La búsqueda del soldado soviético olvidado en Laviana: Vicente Blas Almodóvar quiere descansar en paz con su familia
La familia del manchego Vicente Blas Almodóvar, que luchó en la Guerra Civil y luego combatió por Europa en una unidad del Ejército Rojo de sabotaje tras las líneas alemanas, urge al Principado a poder recuperar sus restos mortales, enterrados sin nombre en la fosa común de El Condao
Blas Almodóvar fue abatido en 1950 en Asturias, en la emboscada al grupo de guerrilleros liderado por Manolo Caxigal, después de haber sido enviado por la dirección del PCE para reforzar a los últimos maquis comunistas que todavía seguían combatiendo
La familia pide al Principado que incluya la fosa de El Condao en el plan de exhumaciones para este año y advierte que el terreno pertenece al Arzobispado, que podría necesitar ocuparlo "y entonces los restos acabarían en un osario"

Por la izquierda, Vicente Blas Villaoslada su tío Vicente Blas Almodóvar y la fosa común de El Condao.
Cuando tenía 18 años, Vicente Blas Villaoslada le prometió a su abuela Práxedes que descubriría qué había sido tras la Guerra Civil del mayor de sus seis hijos, Vicente Blas Almodóvar. Le perdieron la pista a aquel panadero comunista criado en la localidad manchega de Viso del Marqués cuando, después de mucho combatir a las órdenes del general Líster, marchó al exilio en 1939, como tantos republicanos derrotados por Franco. “Le dije que, fuese como fuese, daría con sus huesos o con su destino final”. La abuela Práxedes llegó a enterarse, por una carta que sorteó la censura, que su hijo estaba en Rusia luchando con el Ejército Rojo, pero murió sin saber cuál había sido su destino. Con el tiempo, el sobrino de aquel combatiente comunista logró reconstruir la biografía de Blas Almodóvar y, gracias a la ayuda de la historiadora ovetense Silvia Ribelles, supo de su tumba en Asturias: la fosa común del cementerio de El Condao (Laviana), donde yacen sus restos junto a los de otros seis integrantes de la legendaria partida de guerrilleros comunistas de Manolo Caxigal, caídos en una emboscada de la Guardia Civil en 1950. Todos descansan bajo una lápida de cemento y desmemoria dictada donde sólo aparecen las iniciales de tres de ellos. Vicente Blas Almodóvar es uno de los muertos anónimos. Su sobrino, Vicente Blas Villaoslada, un empleado jubilado del Metro de Madrid que también fue profesor de gimnasia, ya podría cumplir la promesa hecha a la abuela Práxedes: enterrar al hijo junto a su madre.

Vicente Blas Almodóvar / Imagen cedida por Vicente Blas Villaoslada
Podría. pero no lo consigue. Porque asegura que nadie atiende sus demandas. “No sé qué pasa. La iglesia, que es la propietaria del cementerio, parece que no pone inconveniente a la exhumación y yo lo solicité al gobierno del Principado ya en 2024, pero de momento nadie me ha respondido. Aunque solo sea por dignidad, es que no puede ser”, afirma Vicente Blas Villaoslada, quien subraya que el Gobierno del Principado anunció en febrero pasado un segundo plan de exhumaciones para desarrollar durante 2025. Por eso, la familia espera que la intervención en El Condao sea una de las exhumaciones del año. "Además, le pedimos al Principado que sea consciente de que el Arzobispado es el titular del suelo en el que se asienta la fosa. Así que, por circunstancias sobrevenidas, la diócesis podría determinar en cualquier momento la necesidad de ocupar estos terrenos, lo que implicaría que los restos de mi tío, de Caxigal y de sus hombres acabasen en un osario", afirma este manchego residente en Madrid que fue troskista de joven y que ha dedicado su vida a rescatar la memoria del hermano mayor de su padre. Una vida nada común.
Y las dos te la jugaste
La historia de Vicente Blas Almodóvar es la de un comunista que perdió la guerra con Franco y, aunque luego venció contra Hitler bajo la bandera del Ejército soviético, volvió a España para jugarse la vida en otra partida contra el régimen franquista. Y en Asturias, en Laviana, fue abatido por la Guardia Civil en la emboscada que les tendieron en La Ferrera el 7 de febrero de 1950, donde fueron cercados, acribillados y rematados. Blas Almodóvar llegó a Asturias enviado por la dirección del PCE. “Tenía como destino sustituir en la dirección política a Luis Montero ‘Sabugo’, que llevaba meses pidiendo su relevo por problemas de salud y terminó siendo detenido, lo que propició la caída del campamento guerrillero. En los pocos meses que estuvo en Asturias, destacó entre compañeros y enlaces por su gran preparación y su carácter afable”, explica el historiador Óscar Caso Roiz, buen conocedor de la guerrilla de la posguerra civil en Asturias.

Vicente Blas Villaoslada, sobrino del guerrillero comunista enterrado en la fosa de Laviana. / .
Rebuscando para comer
Blas Almodóvar se había criado en la localidad manchega de Viso del Marqués. Allí comenzó su militancia política. Poco antes de ser enviado a España, y a modo de autoexamen para el partido, escribió su propia reseña biográfica, que ahora está en el archivo del PCE. Ahí, de su puño y letra, cuenta que creció “en un ambiente político de izquierdas” y en una “situación económica de enormes necesidades, pues el único jornal que entraba en mi casa eran 4,5 pesetas para 8 personas”. Por eso, desde bien niño relata que “tenía que ir a rebuscar a las huertas, a por leña al hombro y a los cotos a por bellotas para comer. Aquí conocí la Guardia Civil, que nos llevaba a paso de caballo con las bellotas a cuestas 4 o 5 kilómetros y luego nos las quitaban y las tiraban al suelo”. De niño lo detuvieron dos veces “por ir a buscar algo para comer”. “Y hasta los 14 años no estrené un traje”, añade.
“Pasaron muchas calamidades”, resume el sobrino. “Yo me llamo Vicente, como mi tío, algo que llevo con mucho orgullo. El nombre él lo arrastró de su abuelo. En cambio, mi abuelo, el padre de mi padre y de mi tío Vicente, se llamaba Francisco. Se casó con mi abuela Práxedes, que era del Viso del Marqués, pero tenía familia en Las Navas y allí conoció mi abuelo. Mi abuelo trabajaba en una subestación en mi pueblo porque el marqués de Cubas lo llevó allí; pero igual que lo llevó, lo echó, porque tenía una recomendación más gorda. Mi tío, desde muy chiquitín, trabajó de panadero y ya vio un poco las injusticias que se cometían con los obreros. Ese fue un poco el principio de la historia. Luego formó el partido comunista en el Viso del Marqués.”

Francisco Blas y su esposa Práxedes, padres del guerrillero enterrado en la fosa común de El Condao. / Imagen cedida por Vicente Blas Villaoslada
Primero con Líster, después atacando tras las líneas alemanas
Tras estallar la guerra, Vicente Blas Almodóvar acudió a Madrid a finales de septiembre 1936, donde se alistó en el Quinto Regimiento. Comenzó como responsable del partido en un batallón y terminó la guerra como comisario político de brigada. Luchó en todos los frentes de la guerra, siempre bajo las órdenes del general Líster. Pasó la frontera francesa el 9 de febrero de 1939 y a finales de abril, emigró a la URSS. En Moscú siguió trabajando como panadero y fue alumno de la escuela política Planiernaia, donde se formaban los cuadros españoles del Partido. Los datos aportados por Ribelles y Caso indican que cuando los alemanes invadieron la URSS en junio de 1941, Vicente se alistó en el Ejército Rojo. Combatió en la defensa de Moscú, dentro de la unidad de la NKVD (el Comisariado del Pueblo para Asuntos Interior, antedecente del KGB) cuya misión era defender el Kremlin, cuando los alemanes estuvieron a punto de tomar la capital de Stalin. Más tarde estuvo encuadrado en la OMSBON, iniciales de un cuerpo que podría traducirse como “Brigada motorizada independiente de fusileros de designación especial”. La 4ª compañía de esa brigada llegó a tener casi 500 comunistas españoles en sus filas. Era una guerrilla infiltrada tras las líneas alemanas. “Mi tío estuvo en muchos sitios, en Prusia Oriental, en Ucrania, en el Caucaso…”, apunta Vicente Blas Villaoslada.
Fue condecorado varias veces por sus acciones. Lo desmovilizaron en febrero de 1945 y siguió formándose en Planiernaia, incluso impartiendo clases de estructura política. Formó una familia con una mujer rusa llamada Anna Ivanova. Tuvo dos hijos nacidos en 1941 y en 1948, llamados José y Víctor respectivamente. “Él ya estaba casado en España”, apunta su sobrino Vicente Blas Villaoslada. “Se había casado con otra chica de mi pueblo que se llamaba Virtudes, pero no tuvieron hijos. Esa mujer se tuvo que casar con el paso de los años y hubo que pedir la partida de defunción. Se la dieron, claro, porque lo daban por desaparecido. Salió el edicto en el ABC y en el Boletín Oficial y se le dio por muerto”. De toda esa peripecia soviética, la familia sólo sabía por una única misiva: “El primer vestigio de eso que tuvimos nosotros de fue una carta que mi tío escribió a mi abuela. Las cartas las censuraban, pero resulta que se puso malo el que tenía la estafeta, y la persona que lo sustituyó era amiga de mi familia, y le dio la carta a mi abuela”.

Vicente Blas Almodóvar con su esposa rusa Anna Ivanova y sus dos hijos, José y Víctor. / Imagen cedida por Vicente Blas Villaoslada
El hombre tranquilo regresa a España
La vida del condecorado Blas Almodóvar podía haber seguido su curso en la URSS de Stalin, pero había dejado en España una guerra por ganar. “En 1949 el Partido lo llamó para entrar en España clandestinamente. A los ojos del partido tenía aptitudes, era un tenaz y obediente comunista. Así se definía en un autoexamen enviado a la dirección del PCE, poco antes de regresar a hacerle la guerra a Franco. “No soy débil de carácter ni me dejo influenciar fácilmente, soy un poco desconfiado”. A continuación: “Jamás tuve espíritu dominante. La crítica y autocrítica las acepto con agrado, pues estoy convencido de que no puede ser comunista aquel que nos las acepte”. En la misma autobiografía dice que no es una persona rencorosa, que tiene gran predisposición para ayudar a los camaradas, que sus puntos de vista los defiende con tenacidad y que es “intransigente” si responden a los problemas de principio y a los intereses del partido”. “Soy muy tranquilo y domino bien mis nervios tanto mejor cuanto más crítica sea la situación”. Es más: “Soy un poco despreocupado y un poco desorganizado, contra lo que lucho continuamente”. Eso, sí para las “cosas del partido (…) me concentro al máximo sin que me hayan tenido que llamar nunca la atención”.
“En julio llega a Francia, donde estuvo en la escuela guerrillera y en noviembre entra en España a través de los Pirineos, caminando”, detalla Oscar Caso en una breve reseña biográfica del combatiente comunista. “Llegó a Asturias como el elegido por el Buró Político para sustituir a Luis Montero ‘Sabugo’ en la tarea de reconstruir el PCE en la región”. Inmediatamente, se incorporó al grupo guerrillero de Manolo “Caxigal”. Su tarea duró poco, el 7 de febrero de 1950 fue abatido junto a “Caxigal” y cinco hombres más en el asalto de su campamento de La Ferrera (Laviana, Asturias), a cargo de la Guardia Civil.

La escuela Platernaya, donde Vicente se formó políticamente en la URSS / Imagen cedida por Vicente Blas Villaoslada
Un poco de contexto
Vicente Blas llegó a una Asturias, en 1950, en un momento en el que todavía quedaban guerrilleros activos “principalmente en las Cuencas Mineras y dependiente directamente de la dirección PCE en el exilio”, apunta Caso Roiz. “La guerrilla socialista había abandonado Asturias en barco en octubre de 1948, tras los asesinatos extrajudiciales del Pozu Funeres, que llevó a la dirección socialista en el exterior a extraer inmediatamente a sus hombres de Asturias”, añade.
El PCE mantenía un brazo armado en la región “a pesar de las órdenes de Stalin de abandonar la lucha armada y dirigir los esfuerzos hacia la agitación social en fábricas y calles”. Al mando de ese brazo armado estaba Manolo “Caxigal”, “que se mantenía fugado desde octubre de 1937, lo que le confería una gran ascendencia sobre el resto de guerrilleros”, detalla Caso. “A partir de 1945 se habían ido uniendo a la guerrilla jóvenes que no habían hecho la guerra y que poco a poco empezaron a discrepar con la dirección en el exilio”.
Había tres motivos para la discrepancia. Por un lado “la negativa del PCE de facilitarles la salida de España, ni siquiera para periodos de reposo”, explica Caso Roiz. Además, “los jóvenes guerrilleros autóctonos se sentían ninguneados por la dirección del PCE, que tomaba decisiones operativas sobre Asturias sin contar con ellos”. Por último, tampoco estaban contentos con “el envío a España de guerrilleros desde el exilio, que venían a imponer las tesis de la dirección exiliada y a imponer autoridad sobre los jóvenes y rebeldes autóctonos”.
Todo empezó a desmoronarse en enero de 1948, “cuando dio sus frutos una infiltración policial en la guerrilla comunista que supuso la caída de un importante número de efectivos y de enlaces”. Explica Caso Roiz que “para reponerse de ese golpe y de ese descabezamiento, la dirección del PCE envió a España a Luis Montero “Sabugo” en mayo de 1948, con la idea de recomponer la organización y ofrecer orientación política a los restos de una guerrilla cada vez más mermada y dividida”. “Sabugo”, según detalla este estudioso en la guerrilla antifranquista, “era un cuadro destacado del Partido que tras salir de España al final de la Guerra Civil, combatió en la resistencia francesa a los nazis y acabó capturado y deportado al campo de concentración de Mauthaussen, de donde consiguió salir con vida al final de la II Guerra Mundial. Lo que iba a ser una estancia corta en España debido a los problemas de salud que arrastraba a causa de su cautiverio, se alargó innecesariamente durante 18 meses hasta ser capturado por la Guardia Civil en Gijón a finales de enero de 1950”. Su frágil salud impedía a Sabugo llevar adelante su labor: después de un año de pedir a la dirección comunista que lo sacase de España, al fin le llegó el relevo. Fue Vicente Blas Almodóvar. Sin saberlo, cruzó la frontera al encuentro con la muerte en Asturias.
Sabugo: cerrando el círculo
La mención a “Sabugo” en esta historia tiene su sentido pues fue una sobrina nieta de este guerrillero, la historiadora ovetense Silvia Ribelles, quien contribuyó a cerrar el círculo: a que la familia de Blas Almovódar conociera el paradero de sus restos y también que pudiera contactar con sus bisnietos residentes en Jimki, una ciudad a 20 kilómetros al noroeste de Moscú. Ribelles es, además, la autora de la biografía de Sabugo. “Cuando descubrí quien era Vicente, el guerrillero que estaba sin identificar que está en la fosa, removí Roma con Santiago hasta dar con su familia y les ayudé a localizar a sus primos rusos a través de la Asociación de Niños de Rusia y, más concretamente, con ayuda de Pablo Fernández Miranda”.

Maxsim e Ylia, dos de los bisnietos de Vicente Blas Almodóvar, que están residendo en España / Imagen cedida por Vicente Blas Villaoslada
El héroe sin pensión
Así, Vicente Blas Villaoslada, el sobrino, pudo reunir todas las piezas de un rompecabezas histórico que él ya había empezado a reunir por su cuenta. “Lleva 25 años indagando, he sido un ratón de biblioteca en el archivo del PCE”, reconoce. Han contactado con los primos rusos. De hecho, dos bisnietos del guerrillero están en España y están tramitando la nacionalidad española gracias a la ley de Memoria Democrática, la llamada “ley de nietos”. “Ellos tienen a su bisabuelo como un héroe”, afirma Vicente Blas Villaoslada.
También están deseando sacar a su antepasado del anonimato bajo el que está enterrado en El Condao. La losa del olvido no sólo cayó sobre él en España. En la URSS, aunque estaba condecorado, y tal y como explica la historiadora Silvia Ribelles, el Partido nunca notificó el fallecimiento a su esposa rusa, que se había quedado sola y con dos hijos. Tampoco a nadie de la familia. “En el caso de la esposa rusa, tuvo que esperar 20 años para poderse casar. Y al no haber fallecimiento, no recibió una pensión de viudedad”.

La fosa común de El Condao, con la placa en la que aparece identificados, solo con iniciales, tres de los guerrilleros abatidos. / Imagen cedida por Silvia Ribelles
Los siete de El Condao: a Blas lo identificó Carrillo
Nadie diría que, en la lápida, por llamarla de alguna manera, que encabeza la fosa común de El Condao, se resume tanta historia y tan dolorosa. Así lo explica el historiador Óscar Caso Roiz, gran conocedor de la guerrilla antifranquista en Asturias: “Se puede decir abiertamente que en la fosa de El Condado reposan los restos de víctimas representativas de los conflictos armados que asolaron Europa en el segundo tercio del siglo XX: milicianos republicanos, soldados del Ejército Popular de la República, Niños de Rusia, refugiados en Francia, miembros de la Resistencia Francesa y hasta un excombatiente del Ejército Rojo”.
Hay siete personas enterradas en esa fosa, aunque “en primera instancia, los servicios de información de la Guardia Civil identificaron a tres lavianeses”, explica Caso Roiz. Fueron enterrados el 8 febrero de 1950, después del asalto al campamento guerrillero ubicado en las proximidades del pueblo de La Ferrera, en el que murieron todos. En la lápida ni siquiera aparecen sus nombres, tan solo las iniciales de los 3 hombres identificados en primera instancia: M.D.G (Manuel Díaz González), A.M.R. (Ángel Martínez Rodríguez) y E.A.A. (Eloy Álvarez Alonso)
Los muertos fueron
-Manuel Díaz González "Caxigal", minero, miliciano del Batallón “Juanelo” y líder del grupo. Fugado desde octubre de 1937 (final de la Guerra Civil en Asturias).
- Eloy Álvarez Alonso "Ruso", niño de la Guerra, fue capturado por los nazis en territorio soviético y deportado a España, donde acabaría colaborando con la guerrilla y finalmente uniéndose a ella tras ser descubierto.
- Ángel Martínez Rodríguez. Enlace de la guerrilla, su carpintería de Gijón era nexo de unión entre la dirección del PCE en el exilio y los guerrilleros locales.
-El gijonés Roberto Montes Rodríguez "Cantinflas", otro niño de la Guerra con una historia común a la de Eloy “Ruso”. Fue identificado a los pocos días de la matanza por un sargento de la Brigadilla.
-Ovidio González Morán, "Simón el capataz de minas". Natural de Laviana, había regresado del exilio francés en un grupo de hombres conocido como “el grupo de los nueve”, enviado por la dirección del PCE en el exterior, para imponer sus tesis en Asturias, ya que un grupo de guerrilleros autóctonos estaban cuestionando seriamente las decisiones del PCE en el exilio. “En 1955 se inscribió en el Registro de Defunciones de Laviana, como fallecido ese día y en el mismo suceso”, explica Óscar Caso. Quien añade: “Creemos que esta inscripción tardía pudo deberse a las gestiones de su esposa por alguna necesidad legal (declaración de viuda, nuevas nupcias…”
-Vicente Blas Almodóvar (alias “Manuel Castaño” o "Blas") fue el último muerto en ser identificado. Desveló su identidad, posteriormente el propio Santiago Carrillo.
-“Negrete” es el séptimo muerto. De él sólo se conoce su alias. “También había recalado en Asturias en el grupo llegado desde Francia”, explica Caso Roiz. El PCE identificó a los fallecidos en un informe enviado por Eulogio (otro de los integrantes del “grupo de los nueve”) al Buró.
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