La investigadora rumana que usa la inteligencia artificial para "desamestar" el habla híbrida de Asturias
La filóloga Cristina Bleorţu, “asturiana adoptada” que mantiene el vínculo que trabó con la región en más de seis años de trabajo, ha tomado la variedad lingüística de Pola de Siero como base para generar un algoritmo capaz de reconocer los rasgos asturianos y castellanos y automatizar el análisis del lenguaje en zonas donde conviven varias lenguas
Doctorada con una tesis sobre el habla de la capital sierense, ha vuelto a la universidad de su ciudad, Suceava, sin perder la conexión con la región: “En Oviedo tuve la oportunidad de mi vida”

Cristina Bleorţu. / C. B.
En una clase de la Universidad Ştefan cel Mare, en Suceava (Rumanía), la profesora explica los posesivos en el español medieval trazando una analogía que recorre el tiempo y el espacio hasta llegar a los que hoy sigue utilizando el asturiano, con el artículo delante… El uso del determinante en “la mi casa” o “la mi fía” emparentaría así, por ejemplo, con el del verso del Cantar del Mio Cid, siglo XIII, que dice “De los sos oios tan fuertemientre llorando”… Además de un recurso pedagógico, el ejemplo es un homenaje, un hilo invisible que recorre de pronto 3.200 kilómetros y mantiene a la profesora, Cristina Bleorţu (Suceava, 1985), pegada a la tierra asturiana que no se ha sacado de dentro desde que en 2011 fue una estudiante Erasmus en Oviedo. Filóloga e investigadora, asturiana residente durante más de seis años, doctorada con sobresaliente cum laude gracias a una tesis sobre el habla de Pola de Siero, hace un año que ha vuelto a su casa y a su “alma mater” en Rumanía sin sacar nunca a Asturias de su campo visual.
En su pequeña ciudad del nordeste del país, una población de 84.000 habitantes a apenas treinta kilómetros de la frontera con Ucrania, la línea más reciente de su labor investigadora ha utilizado la inteligencia artificial para desarrollar un algoritmo lingüístico capaz de reconocer automáticamente los rasgos asturianos y castellanos del habla híbrida de Pola de Siero. Tomando como base el trabajo de campo que hizo para su tesis en 2014, y en colaboración con el profesor cántabro de la Universidad de Vigo Miguel Cuevas Alonso, ha explorado las capacidades de la más nueva tecnología como herramienta de apoyo para facilitar el análisis sociolingüístico de áreas geográficas en las que coexisten dos lenguas. La investigación nació con el propósito de “ofrecer una primera versión de un algoritmo que permita el análisis de corpus híbridos diferenciando las formas de las lenguas en contacto”, una fórmula tal vez para “desamestar” el habla asturiana que aspira a facilitar el análisis automático de las formas de hablar similares, o de áreas en las que dos idiomas conviven y se mezclan.

Cristina Bleorţu, en Lacul cu nuferi "Mihai Eminescu", en Ipoteşti (Rumanía). / C. B.
Ya no hay quien desanude el vínculo con la región de esta “asturiana adoptada” que vuelve siempre que puede y no pierde el contacto ni se quiere olvidar de su gente de Asturias. “Estoy rodeada”, asiente. “El otro día tuvimos aquí una mesa redonda sobre el asturiano y la inteligencia artificial…” Cristina es ahora investigadora titular y coordinadora de doctorados en el centro interdisciplinar de ciencias sociales de la Universidad Ştefan cel Mare e imparte de manera adicional algunas clases de historia de la lengua española y de sintaxis, morfología, lexicología o dialectología.
Asturias apareció en su biografía para no apartarse nunca más en el año 2011, cuando ya había estudiado el doble grado de Filología Rumana y Española en Suceava y el máster en la Universidad de Iaşi. No le gustan las ciudades grandes, conocía Oviedo y Covadonga de unas vacaciones en España y dijo que sí primero a un semestre de Erasmus en la Universidad de Oviedo y después a la propuesta del profesor Antonio Fernández Insuela de quedarse a cursar un segundo máster, el de español como segunda lengua.
Cada vez más apegada a la región y a sus diversidades lingüísticas, empezó en 2013 la investigación de su tesis, primero bajo la dirección de María Jesús López Bobo y tras su fallecimiento junto a Ramón de Andrés, con quien sigue compartiendo el seminario de Filología Asturiana. A la pregunta de por qué aquí responde que “me encanta investigar” y que “en Oviedo tuve la oportunidad de mi vida”. De estudiar, pero sobre todo de “entrar en contacto con gente nativa, de aprender la lengua de verdad, la de la calle”, y dejar de sorprenderse cuando llegó con su español académico y “me chocaba el ‘hasta luego’” como saludo… “Al principio me preguntaba si me estaban echando”.
Antes de lanzarse a entrevistar hablantes en Pola de Siero, Cristina Bleorţu dedicó su trabajo de máster a la pérdida de la “d” intervocálica y final en el habla de Oviedo –en “llegao”, en el “helao” o la “verdá”– y llegó a la conclusión de que la elisión, “quizá por la influencia del asturiano”, es mayor en la capital del Principado que en otras zonas del país, y más acusada entre los hombres. Llegó hasta la Pola buscando un lugar virgen de estudio sociolingüístico y después de desechar Oviedo, Gijón o Avilés por la existencia de investigaciones propias, atraída también por el ecosistema poco trillado de la revisión sistemática del habla en una villa. “Porque suele haber estudios sociolingüísticos sobre las ciudades”, explica, “y hay exámenes dialectológicos sobre pueblos, pero no tantos sobre villas”. Encuestó a los hablantes, analizó hasta 39 fenómenos lingüísticos característicos de la zona y desembocó en una tesis que defendió con honores y que hizo más sólida, si cabía, su ligazón con esta tierra.
En 2018, llevaba más de seis años trabajando en Asturias y antes de que caducara el contrato de su beca de investigación recibió una oferta de la Universidad de Zurich. Estuvo en Suiza hasta que el año pasado vio la puerta abierta para volver a casa y cerró un círculo regresando a la universidad de su ciudad natal en Rumanía… Pero el Principado siguió ahí, como destino de visitas frecuentes y objeto permanente de referencia académica y personal. Forma parte del comité ejecutivo del grupo de investigadores y profesores asturianos por el mundo que se agrupa en “Asturian studies” y en su papel de coordinadora de reseñas en la Revista Internacional de Lingüística Iberoamericana (RILI) nunca deja de tener presentes las novedades editoriales asturianas. Allí, de hecho, y gracias a su intercesión, Elena Álvarez Rodríguez y Diego García Riesgo publicaron en el número de diciembre una reseña en asturiano, la primera de la publicación, sobre el libro del profesor de la Universidad de Oviedo Miguel Rodríguez Monteavaro "Estudiu llingüísticu nel centru-occidente asturianu. Pequeñu atles dialectográficu"… El vínculo con Asturias permanece, concluye, porque "tengo un deber con todos ellos”.
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