Avelino Sala, el gijonés que ha descubierto el secreto para vivir del Arte y lleva su nombre por Madrid, Moscú, Nueva York...

El artista plástico asturiano defiende el valor de "la integridad y la coherencia, y no tanto el mundo-espectáculo que se genera alrededor del mercado artístico, que es más escenografía que escena"

Avelino Sala.

Avelino Sala. / LNE

Tino Pertierra

Tino Pertierra

Avelino Sala (Barcelona)

Gijón, 1972. Artista y editor de la revista «Sublime». Representado por las galerías Llamazares en Gijón, ADN en Barcelona, Ethan Cohen en Nueva York, Xavier Fiol en Palma de Mallorca y 10&Zerouno en Venecia. Es un referente español del arte como vehículo de resistencia política. Su obra se expone desde hace veinte años en espacios como Abrons Arts Center (Nueva York), Russian National Center Contemporary Art (Moscú), y Matadero (Madrid).

El artista plástico gijonés Avelino Sala encuadra con su trabajo la realidad que nos rodea. Es decir: "Nuestro pasado y nuestro tiempo actual, desde una mirada critica. Es un tipo de trabajo que no solo se centra en lo estético sino que equilibra el discurso con lo meramente formal. A nivel profesional me dedico a esto en exclusiva desde hace más de veinte años".

Parte de la base de que hacer lo que quiere en la vida es "ya una maravilla, pero desde luego que esta profesión tiene, como casi todas, áreas más interesantes y partes que son menos. De las cosas más intensas e interesantes del trabajo está el estudio, ser capaz de desarrollar proyectos, la investigación, la documentación para después formalizar eso en una serie de obras o un proyecto completo. Tener la suerte de viajar por medio mundo gracias a tu trabajo... ¿Las menos gratificantes? Bueno, hay algunas pero tampoco creo que haya que centrarse en ellas, pues dedicarse solo a esto es un verdadero privilegio, así que tengo poco de lo que quejarme. Solo un 3% de los artistas pueden vivir directamente de su trabajo, plantear quejas seria casi obsceno".

¿Y cómo empezó a trazarse su vocación? "Supongo que de muchos estímulos... Desde las acuarelas que pintó mi padre, o mi fascinación por la pintura de niño ya, de ‘Twin Peaks’, de los libros de Arte de la biblioteca de Gijón, del Festival de Cine, de las exposiciones en el Revillagigedo... A partir de esa base, me fui muy pronto de Asturias y ya seguí profundizando y formándome con la idea del Arte como medio vital. Casi obsesivamente. Después vas creciendo en todos los sentidos y llega un momento en el que la comunicación pasa a través de tu trabajo, de tu obra y ya es algo natural. Estudié Restauración y Conservación primero, luego trabajé restaurando y me di cuenta de que aquello no era lo mío".

Su primera experiencia impactante con el mundo del Arte fueron "las visitas al Reina Sofía en mi primera fase de vida en Madrid. Recuerdo una exposición de Bruce Nauman que me marcó profundamente, saltaba del Prado al Reina semanalmente, me tiraba lo contemporáneo y la creación más que el cuidado".

Vivió una enriquecedora residencia fuera de España en Venecia en un curso de libros de artista. Le influyó "increíblemente porque me di cuenta de que yo quería hacer Arte y no otra cosa; curiosamente, el próximo mes de octubre tendré mi primera individual en una galería de esa ciudad, así que podríamos decir que se cierra el circulo. De todas formas, el viaje con mayúsculas fueron los tres años de trabajo y Universidad en Reino Unido. Ahí espabilé de verdad".

Ahora mismo, avisa a posibles navegantes, "se puede vivir en cualquier sitio y dedicarse al Arte, el nivel de programaciones y de galerías en Asturias en muy alto. Me parece un sitio perfecto para trabajar. Ademas en el mundo tan global en el que estamos, ya no es un problema conocer y viajar, así que Asturias es un espacio idóneo como base para entrar y salir. Estás en Madrid en nada o en muchas ciudades del mundo en poco tiempo. En cuanto a dedicarse al Arte, el único consejo que puedo dar es que hay que resistir pase lo que pase, ese es el único ‘secreto’". Si tenemos en cuenta que la carrera como artista es una carrera de fondo, "y el tanto por ciento de artistas que vivimos de nuestro trabajo es ridícula, entonces hay que saber resistir. Muchos noes, muchísimos, por cada sí hay 45 noes, hay que hacerse fuerte, mucho trabajo de pico y pala, de no encontrarle sentido a esto, pero el único secreto para mí es aguantar hasta que las cosas salen bien".

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El lienzo de la memoria: "Recuerdo la lluvia continua en aquellos meses de invierno en que orbayaba tres semanas seguidas, eso ya no ocurre con el cambio climático. Muchos recuerdos de infancia con mi madre y hermana maravillosos, mi padre se murió pronto y, bueno, la vida te va golpeando de una forma con la que no contabas. Recuerdo, ya en la adolescencia, entrar a hacer surf con mis amigos, sin ningún tipo de sensatez, en San Lorenzo y más sitios, con trajes de buceo, y salir con pies y manos moradas. Eso lo sigo haciendo en cuanto subo a Gijón, pero con olitas de senior, pequeñas y sin frío, jajaja".

¿Cómo pintan las cosas en Asturias? "La observo desde fuera pero con una toma de tierra dentro, porque subo bastante, la veo ahora mismo en un momento crucial en el que ese carácter de refugio climático y lugar turístico de moda está en el momento en el que todo se tiene que hacer sostenible para no morir de éxito. Quizás esta sea la verdadera reconversión de Asturias, ahora bien, el monocultivo del turismo tiene siempre una cara A y una cara B. Y Asturias tiene la capacidad de absorción de población y turismo que tiene. ¡Es una maravilla Asturias! Ahora parece que todo el mundo se ha dado cuenta, eso es bueno y peligroso al mismo tiempo".

Si tomamos de referencia lugares con un turismo en exceso "está el espejo donde no hay que mirarse, lo que es importante es seguir potenciando la cultura como foco de atracción para la región, trabajar con el Arte como un eje fundamental del atractivo de lo nuestro. Potenciar cosas que nos hagan crecer como colectivo, también el cuidado de lo natural en nuestra tierra, de la mar, en un tiempo de negacionismo climático esto es fundamental, es nuestra riqueza innata".

Tiene muchos referentes: "Hay artistas comprometidos que me parecen fascinantes, también algunos que son más raros, Bas Jan Ader, Ana Mendieta, Bruce Nauman, Yves Kein, Louise Bourgeois... pero me quedo con mis compañeros de trabajo que son compañeros de viaje, PSJM, Eugenio Merino, Noemi Iglesias, Jorge García, Chus García Fraile... y muchos más".

Avelino Sala encuadra como prioridades en sus creencias artísticas "la integridad y la coherencia del artista, y no tanto el mundo-espectáculo que se genera alrededor del mercado del Arte, que es otro espacio con el que tenemos que lidiar, pero es más escenografía que escena. Más superficie que otra cosa".

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