Odisea en un viaje del Imserso a Canarias para 50 jubilados asturianos, atrapados en el aeropuerto: "Hay gente en silla de ruedas"

Esperaban un viaje tranquilo de vuelta a Asturias y llevan tirados en el aeropuerto de Las Palmas de Gran Canaria más de cinco horas. Casi cincuenta asturianos pertenecientes al Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso) están en un aprieto para regresar al Principado después de un viaje de varios días en Canarias, organizado a través del programa Turismo Social de esta institución.

Se trata de un grupo de jubilados de 48 personas, la mayoría con más de 70 años, que el 4 de junio volaron desde Asturias para pasar unos días en Las Palmas. El viaje fue bien, pero el problema llegó a la vuelta, una vez en el aeropuerto canario, tirando de las maletas y con ganas de volver a casa.

"Llegamos al mostrador de la compañía (Volotea) y nos dijeron que no estábamos apuntados en ese vuelo, que ya estaba completo", explica Francisco Martín, ovetense de 78 años, y uno de los miembros del grupo. Su enfado, desde entonces, no ha hecho más que ir "in crescendo".

Un fallo con el sistema del Imserso los dejó en tierra

En los viajes organizados del Imserso no hay tarjeta de embarque sacada previamente, siendo este el modo habitual en los viaje individuales, cuando los usuarios llevan su billete en su móvil o impreso en papel antes de llegar al aeropuerto. En este caso los pasajeros tienen que acudir al mostrador de la compañía correspondiente, dar la documentación, sus datos, y recoger entonces su pasaje.

"Creemos que el vuelo ni se contrató", razona Martín. Miembros del grupo llamaron a los responsables del Imserso. "Nos dijeron que no estábamos apuntados en el viaje y que lo iban a intentar solucionar", indica.

El resultado de esta peripecia es que llevan varias horas esperando en el aeropuerto. En el grupo hay personas que superan los 80 años, además de varios jubilados que "están en silla de ruedas". "De momento nos han dado un vale para que comamos un bocadillo. La gente está muy cansada y preocupada", destaca Martín.

La solución que ha dado el Imserso es subir a un nuevo avión, esta vez con destino Madrid, y viajar desde la capital a Asturias en autobús. Los jubilados están a la espera de poder subir a ese avión. El cansancio se acumula en sus cuerpos y desean, por fin, ver la luz al final del túnel de esta odisea de un viaje de placer que está acabando de manera infernal.