Asturias exporta talento

La canguesa Isabel Álvarez reina en la ficción infantil desde la Toscana

La escritora afirma que, si bien el libro parte con desventaja para competir con las pantallas para atraer a los jóvenes, el "ejemplo es lo más importante: leerán si nos ven leer, demandarán pantallas si nos ven pegados a ellas"

Isabel Álvarez.

Isabel Álvarez.

Tino Pertierra

Tino Pertierra

Isabel Álvarez (Toscana)

Isabel Álvarez (Cangas del Narcea, 1986) es una exitosa autora de literatura infantil que inició su carrera en 2021 con "Maya Erikson y el misterio del laberinto". Su último libro es "Rory Robins. Guardianes del bosque mágico", primer título de una saga protagonizada por una pequeña guardabosques que entrará en un mundo oculto lleno de fantasías. Una niña auténtica e imperfecta

La escritora Isabel Álvarez fue hace unos años de vacaciones a la Toscana, quiso alquilar un coche y salió con un Fiat 500 descapotable: "Mientras conducía por las colinas de Chianti, pensé en lo bonito que sería vivir allí y disfrutar de esos paisajes cada día".

Soñado y hecho: hoy vive en el campo, entre viñedos, a las afueras de San Gimignano. La bella Toscana. Así fue: durante el último año estuvo viajando mucho con su familia. Un día recordó aquella idea "y me di cuenta de que ahora podía hacerla realidad, ¡y por qué no! Así que, cualquiera que me quiera invitar a un café, tendrá que venir a Italia".

Mucho tránsito por Europa: "Hace solo tres meses que estoy aquí. No tengo una rutina demasiado estable porque está siempre condicionada por los viajes y también por mis hijos ... Tengo un bebé y una niña pequeña con los que paso prácticamente 24 horas al día. Dicho esto, mi rutina es algo así: hago ejercicio al levantarme, desayuno con mi familia y me tomo un rato para trabajar, que puede ser breve o más largo. El resto del día lo paso junto a mis hijos haciendo una vida bastante normal (pasear, leer, ir a un parque, visitar algún lugar nuevo...). Después de que ellos se duermen, llega mi momento de máxima concentración para escribir, hasta que me voy a dormir. Este tiempo lo aprovecho a diario, sea lunes o domingo".

Nació en Cangas del Narcea, "pero nos mudamos a Oviedo cuando yo era un bebé, así que no tengo recuerdos de vivir allí. Sí los tengo de los viajes de visita. El trayecto hasta allí era terrorífico, siempre llegaba mareada, pero me encantaba encontrarme con mi abuelo y pasear agarrada de su brazo por el pueblo, por la calle Mayor y pararnos a saludar a todos los que nos cruzábamos, jugar con mis primas en la plaza, subir con mi familia al Acebo... Una vez superado el viaje, disfrutaba muchísimo de estar allí. Recuerdo con mucho cariño los veranos en Tapia de Casariego; la playa, los paseos por el puerto, la plaza... Me encantaba".

El mayor problema que encuentra en Asturias desde que se fue "son las comunicaciones; los viajes hasta allí suelen ser complicados. Sobre las virtudes, veo muchas: el clima (sí, llueve, pero a mí me parece maravilloso), la naturaleza, la limpieza (siempre he vivido en Oviedo, que creo que destaca en esto), la comida, la seguridad... Es un muy buen sitio para estar, y cuanto más viajo más me lo parece".

Vuelve a Asturias con frecuencia: "Mi familia está en Cangas del Narcea y mis amigos en Oviedo. Cuanto más viajo más cuenta me doy de que Asturias es un buen lugar para estar, y, por supuesto, siempre será mi casa...".

Si se planteara algún día escribir con escenarios asturianos "elegiría Oviedo. Es una ciudad que me encanta y el sitio del que más rincones conozco. Sería bonito crear una historia allí. También me imagino una novela de suspense en algún pueblecito, como por ejemplo Ribadesella, donde estuve viviendo un tiempo. ¡Esta sería para adultos!".

Como autora de libros dirigidos a los lectores más jóvenes, admite que "ahora mismo hay muchísimos libros infantiles increíbles en el mercado, yo soy fan de muchos de ellos. Es una buena noticia que nuestros niños y niñas tengan una oferta tan amplia entre la que pueden encontrar algo que realmente les guste". En su novela "Rory Robins" hay una protagonista femenina "imperfecta, que se queja de lo que no le gusta, que tiene facilidad para meterse en líos y que también es inteligente, valiente y con buen corazón. Esto le da mucha personalidad y hace que el libro sea divertido por la manera especial en la que Rory se va enfrentando a los acontecimientos".

También encontrarán un equipo de guardabosques con personalidades muy diferentes, que se complementan unos a otros y que transmiten valores como el trabajo en equipo o la amistad. Y "un mensaje transversal a todos los libros de la serie: la importancia del cuidado de la naturaleza y de las criaturas (que en este caso son mágicas, pero que puede ser cualquier animal o ser que necesite cuidados) y la responsabilidad individual para con esto".

La prota no es perfecta, es algo torpe, y los libros se alejan de los típicos con el color rosa o las princesas. "Los niños y niñas pueden identificarse mejor con estos personajes, aunque lo cierto es que no lo sé. Sea como sea, sí creo que es importante mostrar esas protagonistas imperfectas y, sobre todo, más auténticas".

¿Cómo se puede mentalizar a las nuevas generaciones de la importancia del medio ambiente? "La situación ya ha cambiado, hay una mentalidad muy diferente a la que se tenía cuando yo era niña, quizá porque ya estamos viendo las consecuencias de nuestros actos. Dicho esto, opino que la mejor manera de enseñar es el ejemplo. Yo lo hago con los libros, y cualquiera puede hacerlo en su entorno. ‘Piensa globalmente, actúa localmente’".

Los libros compiten con las pantallas para atraer lectores: "En principio, parece que la batalla parte con desventaja. Pero los seres humanos nos enganchamos a las historias, y si encontramos una bien construida y bien contada, estoy convencida de que sí. En el caso de los niños, el ejemplo es lo más importante. Leerán si nos ven leer, demandarán pantallas si nos ven pegados a ellas".

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