Juegos de cama para perros: el pintor ovetense Manu García debuta en una exposición individual en Madrid

El asturiano expone hasta el 20 de julio una muestra de imágenes íntimas, entre la abstracción y la figuración

Manu García, en su estudio

Manu García, en su estudio / Juan García Mendoza

Xuan Fernández

Xuan Fernández

El pintor ovetense Manu García, uno de los artistas asturianos con más proyección internacional, ha debutado en Madrid con su primera exposición individual en la capital, “Dog Bed Games” (Juegos de cama para perros), que se estrenó el pasado 6 de junio en la galería de Marc Bibiloni, que además es el comisario de la muestra. La exposición estará abierta al público hasta el 20 de julio. Exponer en la capital es un paso importante para García. Lo explica así: “Madrid es el sitio en el que está todo, el centro artístico donde hay más movimiento de galerías. Tener una muestra individual es una buena oportunidad para el futuro”. 

En Marc Bibiloni (calle Divino Vallés, 12) se pueden ver veinte pinturas y dos esculturas del artista ovetense realizadas tras el trabajo de un año desde su taller en Oviedo. “La imagen del perro aparece de forma recurrente en las obras, muchas veces de una manera literal o narrativa. Todas las piezas muestran imágenes íntimas, situaciones de intimidad de las personas. La cama es un elemento común en muchas de las obras”, asegura. También hay varias piezas que recrean un contacto más físico, como abrazos o besos, y a su vez encuentros que no se pueden dar, al existir una separación entre dos personas.

Una imagen de la exposición

Una imagen de la exposición / Santino Lamorte

 “Puede ser una mezcla entre la abstracción y la figuración. El perro tiene una actitud de desprejuicio, de juego. Y la idea de la cama es generar una situación de intimidad, de refugio”, destaca el artista. Refugio, prosigue García, “frente a todo el ruido externo e información sobre desgracias, catástrofes, problemas…Ante esa situación nos preguntamos, ¿qué puedo hacer yo? Pero es inabarcable. Podemos abarcar las situaciones de intimidad y yo pongo el foco en la gente que tengo alrededor”, asegura el ovetense, que ha intentado trasladar ese sentimiento de guarida a sus obras que expone en Madrid.

Manu García es uno de los artistas emergentes asturianos más internacionales, con experiencia en galerías de Dinamarca, Los Ángeles, Londres, Nueva York o París. Trabaja desde Oviedo para el mundo y dice que le ayuda. “Oviedo es mi ciudad, donde está mi gente, y es una ciudad tranquila, muy guay para poder mirar hacia dentro, porque no hay tanto estímulo externo. Se pueden hacer cosas desde la periferia, especialmente desde la pandemia, y estar presente”, asegura el pintor, que estudió Bellas Artes en Salamanca y además es saxofonista del grupo musical “Alberto y García”. 

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