El "bunker" californiano inspirado en la Grecia clásica donde se protege un "tesoro" sobre la Guerra Civil en Asturias

La historiadora ovetense Silvia Ribelles trabaja en el Packard Humanities Institute de California en la catalogación de las sorprendentes imágenes que los noticieros de Hearts grabaron en la contienda española

El fondo, hoy donado a la Universidad de California, se puede consultar online. Ha sido restaurado y mejorado digitalmente, contiene imágenes inéditas y muy detalladas de la entrada de las tropas sublevadas en Oviedo en 1936 y Gijón en 1937, entre algunas otras imágenes de Asturias

Silvia Ribelles: "Cuando veo todas esos metros de película, ese sufrimiento en los dos bandos, me viene a la cabeza la palabra esperanza: hace 80 años el país estaba devastado, pero hemos conseguido llegar a la democracia"

La "stoa" del Packard Humanities Institute donde se guardan las películas originales de los noticiarios de Hearst sobre la Guerra Civil.

La "stoa" del Packard Humanities Institute donde se guardan las películas originales de los noticiarios de Hearst sobre la Guerra Civil. / .

Eduardo Lagar

Eduardo Lagar

En un insospechado edificio de Santa Clara (California) -por afuera imita un alargado pórtico de la Grecia clásica (una “stoa”) y por dentro está inspirado en el convento florentino de San Marcos, del siglo XV- se guarda un importante legado audiovisual: la colección de los noticiarios cinematográficos que se proyectaban en los cines estadounidenses entre las décadas de 1910 y la de 1960 producidos por la corporación de William Randolph Hearst, el magnate de la prensa que inspiró el filme “Ciudadano Kane”. En esa colección de casi 9 millones de metros de película rodada por todo el mundo hay un abundante metraje con imágenes hasta ahora inéditas de la Guerra Civil española, incluyendo la entrada de las tropas sublevadas en Oviedo y Gijón, en 1937. Son un tesoro y, como tal, reciben el máximo cuidado: “Las condiciones de almacenamiento y conservación son óptimas; aquello parece un búnker, puede resistir un terremoto de 9.7 grados y no se derrumba. Mi jefe, Jeffrey Bickel (conservador senior de los archivos), dice que eso está hecho para que, dentro de mil años, la gente pueda seguir viendo estas películas que se hicieron en el siglo XX”, apunta con una sonrisa la ovetense Silvia Ribelles de la Vega, doctora en Historia, encargada de la identificación y documentación de todas las imágenes relativas a la contienda española.

Silvia Ribelles en uno de las oficinas del edificio del Packard Humanities Institute, en California.

Silvia Ribelles en una de las oficinas del edificio del Packard Humanities Institute, en California, que recrean las celdas de un monasterio del siglo XV. / .

“Este es un proyecto que se está llevando a cabo entre la UCLA (Universidad de California) y el Packard Humanities Institute (PHI)”, explica esta ovetense que ya tiene también la nacionalidad estadounidense. Al punto, matiza que, aunque coincidan los nombres, el PHI nada tiene que ver con la empresa de ordenadores Hewlet-Packard (HP). La coincidencia radica en que el impulsor de la PHI es el profesor, filántropo y millonario David Woodle Packard y, efectivamente, es hijo del fundador de la compañía tecnológica.

Fue, precisamente, una conexión a través de un amigo con el fundador de la PHI lo que llevó a Ribelles a formar parte del apasionante proyecto que ahora está desarrollando. “En 2016 yo estaba traduciendo un libro de David Wingeate Pike (autor de “Españoles en el Holocausto”) que se titulaba ‘La Galia dividida’, sobre cómo afectó en Francia la Guerra Civil española. Resultó que Pike y Packard eran amigos porque habían coincidido en Standford y me comentó el proyecto de digitalización de los archivos de Hearst, indicándome que allí podía encontrar imágenes interesantes de la Guerra Civil para el libro”.

Era 2016 y Ribelles acudió al pintoresco edificio de la PHI, un escenario de la Grecia clásica recién construido en medio de 64 acres californianos que, por dentro imita el interior del citado monasterio florentino que tiene celdas decoradas por Fra Angelico. Aquí las celdas son las oficinas. “Sin pinturas de Fra Angélico”, advierte con humor el PHI en su presentación, que está muy orgulloso del edificio: “No conocemos ningún precedente histórico que combine estos dos estilos arquitectónicos, pero parecen sorprendentemente compatibles”.

En la primera visita que Silvia Ribelles hizo a la stoa, el propio Packard se lo explicó todo. “Estuve un día entero viendo las películas y alucinando de lo que estaba viendo”, reconoce la historiadora ovetense. Ese mismo día, el fundador del PHI, le ofreció trabajo para organizar la colección en lo relativo a los fondos de la Guerra Civil. “Sin embargo no me llamó hasta 2022. Yo creo que primero quería llevar a cabo toda la digitalización”.

Fotograma de las tomas que hizo en Oviedo el equipo de reporteros de Hearst el 2 de noviembre de 1936, tras la entrada de las columnas gallegas en la capital. ARCHIVO DE WILLIAM RANDOLPH HEARST. UNIVERSIDAD DE CALIFORNIA LOS ANGELES. GRABACIONES INEDITAS. GUERRA CIVIL EN ASTURIAS

Un soldado ante la catedral de Oviedo, tras la entrada de las tropas franquistas en la capital en 1936, grabado para los noticieros de Hearts / Fotograma/metraje cedido por The UCLA FM film and Televison Archive en colaboración con The Packard Humanities Institute. Para más información, visite newsreels.net

Entonces le dieron un ordenador “donde estaban todas las imágenes, las escenas desordenadas de cualquier manera”. Y así comenzó un trabajo de aire y procedimientos detectivescos: Ribelles, como un forense de la historia, se dedicó a identificar dónde habían sido rodadas aquellas imágenes, en qué fecha exacta, quiénes eran los personajes que aparecían allí y qué acontecimientos estaban reflejando. Allí estaban los noticieros ya montados pero sucintamente descritos, pero también los descartes, metros y metros de película donde aparecen verdaderas joyas. “Los noticieros son solo la punta del iceberg de lo que contiene el archivo, en el que no sólo está lo que rodaron los cámaras de Hearst, también metraje que compraban a otras agencias de distintos países”. Todo el material, no sólo el de la guerra civil española, puede verse online, en newsreels.net. Basta una búsqueda y, en el caso de los interesados en Asturias, un visionado de las imágenes relativas a la entrada de las tropas franquistas en Oviedo y en Gijón en 1937 para ser caer en la cuenta del valor histórico que han adquirido con el tiempo las tomas descartadas para aquellos noticieros.

En el edificio griego por fuera/monacal por dento del PHI hay un equipo de 12 personas encargadas de la restauración del metraje de los archivos de los noticieros de Hearst. No sólo se efectúa una restauración física de la película, después de hace un trabajo de digitalización en el que se mejora sustancialmente la calidad de la imagen. “Algunas películas se escanearon en 2016 y ahora que ha mejorado la tecnología se está haciendo una versión un poquito mejor”, apunta Ribelles.

Fotograma de las tomas que hizo en Oviedo el equipo de reporteros de Hearst el 2 de noviembre de 1936, tras la entrada de las columnas gallegas en la capital. ARCHIVO DE WILLIAM RANDOLPH HEARST. UNIVERSIDAD DE CALIFORNIA LOS ANGELES. GRABACIONES INEDITAS. GUERRA CIVIL EN ASTURIAS

Fotograma de las tomas que hizo en Oviedo el equipo de reporteros de Hearst el 2 de noviembre de 1936, tras la entrada de las columnas gallegas en la capital. / Fotograma/metraje cedido por The UCLA FM film and Televison Archive en colaboración con The Packard Humanities Institute. Para más información, visite newsreels.net

El grado de detalle es tal que se produce un escalofriante efecto de cercanía en el espectador. Ya no son personajes con la textura cinematográfica del pasado. No son figuras del pasado. Podríamos encontrar esas mismas caras hoy, al salir a la calle. “La calidad de esas grabaciones es absolutamente perfecta”, dice Ribelles. “Ahora, por ejemplo, estoy pensando en esa imagen tomada en Oviedo, con ese hombre que está bebiendo café en la Estación del Norte, donde hasta puedes ver la suciedad de las uñas. Las imágenes aportan mucha información: ves a esos soldados cargados con todo, con los platos de peltre y la cuchara de metal comiendo delante de las cámaras de cualquier manera y el matarife ahí al lado, matando los corderos y luego a la olla… Ves el sufrimiento de la población…”

Dada la cantidad, la calidad y relevancia de todo el material (están recibiendo muchísimas visitas en la web procedentes de España), uno de los proyectos que se está planteando los responsables del archivo es la creación de una página web específica para todo el material, ordenado ya, relativo a la Guerra Civil española, y donde se puedan hacer búsquedas concretas por los personajes que aparezcan, por escenarios…

Mientras tanto, Silvia Ribelles continúa su labor de detective de la historia, tratando de identificar cada edificio, cada personaje, cada paisaje y episodio. Algo que le está facilitando la tarea es que, siguiendo la operativa habitual de aquellos cámaras, aparecen muchos edificios del centro de las ciudades que hoy todavía siguen en pie, lo que está permitiendo a la historiadora ovetense identificar hasta los números de los portales ante los que fueron tomadas las imágenes.

“Raramente aquellos cámaras salían al extrarradio. Aunque hay escenas. Por ejemplo, en Salamanca hay una escenas grabadas en un barrio muy pobre, Pizarrales, donde fueron a grabar la llegada del embajador alemán a inaugurar lo que llamaban las ‘cocinas de invierno’, el antecedente del Auxilio Social de Falange. Esas escenas son interesantísimas porque te dan una idea de cómo eran las ciudades entonces, como era ese pequeño núcleo de Salamanca y luego cuatro casas a su alrededor y luego el campo. Ahí se ve esa diferencia entre la España urbana y la rural. La verdad es que estoy aprendiendo una barbaridad”.

No siempre Silvia Ribelles logra la identificación total: “Ahora mismo acabo de etiquetar las imágenes tomadas en Gijón y una cosa que se me resiste es dónde estaba el Batallón de Dinamiteros número 1 de Gijón. Son unas escenas que se grabaron el mismo día que entraron las tropas (sublevadas) en Gijón (21 de octubre de 1937), todavía están colgados de las ventanas las sábanas blancas, los carteles de UGT y CNT”. Poco a poco identificando cada imagen. Lleva más de 300 páginas de descripciones. “Ahora estoy en noviembre de 1937 y estoy a punto de meterme en la batalla de Teruel”.

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-De todo lo que está viendo, hay algo que le haya impactado especialmente. ¿Qué sensación le está produciendo ese viaje a la Guerra Civil?

-Pues, al ver estas películas, lo que a mí más me viene a la mente es… la palabra esperanza. Ver cómo estábamos hace ochenta años. El país, ¡dios!, devastado, Oviedo, Madrid, Barcelona… El país entero devastado y una sociedad completamente rota y, sin embargo, hemos conseguido llegar a la democracia, a un estado política y económicamente más bonancible para todo el mundo. Entonces me digo: hay esperanza. Ojalá todas estas personas de Ucrania o de Gaza tengan también esa suerte y puedan salir de ello. Aunque al ver esas películas también pienso en el sufrimiento que hubo en los dos bandos, en cómo estábamos tan separados. Y pienso en los políticos, en lo que dicen y en cómo nos intentan separar, enfrentar. Porque muchas veces los políticos son los que nos empujan a eso y esa polarización que nos llevó a algo tan brutal. Veo esas películas y me digo: ahora estamos así de bien, así que toquemos madera.

Anuncio, en un céntrico refugio de Oviedo, en la calle Jovellanos, en 1936, de la inminente salida del primer número de La Nueva España.

Anuncio, sobre la puerta de un céntrico refugio de Oviedo, en la calle Jovellanos, en 1936, de la inminente salida del primer número de La Nueva España. / Fotograma/metraje cedido por The UCLA FM film and Televison Archive en colaboración con The Packard Humanities Institute. Para más información, visite newsreels.net

-Ya que menciona a los políticos y la polarización. ¿Qué tal está llevando estos vertiginosos meses de trumpismo?

-Pues no se sabe porque este hombre un día dice “dos” y el otro día dice “uno”, un día le da el viento por aquí y otro por allá. Yo creo que no tiene absolutamente ningún tipo de plan. Cero plan. Aquí todo el mundo está muy desconcertado. Lo que más rabia que es roda esa gente que decidió no votar a Kamala porque les parecía tremenda y, al final, Trump ganó las elecciones por eso. Pero, mira, yo creo que hoy ya hay gente que votó a Trump que se arrepiente. Creo que Trump no tenía ningún plan y nunca lo tuvo, pero también es cierto que no ha engañado a nadie. Porque anunció que iba a poner aranceles. Pero no puedes pretender poner aranceles y que, de un día para otro, se levanten aquí unas fábricas donde se hacen chips o medicamentos. De un día para otro, no puede ser cuando ha llevado muchos años que los hagan en China o en otros lugares. Y ahora nos va a subir el precio de todo. La gente no se da cuenta de que sólo lo vamos a pagar los consumidores. Es lo que la gente no entiende.

Silvia Ribelles trabajando en la sede del PHI en la stoa de Santa Clarita.

Silvia Ribelles trabajando en la sede del PHI en la stoa de Santa Clarita. / .

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