Horacio Castaño salvó al primer centro asturiano de Sudamérica y ahora defiende Asturias a través de las ondas
El que fuera expresidente del Centro Asturiano de Rosario (Argentina) logró reflotar la institución tras una suspensión de pagos de la mutualidad que lo sostenía y ahora, ya retirado, sigue difundiendo la cultura y la actualidad asturiana en el programa radiofónico "Entre el orbayu y la garúa" de Radio Gran Rosario

Horacio Castaño
Horacio Castaño, de 82 años, es toda una institución dentro de la comunidad asturiana de la ciudad de Rosario, en Argentina. Fue durante 42 años presidente del Centro Asturiano de esta ciudad situada a 300 kilómetros de Buenos Aires, la tercera más poblada del país y cuya área metropolitana tiene casi 2 millones de habitantes. El Centro Asturiano de Rosario, que se fundó el 1 de noviembre de 1904, fue el primero en toda Sudamérica. Horacio Castaño dejó el cargo en 2022, aunque sigue vinculado a la defensa de la asturianía a través de las ondas: en la FM 88.9 Radio Gran Rosario presenta desde hace una década el programa “Entre el orbayu y la garúa”, un espacio radiofónico que cuenta con la colaboración desde Gijón del periodista Antonio Javier Sánchez Castro.
“Lo emitimos los sábados a las 12 horas de Argentina, a las 17 horas de España. Yo empiezo a las doce y a la una menos veinte se conecta Antonio con información desde Asturias. Yo hablo de efemérides y pongo música variada. En el último programa puse, por ejemplo, ‘Asturias patria querida”, la canción ‘Somos asturianos’ de los ‘Blues Probes” y ‘Casares’ de Rodrigo Cuevas. ¡Y cuando los cantores lo hacen en bable también resulta interesante!”, explica Horacio.
Castaño nació en Argentina en 1942, hijo de un emigrante asturiano de La Rebollada (San Martín del Rey Aurelio) y de madre argentina. “Mi padre, Manuel Antonio Castaño Antuña, vino acá con 23 años en el 1920. Trabajó en un bar de un tío que luego compró. Ahí siguió y se jubiló. Falleció en el año 1977 y llamó a tres hermanos: César, Raimundo y José. En Asturias quedaron Belarmino, Armando y Aquilina, todos ahora fallecidos”, detalla Horacio. “Tengo una prima en El Entrego, Silvia María Castaño, que me mantiene al día telefónicamente de lo que pasa en Asturias”, añade. Horacio trabajó como funcionario de la AFIR, la Administración Federal de Ingresos Públicos. “Me jubilé ahí con 40 años de servicio. Entre en 1961 y me retiré en 2001”.
Toda la familia de Horacio Castaño en Rosario estaba vinculada al centro asturiano. Y él entró como vocal en la comisión directiva. En 1980 pasó a ser presidente. Llegó en un momento “bastante difícil”: “Fue cuando acá en Argentina cayeron varias mutualidades. El Centro había formado una mutualidad de crédito, de préstamos y ahorros. Recibíamos dinero y lo dábamos en préstamos hipotecarios a 18 meses. Los plazos fijos de los socios que depositaban eran, normalmente, a siete días y había una carrera inflacionaria contra los intereses. A veces en el mismo día aumentaba el índice de los intereses”, explica. Lograron salir de aquella difícil situación, vendiendo algunas propiedades y buscando una nueva fuente de financiación. “Compramos unos terrenos en el cementerio más importante de la ciudad, el cementerio El Salvador. Se hicieron dos panteones de 3.000 nichos cada uno que se vendieron casi todos. Eso ayuda mucho a mantener el centro: el tema está en el pago para el mantenimiento y poder tener derecho al uso del nicho”, explica el expresidente del Centro Asturiano de Rosario.
Haber contribuido a reflotar el centro en aquella difícil situación económica es algo que le enorgullece especialmente. “Y eso que en aquella época pasé más tiempo en los tribunales que en el Asturiano”, reconoce. “Pero afortunadamente salvamos la situación, porque en ese momento corríamos el riesgo de perder todo el patrimonio de la institución. Tenemos un campo deportivo de 3 hectáreas, en el cual hay cancha de fútbol, de basket, de vóley, la pileta (piscina) de natación, canchas de tenis…. Lo alquilamos actualmente también para fiestas, bailes. Y tenemos aparte la sede social, que está en el centro de la ciudad, con un salón-teatro con capacidad para comidas de 300 personas”.
La situación económica del Centro no es tan extrema como lo fue en aquel momento en que corrió riesgo de desaparecer, pero nada en Argentina queda a salvo de una economía que ha dado muchos dolores de cabeza a los argentinos. “Ahora también estamos viviendo los altibajos del país porque, en estos momentos, está muy difícil la situación económica”, añade Horacio Castaño. “Estamos mejor que con el gobierno anterior porque la inflación paró. Este año estamos prácticamente a una inflación mensual de 6%, una cosa así, cuando el año pasado llegamos a tener casi el 40% mensual. Con el nuevo presidente, que el 10 de diciembre cumplió un año, está parada la inflación y ya disminuyó el riesgo país, pero todavía están desfasados los sueldos. Son bajos con respecto al costo de vida”, analiza.
El centro tiene alrededor de 1.000 socios, “aunque la mayoría son menores, por la práctica de los deportes. Con esta caída que ha venido del 2023 para acá prácticamente se han borrado las familias y han dejado a los chicos que son los que más utilizan la institución”, apunta Horacio Castaño.
Los asturianos que sirven 10 millones de infusiones al día en Argentina
El expresidente del Centro Asturiano de Rosario apunta que “perdonando la argentinidad, mi corazoncito es Asturias” y al hablar de la importancia de la colonia asturiana en la ciudad reseña el apoyo recibido por empresa fundada por los hermanos Rodríguez, cafés La Virginia. “Ahora mismo son uno de los puntales del sector del café en Rosario”, indica y añade un recuerdo al que fuera cabeza visible de la compañía, Francisco Rodríguez Martínez, ya fallecido, cuyos orígenes estaban en Tuernes el Grande (Llanera). No había nacido en Asturias pero se sentía profundamente asturiano. En vida, llegó a ser el socio más antiguo del Centro, al que pertenecía desde 1943. Fue uno de los principales benefactores del centro rosarino. Tanto a él como a su hermano Vicente los hicieron socios honorarios. “Me acompañaron mucho y colaboraron mucho, ellos participaron mucho en la levantada del Centro en aquel periodo en el que, ya le digo, fue difícil”, añade Castaño. La familia de Francisco Rodríguez sigue al frente de una compañía que es líder en infusiones en Argentina. Exporta a 18 países, tiene 16 sucursales por todo el país. Cada día, en la Argentina, se consumen 10 millones de infusiones producidas por los asturianos de La Virginia.
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