La tecnología asturiana que supondrá una revolución en los aeropuertos

TK Elevator diseñó en Mieres un sistema automático para el embarque en los aeropuertos que ya funciona en Madrid

Ignacio Medina, CEO de TK, junto a las pantallas del nuevo sistema de pasarelas

Ignacio Medina, CEO de TK, junto a las pantallas del nuevo sistema de pasarelas / LNE

Xuan Fernández

Xuan Fernández

Madrid

Los retrasos habituales en la entrada y salida de los pasajeros en un avión, que suelen causar importantes demoras en los tiempos de los usuarios, tienen fecha de caducidad gracias a un innovador diseño que ha llevado a cabo en su fábrica de Mieres la compañía TK Elevator (la antigua Thyssen). Esta empresa, que se dedica al transporte vertical y la movilidad urbana, ha logrado implementar un sistema, llamado Max Automate, que implica el manejo remoto de las pasarelas de embarque en los aeropuertos.

El aeropuerto de Madrid, el más grande de España, que en 2024 tuvo más de 66 millones de usuarios, ya lo tiene en sus 129 pasarelas, siendo la única terminal del mundo en lograrlo, tras un encargo de Aena, compañía pública dependiente del Ministerio de Transportes.

"Esto supone un cambio de paradigma en las operaciones aeroportuarias", asegura a LA NUEVA ESPAÑA el gijonés Ignacio Medina, que es el CEO de Airport Solutions en TK Elevator, orgulloso de que este sistema tenga un sello asturiano. "En la región hay gente muy competente, que hace grandes proyectos, este es un ejemplo", destaca el ejecutivo. Este nuevo sistema se presentó estos días en la Passenger Terminal Expo 2025, que se celebró en Ifema, Madrid, pero lleva activo desde las Navidades de este año. De momento solo está en la capital, pero ya hay muchos aeropuertos, de varios países, interesados en implementarlo en sus terminales. La clave es que el control remoto permitirá poder ahorrar tiempos innecesarios de espera gracias a esta automatización y digitalización.

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A grosso modo, el sistema permite a los operadores controlar las pasarelas desde un puesto de control, que puede estar a distancia, gracias a un asistente de atraque automático, con cámaras estéreo y algoritmos de visión artificial. La última parte del sistema es el uso del asistente de atraque automático y remoto. Todo ello implica que los conductores ya no tengan que ir físicamente a las pasarelas para moverlas, lo que provoca que se gane tiempo y se eviten retrasos. TK diseño el sistema, que es un encargo de Aena a través de una licitación de 52 millones de euros, que incluye el mantenimiento y la formación del personal. "Este sistema cambiará las operaciones en los aeropuertos de muchos países", destaca Medina, agradeciendo a Aena su "valentía", sobre un proceso cuyo diseño ha durado un par de años.

Este sistema se fue implementando de forma paulatina desde el laboratorio de Mieres, a partir de varias pruebas piloto en diferentes aeropuertos. Una vez que estaba todo en regla, el diseño se acopló a todas las pasarelas de embarque de Madrid. Desde después de Navidades, todas las aerolíneas operan con el nuevo modelo y han tenido que formar a sus tripulaciones. "Ahora, cuando un avión llega al aeropuerto, ya sabrá rápido, casi automático, si puede abrir la puerta de embarque. Creo que esto influirá para cambiar parte de la regulación aérea", aventura Medina, que prevé un aluvión de aeropuertos que contraten esta nueva tecnología.

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