Pídele cuentas a Enol: la aventura del cantante asturiano que va caminando desde Madrid a Gijón por "morriña"

"La idea de esta caminata salió un día de mi cabeza en Navidades, cuando tenía que regresar a Madrid", asegura el compositor, residente en la capital

Acompañado por su cámara, Enol hace 50.000 pasos diarios y salió el pasado sábado desde la Puerta del Sol

Enol, durante su caminata

Enol, durante su caminata

Xuan Fernández

Xuan Fernández

Como el minero de la película Pídele cuentas al Rey, interpretado por Antonio Resines, el cantante mierense Enol (1998) también se ha puesto a andar. En su caso, al revés: el minero lo hacía desde Asturias hasta Madrid, para exigir al Rey unas condiciones dignas de trabajo en plena caída de la minería. Enol, que vive en Madrid, no es minero, aunque sí lo fueron sus abuelos. Su marcha de Madrid a Asturias nada tiene que ver con una reivindicación laboral, pero el artista destaca que el arraigo asturiano sí está muy presente en esta aventura, en la que le acompaña su cámara, Daniel Iglesias, gijonés.

"En enero, después de las vacaciones, tenía que volver a Madrid y me invadió la morriña, ese sentimiento que creo que compartimos todos los asturianos que vivimos fuera. Si fuese por nosotros, no estaríamos fuera, estaríamos en Asturias, pero por diferentes motivos, la mayoría laborales, tenemos que irnos", destaca Enol, un reconocido cantante de pop que mezcla muchos otros estilos.

"La idea de meternos esta caminata salió sola de mi cabeza, sin más explicación, y se lo dije a Dani, que le pareció bien. Empezamos a prepararlo y tampoco entrenamos mucho, pero sí caminamos más", detalla. Enol y Dani salieron de la Puerta del Sol el sábado pasado, equipados con sacos de dormir, esterillas, mudas de ropa y algunos geles y agua. Por delante tenían más de 500 kilómetros.

La preparación de la ruta no supuso mucho trabajo extra ni una planificación excesiva. "Lo miré en Google Maps y vamos puliendo sobre la marcha, para evitar carreteras y tramos largos. La autopista ni la vemos", explica. Van pueblo por pueblo, duermen en hostales y albergues, y caminan al día unos 35 kilómetros. El cámara de Enol lleva reloj inteligente que cuenta los pasos: hacen más de 50.000 al día. "Lo llevamos bien, aunque hubo días complicados. Al segundo día me salió una ampolla en el pie y pensé que se liaba", cuenta el cantante.

La peripecia de Enol está narrada a diario en sus redes sociales, con vídeos y fotos de la aventura. Uno de los vídeos, entre TikTok e Instagram, acumula ya dos millones de visitas. "Esto pilló un seguimiento que ni de lejos esperaba. Me llegan mensajes de mucha gente y lo bonito es que se sienten identificados con el sentimiento asturiano que está fuera. Me escriben personas mayores que sienten la misma morriña que yo".

El artista asturiano, residente en Madrid desde septiembre de 2021, insiste en que trabaja siempre con un ojo en el Principado. "Cuando llegas a Madrid eres el raro, el del acento gracioso, el de ‘pila’ o el de ‘guaje’. Desde el principio de mi carrera he intentado hacer cosas para que la gente de Asturias sienta que se pueden hacer grandes cosas siendo de la tierra. A mí todo el mundo me decía que me tomase la música como una afición y yo me lo tomé como un trabajo: ahora vivo de ella. Para mí, esta caminata es una manera más de poner en valor lo que se puede hacer siendo de Asturias", explica Enol, que nació en Mieres, pero muy pronto se fue a vivir con sus padres al barrio del Natahoyo, en Gijón. Años después, ya consagrado como cantante, se fue a Madrid. "Está todo (en Madrid), los estudios, los productores...Todo. Incluso mucha gente de Barcelona está empezando a irse a Madrid. No queda otra que estar aquí", opina Enol, seguidor del Sporting, que el año pasado compuso "Es mi Gijón", una canción dedicada al equipo y a la ciudad.

Conoce a otros asturianos como tú

Los dos asturianos están ahora cerca de Valladolid y no saben cuándo llegarán a Asturias. "El peor día fue el miércoles, nos cayó una trombada de agua tremenda", se lamenta el cantante. También hubo otros contratiempos, como cuando no pudieron quedarse a dormir en un albergue de peregrinos al no tener la certificación. "Tuvimos que seguir hasta el siguiente pueblo", detalla. De momento, no han tenido que quedarse ninguna noche a la intemperie. Enol planea llegar a Asturias en unos días, abrazar a su abuela, a sus padres y pasar unos días con los amigos. Después regresará a Madrid. Eso sí, en coche.

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