El Centro Asturiano de Málaga cumple 50 años (y su presidenta tiene una historia singular que tiene que ver con el fútbol)

"La implicación de los socios es muy fuerte", asegura Rosana Sande, dirigente de la institución, hija de Evaristo Sande, exjugador del Oviedo

Socios del Centro Asturiano de Málaga, en una de las fiestas

Socios del Centro Asturiano de Málaga, en una de las fiestas

Xuan Fernández

Xuan Fernández

Desde hace dos años, Rosana Sande (Oviedo, 1964) preside el Centro Asturiano de Málaga. Teniendo en cuenta su vitalidad, energía y asturianía, no sorprende. "En el Centro hacemos de todo, muchos tipos de actividades, pero nos volcamos en lo gastronómico, que tiene mucho tirón. Replicamos todas las fiestas de Asturias", explica. Por ejemplo: en Torremolinos, donde se ubica la sede del Centro Asturiano, se celebran los güevos pintos, les comadres o el Antroxu. Hay 100 socios y subiendo. "La implicación es muy fuerte, cada vez más, la gente responde", asegura Sande, que está preparando los últimos detalles de una de las fiestas más esperadas por los cien socios que tiene el Centro. El próximo 17 de mayo se celebrará, en el Palacio de Congresos de Torremolinos (13 horas), la celebración del 50 aniversario de la institución. "Contaremos con un gran programa, con mucha música, gastronomía y sorpresas que estamos preparando", destaca la presidenta, que espera con ganas la gran cita.

Rosana Sande, ayer en Málaga con una foto de su padre de jugador y un folleto promocional de la Liga 62-63. | X. F.

Rosana Sande, en Málaga con una foto de su padre de jugador y un folleto promocional de la Liga 62-63. | X. F. / Xuan Fernández

Puede decirse que Sande, ahora dirigente, que tiene un marcado acento andaluz, es asturiana por casualidad, tiene mezcla andaluza y también un toque argentino. Es hija de Evaristo Sande, un futbolista argentino que jugó en el Real Oviedo a finales de los años cincuenta y que luego ficharía por el Málaga. Vistió la camiseta azul durante tres temporadas, pero en la memoria colectiva de la afición ovetense quedó su profunda amistad con Sánchez Lage, para muchos uno de los mejores jugadores de la historia del Oviedo, que fue un talentoso centrocampista. Evaristo Sande fue el mejor amigo de Sánchez Lage en Asturias: compartió piso con él en Oviedo y eran como hermanos.

La propia Rosana Sande recuerda cómo Sánchez Lage, siendo ya un anciano, se echó a llorar cuando la conoció, y está le dijo quién era su padre. El padre de la actual presidenta del Centro Asturiano de Málaga conoció a una asturiana cuando era jugador, María Esther Álvarez, con la que se casó. Rosana fue la segunda en llegar, después de su hermano, y nació en Oviedo, aunque por aquel entonces Evaristo ya había fichado por el Málaga, donde hizo carrera antes de retirarse. Allí es una institución.

Rosana hizo desde entonces su vida en Málaga, con dos hijas y una nieta, las tres socias del Centro Asturiano, aunque nunca perdió su vinculación con la región. Va cada verano, sigue muy atenta la actualidad y ve la región como un sitio ideal para vivir. Casa no le falta: es propietaria de un piso en Oviedo, en la zona de El Campillín, a donde se escapa cada vez que puede. Ahora, el Centro Asturiano le roba algo más de tiempo.

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