Hablan profesores asturianos en EEUU sobre la presión de Trump a las universidades: "Está en juego la libertad"

Aumenta la presión de Donald Trump a las universidades estadounidenses y la preocupación de los profesores asturianos en EEUU. La secretaria del departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés), Kristi Noem, anunció este miércoles la cancelación de una ayuda de 2.700 millones de dólares a la Universidad de Harvard y exigió un registro detallado de "actividades ilegales y violentas" de estudiantes extranjeros. Esta última acción se une a una escalada de presión de la administración de Trump contra las Universidades. El DHS declaró en un comunicado que la Universidad de Harvard "no es apta para recibir fondos públicos", por lo que congela el envío de dos subvenciones que ascienden a más de 2.700 millones de dólares.

Junto al aviso de cancelación de ayuda, Noem exigió en una carta enviada a la institución "registros detallados sobre las actividades ilegales y violentas de los titulares de visas de estudiantes extranjeros de Harvard antes del 30 de abril de 2025", agregó el DHS. En caso contrario, la Universidad "se enfrentará a la pérdida inmediata de la certificación del Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio (SEVP, por sus siglas en inglés)". "Con la ideología antiestadounidense y pro-Hamás contaminando su campus y sus aulas, la posición de Harvard como institución de educación superior de primer nivel es un lejano recuerdo. Estados Unidos exige más de las universidades que dependen del dinero de los contribuyentes", indicó Noem en el escrito.

Estos son los segundos fondos que rechaza otorgar el Gobierno de EE.UU. a la institución universitaria más antigua del país, después de que el presidente Donald Trump vetase el pasado lunes una dotación de 2.200 millones de dólares por rechazar una demanda que instaba a poner fin a sus programas de diversidad.

"Ningún gobierno debería dictar a qué puede enseñar una universidad privada, ni a quién deben admitir o contratar, o qué áreas de estudio o investigación se pueden perseguir", indicó el presidente de Harvard, Alan Garber, en una nota a los miembros de la universidad.

Hablan los profesores asturianos con relación con EEUU

Profesores asturianos con relación con EEUU, consultados por LA NUEVA ESPAÑA, advierten de la situación preocupante de las instituciones académicas desde el regreso de Trump a la presidencia. Varios docentes que viven en el país americano prefieren no opinar, debido a la tensión. Otros simplemente optan por hacer una descrición de la situación.

Nuria Hernández es profesora titular de Economía Aplicada de la Universidad de Oviedo y se encuentra en Harvard realizando una estancia de tres meses. "La situación es muy compleja, en Harvard hay mucha irritación, controversia y desconcierto por unas medidas tan estrictas y contundentes", asegura. "Se trata de un conflicto que trasciende a Harvard y que está siendo seguido muy de cerca por otras universidades del país", indica la profesora, que resalta que la Universidad de Harvard "se percibe un clima de inquietud y de reflexión profunda". De hecho, añade, "profesores de distintas disciplinas han expresado en medios como la Harvard Gazette su preocupación por lo que consideran una amenaza a los principios fundacionales del sistema universitario estadounidense".

La administración de Trump considera a buena parte del entorno académico un instrumento cómplice con políticas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI) y la llamada agenda 2030, repudiada por el presidente republicano. Hernández asegura que "algunos sectores del profesorado reconocen que ciertas prácticas asociadas a estos programas pueden haber derivado en rigideces o desequilibrios, la mayoría coincide en que la vía para abordarlo debe surgir del diálogo académico y no de imposiciones externas". Y añade: "Lo que está en juego no es solo un desacuerdo político, sino la definición del modelo de universidad en una sociedad plural, democrática y en tensión constante entre libertad, inclusión y autonomía".

Cristina Valdés, exdecana de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Oviedo, es la Delegada del Rector para el Real Colegio Complutense en Harvard y para América del Norte y el próximo 7 de mayo viajará a Harvard. "La Universidad de Harvard siempre ha destacado por ejercer la libertad académica, y su carácter elitista lo ha marcado la diversidad de personas que conforman su comunidad intelectual, que destacan por la defensa del debate, por el pensamiento libre y por dar voz a todos sus miembros. En estos momentos, Harvard está mostrando su capacidad de respuesta dando voz a quienes piensan diferente de quien ejerce el poder económico y político porque intelectualmente y económicamente puede echar ese pulso. Hay que estar pendiente de lo que suceda", advierte.

Marián González Rúa, profesora igualmente del departamento Filología Inglesa, Francesa y Alemana de la Universidad de Oviedo, acaba de regresar a Asturias desde Cambrigde, donde se encontraba con una beca de investigación tras un mes y es muy contundente respecto a la situación académica en EEUU por las últimas medidas de Trump, "un ataque directo a la libertad académica y a los valores fundamentales de instituciones como Harvard". Según González Rúa, esta situación "no sólo a la propia universidad, sino también a quienes mantenemos una estrecha relación académica con ella, como la Universidad de Oviedo". Y lo lamenta así: "La colaboración entre ambas instituciones, se basa en el intercambio de conocimientos y en el respeto mutuo por los principios de libertad y autonomía, que ahora se ven amenazados. Estas acciones no sólo son inconstitucionales, sino que también ponen en riesgo la esencia misma de la educación superior, la cooperación internacional y el avance del conocimiento global".

Esta profesora, que está realizando una investigación relacionada con la inteligencia artificial, pide unión a la comunidada académica, para rechazar cualquier forma de injerencia política que vulnere estos principios". Su reflexión pone el foco en lo que está en juego, con trascendencia más allá de EEUU, incluso para Europa: "Lo que está en juego es un modelo de universidad abierta, crítica y comprometida con la justicia social, al que aspiramos en todo el mundo. Me resulta especialmente preocupante vivir de cerca cómo decisiones políticas pueden condicionar la libertad de pensamiento, el debate crítico y la inclusión, pilares esenciales de cualquier universidad comprometida con el bien común", finaliza.