es investigador en el departamento de agrometeorología, del que se hará cargo como director a partir de abril. Un área que se encarga de poner al servicio de los agricultores nuevos productos agrometeorológicos que son relevantes para su actividad, como, por ejemplo, el pronóstico del tiempo en su área de cultivo, la humedad del suelo o la probabilidad de que las plantas sean vulnerables a un parásito debido a las condiciones climatológicas. Vive a 20 kilómetros de Fráncfort.

El ovetense Rafael Posada es investigador en el departamento de agrometeorología, del servicio meteorológico alemán (la Aemet de allí, para entendernos), del que se hará cargo en abril como director. Es gratificante "poner al servicio de los agricultores productos que tienen un impacto directo en su trabajo y los ayudan a tomar decisiones basadas en datos científicos". Lo peor es, en ocasiones, "el largo proceso que hay detrás de un nuevo producto, desde que se desarrolla hasta que se pone al servicio del público".

Siempre quiso dedicarse al "tiempo" desde que era un crío. "Ya de pequeño, con 6 o 7 años, comencé a interesarme y tomar notas de cómo iban cambiando las temperaturas, o el estado del cielo. Me fascinaban especialmente la nieve y las tormentas. Ya de mayor empecé a interesarme por los fenómenos naturales en general y descubrí la carrera de Ciencias Ambientales, que me pareció la mejor opción para estudiar la naturaleza y sus procesos. Tras finalizar la carrera continué mi formación con una beca de investigación para realizar el doctorado en el grupo de meteorología de la facultad donde había estudiado, en León. Ahí fue donde se cerró el círculo, ya que fue ahí donde comenzó realmente mi carrera científica en el área de la meteorología".

Su primer viaje como estudiante fue de Erasmus en el último año de carrera. "Estuve en una pequeña localidad sueca, Östersund. Mis objetivos principales eran mejorar mi inglés y conocer una nueva cultura. Sin embargo, aquel viaje cambiaría mi vida para siempre, ya que allí conocí a la que hoy es mi mujer. Ya como profesional de la investigación realicé varias estancias en Estados Unidos, y en varios países africanos".

Si alguien de Asturias quiere dedicarse a la investigación científica, "le diría que es una carrera de largo recorrido, en la que hay que estar dispuesto a pasar estancias en el extranjero, algo que, visto con perspectiva, es realmente muy enriquecedor. Las salidas profesionales en el área de la meteorología son bastante limitadas, así que si alguien está interesado o interesada en esa profesión y quiere ejercer en España, una opción muy habitual es prepararse para formar parte de la Agencia Estatal de Meteorología".

En su recuerdo perduran "los días en el patio del colegio jugando al fútbol con los amigos por las tardes, o saliendo de fiesta por el Rosal y la calle Mon. Y, por supuesto, recuerdo los días de invierno en los que se anunciaba temporal y me quedaba pegado a las ventanas a la espera de ver caer algún copo de nieve. Cuando vuelvo a Asturias el olor de los prados húmedos me recuerdan a mi infancia y me transportan a los días de fin de semana en la que hacía excursiones al monte con mi familia. Y siempre que estoy en casa disfruto de los sabores de nuestra gastronomía, como la fabada o el cachopo".

Al final de su doctorado en el 2012, "España estaba sumida en la crisis financiera que se había iniciado en 2008, y el paro juvenil superaba el 50%. Ante la falta de expectativas, decidí como muchos jóvenes investigadores buscar empleo en Alemania. Los comienzos fueron duros, especialmente por la falta de idioma. Cuando comencé apenas tenía el nivel A1 y tuve que realizar varios cursos intensivos de forma consecutiva para mejorar mi alemán. Eso me ayudó mucho para integrarme y conocer mejor la cultura alemana. Y, por supuesto, para desenvolverme con mayor soltura dentro de la empresa".

Asturias tiene un gran potencial como destino turístico, "ya que se puede disfrutar tanto de la costa como de la montaña. Pero me gustaría que también fuera un destino para la investigación y el desarrollo. Actualmente, dispone de unas conexiones excelentes, tanto con el resto de España como con el extranjero, algo que debería aprovechar. Sería una gran satisfacción ver que Asturias se posiciona como centro tecnológico y diversificado, que no apuesta únicamente por un sector".

Actualmente vive en una pequeña ciudad llamada Bad Homburg, a unos 20 kilómetros de Fráncfort. "Tiene mucho encanto y, al estar cerca de una gran ciudad, está muy bien comunicada. Ahí disfrutamos de una vida tranquila en la que los niños pueden ir caminando solos a la escuela y jugar por las calles del barrio. Y las tardes soleadas de verano en la terraza de nuestro pequeño jardín no tienen precio. Lo que echo de menos es el tumulto y el caos de la gran ciudad. Pero entonces cojo el metro y me planto en 15 minutos en Fráncfort para tomar el pulso a la ciudad y darme cuenta, de nuevo, que vivir a las afueras no está nada mal".

El cambio climático en Alemania es "algo que está muy presente en los medios. La mayoría lo reconoce como un hecho irrefutable, aunque algunos partidos políticos tratan de ponerlo en duda. Es un tema que lamentablemente sigue usándose como arma política. Desde el servicio meteorológico alemán se intenta concienciar a la población aportando datos científicos objetivos que acreditan la existencia del cambio climático, así como sus consecuencias. Actualmente estamos llevando a cabo estudios de ‘atribución climática’ que permite reconocer si un evento extremo es producto del cambio climático o ‘solo’ un evento aislado que entra dentro de la variabilidad climática ‘normal’. El objetivo es concienciar a la población y demostrar que el cambio climático tiene consecuencias que suponen pérdidas millonarias y, en el peor de los casos, pérdida de vidas humanas".

Tracking Pixel Contents