Los asturianos que vistieron y alimentaron a todo un país entran en el Archivo de Indianos: un valioso legado en República Dominicana
El Museo de la Emigración incorpora a su exposición el legado de los emigrantes a la República Dominicana, escasos en número pero muy relevantes por la posición que alcanzaron en la economía del país caribeño
La Quinta Guadalupe, en Colombres, acogerá el próximo 31 de octubre el izado de la bandera de República Dominicana, un acto simbólico de reconocimiento a los asturianos que se asentaron y echaron raíces en la isla de La Española

El encuentro del Rey con los asturianos en Dominicana. Por la izquierda, Ana Corripio Barceló, José Vitienes, Elena Villeya, el rey Felipe VI y otros representantes de la comunidad española en la República Dominicana, en el encuentro en la embajada española en Santo Domingo / efe / efe
Los asturianos emigrados a la República Dominicana no fueron muchos, pero se convirtieron en el grupo económicamente más influyente de todos los que llegaron al país desde España entre los siglos XIX y XX. Ahora, la memoria de su aventura personal y sus logros entra en el Archivo de Indianos. El próximo 31 de octubre la Quinta Guadalupe de Colombres volverá a encender su carga simbólica como faro que recuerda la gran gesta de la emigración asturiana a América. En los jardines del Archivo de Indianos-Museo de la Emigración, la bandera de la República Dominicana ondeará como signo de hermandad transoceánica y recuerdo permanente de los asturianos que cruzaron el Atlántico para dejar su huella en aquella mitad oriental de la isla de La Española. La ceremonia marcará, además, la apertura del espacio expositivo dedicado a la Fundación de la Inmigración Española en la República Dominicana (Finmiesp), una nueva sala que amplía la cartografía emocional del museo ubicado en la capital de Ribadedeva.

José Vitienes en la presentación de la fundación Finmiesp / .
El acto estará presidido por el empresario Francisco Rodríguez García, presidente de la Fundación Archivo de Indianos y por el empresario asturdominicano José Vitienes Colubi, presidente de la Finmiesp y con raíces asturianas. La jornada contará también con la presencia de numerosos representantes de la comunidad española en la isla, además de autoridades asturianas y miembros del patronato de la Fundación. La Finmiesp, además, de incorpora a la Asociación de Amigos del Archivo de Indianos, contribuyendo al sostenimiento de esta institución.
“Inauguraremos un espacio expositivo dedicado a la emigración asturiana a la República Dominicana que, como se sabe, no fue cuantitativamente tan importante como a otros destinos. Pero sí fue muy relevante cualitativamente”, explica Santiago González Romero, director del Archivo. Como ejemplo de esa relevancia cualitativa cabe citar, entre otros, a la familia Corripio, originarios de Cabranes, Piloña y Villaviciosa; una saga familiar que se ha convertido en una pieza clave de la economía dominicana con un grupo empresarial con unos 14.000 empleados y 40 compañías en todos los sectores.

Marcos Cochón Abud (segundo vicepresidente de Finmiesp), Manuel García Arévalo (vocal), Ana Corripio Alonso (vocal), José Vitienes Colubi (presidente). Antonio Pérez-Hernandez y Torra (embajador de España), Elena Viyella de Paliza (segunda vicepresidente), Juan Ramos Vicente (secretario), Fernando Armenteros Márquez (tesorero). / Finmiesp / Finmiesp
La semilla de este proyecto germinó precisamente en Colombres, durante una visita de José Vitienes Colubi al museo. Empresario de origen cabranés, vinculado familiar y sentimentalmente a Villaviciosa, Vitienes sintió que faltaba en el Archivo una referencia al país donde tantos asturianos —entre ellos sus antepasados— habían echado raíces. “En gran medida, la idea de Finmiesp está inspirada en la Fundación Archivo de Indianos, que se ha ocupado de hacer acopio de las historias de los emigrantes asturianos en América”, explicó en la presentación de la fundación que ha impulsado en la República Dominicana. Finmiesp se presentó oficialmente el 12 de septiembre de 2024 en la Embajada de España en Santo Domingo. Su propósito: reunir, catalogar y preservar la memoria de los inmigrantes españoles que contribuyeron al desarrollo del país caribeño desde mediados del siglo XIX, cuando comenzaron a llegar los primeros comerciantes gallegos y asturianos. La vicepresidencia de esta fundación recae en Elena Viyella de Paliza, también de orígenes asturianos y primera mujer en presidir tanto la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD) como el Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP). En su junta directiva figura además Ana Corripio Barceló.

Colmado de Francisco Lavandero en Santo Domingo, donde aparecen como dependientes Luis Prida, Ernesto Vitienes y Manuel González Cuesta, entre otros. / "Una historia compartida" / .
La huella decisiva de unos pocos
Para entender la importancia del vínculo que se hará relevante en Colombres hay que volver un siglo atrás. En 1926, un informe del consulado de Estados Unidos en Santo Domingo calculaba en más de mil los integrantes de la “colonia comercial de españoles” establecida en la República Dominicana, de los cuales la mayoría provenía de Galicia y Asturias. Era el reflejo de una emigración discreta en número, pero decisiva en la huella que dejó en el país.
El libro “Una historia compartida”, editado por la Embajada de España y la Fundación Corripio, reconstruye aquel flujo humano con precisión de archivo: “Se fueron estableciendo redes y cadenas migratorias caracterizadas por un alto componente de parentesco o vecindad, con fuertes vínculos familiares y lazos comarcales que se multiplicaron y consolidaron en ambos lados del Atlántico”.
Los asturianos llegaban, sobre todo, de Allande, Cabranes, Piloña, y pronto se especializaron en el comercio textil y de alimentación. Las calles de Santo Domingo se llenaron de tiendas con acento norteño: El Palacio, Sederías California, La Gran Vía, Almacenes Garrido, El Argüelles o La Ópera. “Los asturianos vistieron y dieron de comer” a todo un país. Lo hicieron y lo siguen haciendo. Por ejemplo, la presencia de la familia Corripio en todos los sectores del consumo -desde la alimentación, a los coches o los medios de comunicación- hace posible que la vida cotidiana en la República Dominicana se haga consumiendo exclusivamente productos distribuidos o fabricados por los Corripio.

Manuel Corripio y Sara Estrada / "Una historia compartida" / .
Negocios para la historia dominicana
La lista de establecimientos fundados por asturianos recorre la historia económica del país: la Casa Cerame, de los hermanos Carlos y Bonifacio Cerame; La Ópera, de Tomás López Bou y Tirso Ramos Flores; o Sederías California, de Vicente González y Braulio Fernández. Más tarde llegarían los supermercados La Cadena, La Sirena, los Almacenes Iberia o la zapatería La Favorita, fundada por el luarqués José Díez Méndez. Incluso el primer sistema de autobuses urbanos de Santo Domingo fue introducido por Celso Pérez, natural de Longoria (Belmonte de Miranda).
La emigración asturiana a la República Dominicana fue un fenómeno más cualitativo que cuantitativo, como recuerda González Romero. La influencia de sus protagonistas se multiplicó a través de dinastías empresariales que marcaron el desarrollo del país. Entre ellas destacan dos apellidos que resumen un siglo de historia compartida: Vitienes y Corripio.
Los primeros descienden de Francisco Lavandero González, de Niao (Cabranes), quien en 1912 llevó consigo a su sobrino Ernesto Vitienes Lavandero, entonces un niño de once años. Años después, Ernesto fundó con su hermano Emilio la Casa Vitienes, que en 1939 daría origen a la Jabonería Lavador, precursora de Industrias Lavador. Con el tiempo evolucionó hacia Mercasid, consorcio de referencia en el sector alimentario, en el que hoy participa José Vitienes Colubi, nieto del pionero. Los Vitienes son socios conjuntamente con las familias Bonetti y Armenteros. La empresa está presidida por Roberto Bonetti Guerra, socio fundador de Finmiesp, biznieto de Guerra Parra, español originario de Chiclana.
El otro linaje, el de los Corripio, partió también de Cabranes. Los hermanos Ramón y Manuel Corripio García llegaron a Santo Domingo en 1917 y 1921. Fundaron Corripio Hermanos y abrieron el camino que consolidaría y multiplicaría José Luis (Pepín) Corripio Estrada, natural de Arroes (Villaviciosa), con la creación del Grupo Corripio.
Recoger y proteger un legado
La Fundación FINMIESP quiere recoger ahora ese legado colectivo y transformarlo en conocimiento. Su primer proyecto es la digitalización de más de 2.000 documentos históricos, tanto públicos como privados, y la recopilación de testimonios orales para preservar la voz de los descendientes de aquellos pioneros. “Estamos acostumbrados a oír de héroes épicos —dijo Vitienes en la presentación de la entidad—, pero muy pocas veces se conocen las historias de los personajes anónimos que, con su labor diaria y tesonera, hicieron aportes importantísimos. Nuestra fundación se propone rescatar esas historias”.
El objetivo final es crear un archivo histórico y una base de datos digital al alcance de investigadores y familias, además de desarrollar exposiciones y publicaciones que den visibilidad a esa parte de la historia común. En palabras del propio Vitienes, se trata de “salvaguardar un importante patrimonio para las generaciones del futuro”.
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