El renacer del Sporting

El Sporting jugó en un día poco habitual, Viernes Santo, pero El Molinón respondió como en las grandes ocasiones. Ambiente festivo, buen fútbol y una victoria clara por 3-1 ante el Mirandés, que sólo pudo maquillar el marcador en los últimos minutos del añadido. Un resultado que va más allá de los puntos: el equipo ha cambiado, y la afición lo siente.

Con Garitano al mando, el Sporting parece otro. Más vertical, más intenso, más eficaz. César Gelabert, que en muchos tramos de la temporada estuvo intermitente, ahora brilla con luz propia. Suma tres goles en dos partidos y parece haber encontrado, al fin, su sitio. Garitano ha sabido colocar a cada jugador en su lugar y sacarles rendimiento.

Otra de las grandes noticias fue el regreso de Cote al once. Su zurda sigue siendo un lujo para esta categoría, y su liderazgo, más allá de lo futbolístico, se nota. Atrás quedaron meses de ausencia —quizás por discrepancias con Albes— y ahora vuelve a sumar desde la titularidad. Cuando él está en el campo, las opciones ofensivas por la banda izquierda se multiplican.

Este partido cayó en pleno periodo vacacional para muchos. Un Viernes Santo con sabor a playa para gran parte de la afición, pero también con olor a fútbol. El Molinón vivió una tarde de las que se disfrutan, con un equipo que ilusiona y una grada que se reencuentra con su equipo. Duele pensar que esta versión del Sporting llega tarde. Con solo seis jornadas por delante y una desventaja de once puntos respecto al playoff, el sueño parece inalcanzable. Y sin embargo, surge inevitablemente la pregunta: ¿qué hubiera pasado si Garitano hubiera llegado cinco o seis jornadas antes?

Además, esta victoria no solo sirve para ilusionarse, sino también para alejar fantasmas. El Sporting se coloca ocho puntos por encima del descenso, con el goal average ganado frente a sus rivales más directos. Ni el Zaragoza, ni el Eldense lograron ganar esta jornada, lo que deja al equipo rojiblanco en una posición más tranquila de cara al tramo final. La amenaza del sufrimiento ha quedado atrás y eso también es un pequeño triunfo.

Desde México, como siempre, uno sigue al Sporting desde donde puede. Y entre vuelos y crónicas, otra buena noticia llegaba: A pesar de quedar eliminados de la fiesta grande del futbol Mexicano, -La Liguilla- Djuka se convirtió en el primer campeón de goleo en la historia del Atlas. Aunque comparte el título con el portugués Paulinho (Toluca) y el colombiano José Zúñiga (Xolos de Tijuana), nadie antes en el club rojinegro había logrado ese reconocimiento. Además, fue el que más asistencias repartió. En una competición FIFA, sería el campeón absoluto. Quién sabe qué habría pasado si hubiera seguido en Gijón, justo en una posición donde tanto se ha sufrido esta temporada. Pero esas respuestas no existen. Lo que sí es seguro es que Djuka ha dejado su huella en la capital mundial del Mariachi.

Ahora toca una prueba de fuego: visitar al Cádiz en el Nuevo Mirandilla. Un campo complicado y un rival exigente, que servirá para medir el verdadero avance de este Sporting renacido. Además, Garitano tiene por delante un tiempo valioso. Podrá conocer más a fondo la plantilla, detectar necesidades y, junto a la dirección deportiva, construir un equipo más completo. Porque si algo ha dejado clara esta temporada es que la falta de refuerzos adecuados pesó demasiado.

El objetivo del ascenso se aleja, pero el horizonte parece más claro. Con trabajo, tiempo y buenos fichajes, este equipo puede volver a ilusionar. Y quién sabe, quizás la próxima temporada sea por fin la nuestra.