Las pequeñas futbolistas sirias que convirtieron la Luna en un balón: el trabajo con refugiadas de la escritora asturiana Mónica Rodríguez

Los institutos de La Ería (Oviedo) y Río Nora (Siero) organizan el día 30, como motivo del Día de la Paz, un encuentro vía internet con niñas refugiadas del Sáhara y de Siria, que han aportado su imaginación para que la autora galardonada con el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil 2024 plasme sus sueños en varias obras de ficción

Mónica Rodriguez, en el centro con las niñas de los equipos de fútbol del campo de Za'Atari, enseñándoles "Arena y Agua" con ayuda de una traductora

Mónica Rodriguez, en el centro con las niñas de los equipos de fútbol del campo de Za'Atari, enseñándoles "Arena y Agua" con ayuda de una traductora

Eduardo Lagar

Eduardo Lagar

“Cuando Eman vio el reflejo de la Luna en un charco, creyó que era una pelota”. Esa fue la primera frase, la semilla literaria que a finales de septiembre de 2023 plantó la escritora ovense Mónica Rodríguez, último Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil. Fue la llave para abrir la redacción del libro “Moon ball”, que incluye dos cuentos que Rodríguez ha escrito con las imaginativas aportaciones de un grupo de niñas del campo de refugiados sirios de Za’Atari, en Jordania, el segundo más grande del mundo, con casi 80.000 habitantes.

La aparición/confusión de la Luna con un balón de fútbol venía a muy a cuento porque estas niñas forman parte de uno de los equipos femeninos que la Fundación LaLiga había conseguido montar dentro de una competición deportiva para los niños del campo. El próximo día 30 de enero, con motivo del Día de la Paz, los alumnos del instituto Río Nora (Pola de Siero) y los del instituto de La Ería (Oviedo) participarán en un encuentro online en este último centro. Asistirán también, a través de videoconferencia, las pequeñas futbolistas coautoras de “Moon ball”. El acto ha sido organizado por el Ayuntamiento de Siero a través de la Fundación Municipal de Cultura y en él participará Mónica Rodríguez. También se conectarán, por videoconferencia, las jugadoras de otro equipo de niñas, en este caso de los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf. “Serán los propios chavales de los institutos de Oviedo y Siero los que hagan la presentación del contexto político-histórico de Siria y El Sáhara, donde están estos campamentos de refugiados”, apunta Mónica Rodríguez. Los alumnos del Río Nora y La Ería también van a trabajar sobre el drama de los exiliados españoles de la Guerra Civil a través de la figura de Vicente García Riestra, un republicano asturiano fallecido en 2019 que luchó con la resistencia francesa y acabó en el campo de concentración nazi de Buchenwald. “Los profesores de los dos institutos se han volcado con este proyecto y llevan meses preparándolo todo”, subraya Mónica Rodríguez.

Uno de los equipos de   fútbol de niñas refugiadas sirias del campo

Uno de los equipos de fútbol de niñas refugiadas sirias del campo / .

La escritora ovetense, residente en Madrid, escribió “Moon ball” tirando del hilo de la imaginación de las niñas sirias. A partir de la escena de la protagonista deslumbrada ante aquella Luna convertida en balón de fútbol les fue preguntando quién era esa niña, cómo seguía la historia… Y así fueron saliendo dos cuentos que ya han sido ilustrados por Daniel Piqueras Fisk, el mismo dibujante que puso las imágenes de “Umiko”, la obra escrita por Mónica Rodríguez premiada con el Nacional de Literatura Infantil y Juvenil de 2024. “Moon ball” nació del mismo modo que “Arena y Agua”, un cuento que en 2019 Mónica Rodríguez escribió con la ayuda de niños españoles y saharauis.

“Arena y agua” fue un proyecto de Bubisher, la asociación creada por el escritor afincado en Figueras (Castropol) Gonzalo Moure, otra gran referencia nacional de la literatura infantil y juvenil. Bubisher, que también colabora en el acto del próximo día 30, se creó en 2008 y desde entonces ha puesto en pie una red de bibliotecas y bibliobuses en los campamentos saharauis. Buena parte de la financiación de Bubisher, un proyecto cultural, promovido y gestionado desde Asturias, proviene de las ventas de los libros de autores ya consagrados como Moure o Rodríguez. “Moon ball” está pendiente de edición y también tendrá venta con fines solidarios. Los dos relatos fueron traducidos al árabe por dos alumnas de traducción de la universidad de Jordania. “Y la revisión nos la hizo de forma totalmente altruista Hanafy Ramadan, profesor de instituto en Asturias, de origen egipcio”, añade la autora.

El equipo de chicas futbolistas del campamento saharahui de El Aiún con su entrenador. Están en la biblioteca de Bubisher, que lleva el nombre de Pilar Bardem.

El equipo de chicas futbolistas del campamento saharahui de El Aiún con su entrenador. Están en la biblioteca de Bubisher, que lleva el nombre de Pilar Bardem. / .

Mónica Rodríguez tenía una amiga trabajando en Jordania para la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECID). Quería conocer “a los verdaderos protagonistas de la historia, los que de verdad sufren las consecuencias de las decisiones políticas y de las guerras”. Por eso viajó a Ammán y visitó los campos de refugiados sirios. Allí contactó con los responsables de la Fundación Laliga que habían conseguido poner en marcha una competición futbolística de niños. Y, lo que era más reseñable, también de niñas “en un contexto musulmán en el que al principio no querían que ellas jugaran al fútbol”, apunta la autora ovetense. Su amiga de la AECID, Isabel González, es hoy la directora de la Fundación Municipal de Cultura de Siero y tiene una amplia experiencia en cooperación internacional en varios continentes.

Cuando viajó a Jordania (en aquellos días estaba a punto de desatarse el infierno en Gaza tras el ataque de Hamás a Israel), Mónica Rodríguez pensó en llevar el cuento “Arena y agua”, leérselo a los niños sirios refugiados y “después escribir nosotros un libro de la misma manera que lo hicieron los niños saharauis”. Formó dos grupos y con ellos fue creando dos relatos. “Dentro de esas historias están todos sus sueños. Por ejemplo, cuando estábamos haciendo ‘Moon ball’, y yo les preguntaba por qué Eman, la niña protagonista, está soñando con esa pelota que es la Luna, me decían que ella soñaba que iba a meter gol, pero siempre aparecía un muro interponiéndose en la portería y nunca podía meterlo.”. Mónica Rodríguez: “Las niñas sirias eran absolutamente cariñosas, abiertas, con muchas ganas de contar, de saber, de hacer cosas. Eran muy peleonas, con muchas ganas de reivindicarse y cumplir sus sueños. Ya han leído los cuentos y mandaron vídeos comentándome qué les había parecido. La verdad es que todo fue muy bonito. Ahora tengo ganas de que se publique para que lo tengan en sus manos y vean que eso se está leyendo, que sus voces se están escuchando”.

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