El centro artístico asturiano de moda en Madrid por el que pasan Rodrigo Sorogoyen o Aitana (y lidera una llanisca)

Tha House, que nació en 2023, va camino de convertirse en una referencia cultural

Lo montó Martina Rodríguez, arquitecta y pintora tardía: "Asturias está muy presente en mi obra"

VÍDEO: Martina Rodríguez, la asturiana que está detrás de la galeria de arte "Tha House"

Xuan Fernández

Xuan Fernández

Xuan Fernández

Ocupa 177 metros cuadrados, tiene muchísima luz que entra por unos enormes ventanales en el techo y por fuera parece más bien un taller de coches. No parece lo que es realmente. Se sitúa en el distrito de Carabanchel, en Madrid, en primera línea de Madrid Río y poco a poco se está convirtiendo en un sitio clave en la programación artística madrileña. “Somos unos enamorados del arte y nos gusta apoyar a otros artistas, no solo a nosotros y por eso aquí podemos desarrollar arte de mucho tipo. El espacio es perfecto: tiene la luz perfecta, la dimensión perfecta, la cantidad de paredes perfectas…”. Habla mientras pasea por sus dominios la asturiana Martina Rodríguez (Pancar, Llanes, 1987), que es la gestora de "Tha House", el espacio que hace pocos años estaba derruido y abandonado (en su día fue una plantación ilegal de marihuana y sufrió una redada policial) y que hoy es la comidilla en Madrid, comandada por Martina.

"Tha House" nació por un sinfín de casualidades. Rodríguez, arquitecta de formación y pintora tardía, tuvo en su día una pequeña galería y apostó por ampliar. Buscó locales y le llamó la atención el que hoy gestiona. “El techo estaba podrido y casi todo estaba destrozado”. Junto con un socio, alquiló el  espacio y pico pala, sin contratar ningún obrero, lo reacondicionó en apenas un año. Se ahorraron unos 120.000 euros de obra. La llanisca se lanzó a la aventura sin tener claro del todo qué haría después con el espacio, más allá de tener un sitio espectacular donde pintar sus obras. “Le metimos un montón de dinero y tiempo y de repente, cuando acabamos la obra, nos paramos a pensar que teníamos por delante cuatro años para explotar el local (el alquiler era por cinco años, que luego se amplió a quince”.

 Todo cambió por una llamada del gerente de un restaurante en el que Martina había estado trabajando. “Me llamó mi exjefe y me dijo: ‘A ver, Marti, ¿qué garito has montado? ¿qué plan tienes? Aquello me abrió los ojos y empezamos a buscar las fórmulas para poder explotarlo”. Ahí nació oficialmente "Tha House", en septiembre 2023, convertido en una S. L. y con tres tipos de actividades: exposiciones de arte, eventos de todo tipo y por supuesto taller de pintura para la asturiana. Y la flecha está para arriba. Desde entonces se han celebrado más de 40 actividades y han pisado "Tha House" muchos rostros conocidos del ámbito artístico y cultural en diferentes actividades, como los actores Macarena García, Miguel Bernardeu o Ana Castillo, la cantante Aitana, la modelo Alba Galocha o el diseñador Leandro Cano, entre muchos otros.

Recientemente, en "Tha House" se ubicaron los camerinos de la serie “Los años nuevos”, dirigida por Rodrigo Sorogoyen, que tenía un rodaje muy cerca del espacio e hizo buenas migas con la llanisca desde aquello. En estos momentos, en el espacio se expone la colección Levantamientos, de artistas como Emma Adler, Eloy Arribas, Chavis Mármol o Gripface, cuyas obras están a la venta, aunque “el mercado está saturado, porque hay muchos artistas nuevos y no se vende como antes”, explica Martina.

Una vocación tardía

La vida de Martina Rodríguez, responsable de "Tha House", es la de un bloqueo y la de una vocación tardía por el parte. Bloqueo porque fue lo que sintió la llanisca, de Pancar, cuando estaba en tercero de Arquitectura, en la Universidad Politécnica de Madrid y no sabía para dónde tirar en medio de una carrera eterna, que se saca en una media de diez años. “Tuve la suerte de que siempre me juntaba con gente muy centrada, muy estudiosa, interesada por sus cosas, y yo no me sentía así. Veía a la gente de mi carrera motivada, pero yo sentía todo lo contrario. Me fui un año a estudiar a Sao Paulo (Brasil) y a la vuelta tuve que empezar a concretar que iba a hacer con mi vida, hacia dónde quería ir y que quería”, explica.

Ahí empezó un ejercicio de retrospección. “Me di cuenta de que todos mis apuntes, desde el instituto, eran dibujos. Chorradas, cualquier cosa, pero ese era mi mundo”. La pintura ya se abría pasado. También el apoyo familiar. Su madre, maestra en Posada de Llanes, y su padre, médico (Martina siempre fue en Llanes ‘la del médicu’), le dijeron que adelante, que no pensase más, que tirase por la pintura. “Decidí darle una oportunidad a aquello que me hacía feliz”, explica. Entonces Martina terminó la carrera, en el año 2016, y empezó otra contra reloj de formación en pintura: durante las vacaciones en Llanes, en Madrid, tiempos libres… “Tiene gracia, pero en el momento que decidí ser pintora, empecé a sacar buenas notas en arquitectura”.

También se puso a pintar cuadros como si no hubiese mañana: lleva más de cincuenta y expuso en Madrid y también en Llanes. Algunos de sus referentes contemporáneos son David Hockney, Peter Doig, Sarah Morris o Ad Reinhardt y aunque empezó en la figuración ahora pinta abstracto. No le va nada mal, aunque su modo de vida es ahora el "Tha House". Incluso alguna obra suya luce en la casa de gente reconocida. El entrenador del Atlético de Madrid, Cholo Simeone, tiene un cuadro en su domicilio y Fede Valverde, jugador del Real Madrid, tiene dos. Martina reflexiona sobre el arte y su propio estilo, alejado de las grandes reglas. “El arte es algo que tiene que emocionar, tiene que removerte, no entra por el intelecto. Tiene que transmitirte una sensación, un efecto directo. Ese es el tipo de arte que yo busco. Hay gente que buscar contar historias, narrativas, explicar todo y yo lo respeto, pero no es lo mío. Soy un poco más salvaje, más asturiana, más espiritual”.

Asturias, dice con orgullo, está muy presente en sus obras. “La influencia asturiana es total, total. Está en todo, todo. Se ve en el color, en la presencia de la naturaleza…”. Desde la distancia, esta artista ve a Asturias con una crítica constructiva, aunque se define “desinformada” de los principales asuntos políticos, que no le interesa. “Me da la sensación de que se está cometiendo el error de venderse todo al turismo. Llanes, por ejemplo, ha cambiado de forma radical. Creo que debemos cuidar mejor el paisaje, nuestro entorno, que es único en el mundo”, asegura Martina, que en meses expondrá en la casa de la cultura de Llanes, su casa. 

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