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El homenaje a Asturias de Adela Cortina: "Por su 'cosmopolitismo arraigado', todo el Principado es el pueblo ejemplar"

La filósofa valenciana afirma que tras los acuerdos para Oriente Medio "es un deber moral de justicia apoyar las apuestas de paz también en Ucrania"

Adela Cortina.

Adela Cortina. / Luisma Murias

Con un pie firme en cada orilla del Atlántico, Adela Cortina proclamó que “Iberoamérica, en la que incluyo a Europa, es ya mi patria” y elogió el “cosmopolitismo arraigado" que a su vista caracteriza a Asturias “en su conjunto”, concluyó, como “el auténtico pueblo ejemplar”. La filósofa valenciana utilizó el galardón que todos los años entrega la Fundación Princesa de Asturias para extenderlo a “todo el Principado” por hacer compatible el “arraigo en su pueblo” con la apertura cosmopolita al mundo de una forma “nunca cerrada, nunca pacata”.

La pensadora, referente de la ética, “madre” del término “aporofobia” para referirse a la fobia al pobre o desfavorecido, apoyó su canto de amor a Iberoamérica en las letras escritas por Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes, Miguel Ángel Asturias, Vargas Llosa o Alejo Carpentier e hizo su particular repaso apresurado al mundo actual. Arrancó los aplausos de los asistentes al agradecer la visita de los Reyes de España a los pueblos afectados por la Dana de Valencia, proclamó que “en el siglo XXI la democracia está en peligro” y apuntaló la necesidad de la ética en su utilidad “para construir un mundo mejor”.

Con esa tarea enlazó su deseo de que “llegue a buen puerto” el acuerdo de paz en Oriente Medio y añadió la certeza de que “es un deber moral de justicia apoyar las apuestas de paz también en Ucrania”. Con ese espíritu recordó además a la política venezolana María Corina Machado, reciente premio Nobel de la Paz, y su convicción de que “la libertad hay que conquistarla y frente a la tiranía se requiere fuerza moral, física y espiritual”.

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