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Los premios Asicom levantan la "casa común" de Asturias y América: así fue gala de entrega en el Paraninfo de la Universidad

Carlos Casanueva, socio protector de la Asociación Iberoamericana de la Comunicación, que entrega los galardones, pasa el testigo a su hijo Paqui Casanueva

Los cinco premiados resaltan el valor y la pervivencia de los vínculos transoceánicos y la riqueza mutua que aporta esta «alianza entre continentes»

Los premios Asicom reúnen en Oviedo a lo mejor del talento iberoamericano: "Es un orgullo celebrarlo en Asturias"

VÍDEO: Amor Domínguez/ FOTO: Luisma Murias

M. Palicio/E. Lagar

Oviedo

El Paraninfo de la Universidad de Oviedo, donde tuvo lugar ayer tarde la entrega de los premios de la Asociación Iberoamericana de la Comunicación (Asicom), se convirtió en una "casa común donde confluyen acentos y esperanzas compartidas" de España y América, al decir de la vicepresidenta regional Gimena Llamedo. Fue el día de celebración de "una alianza entre continentes", como lo definió la vicerrectora de Internacionalización, Ana Suárez.

Estas dos intervenciones cerraron un abarrotado y por momentos emotivo acto, y perfilaron la esencia de unos galardones que cumplen ya 16 ediciones: distinguir al talento de ambas orillas de Hispanoamérica. Recogieron sus respectivas distinciones el compositor Manuel Alejandro, el empresario asturmexicano Francisco Mieres, la filósofa Adela Cortina, el periodista Jesús Álvarez, la actriz Laura Ramos y, en nombre del Real Oviedo, Jesús Fernández, presidente del grupo mexicano propietario del club, centenario y en Primera.

El acto se abrió con la novedad de que el empresario asturmexicano Carlos Casanueva, socio protector de Asicom, anunció que en adelante será su hijo Francisco Javier "Paqui" Casanueva quien ocupará su lugar en los galardones. Paqui Casanueva es presidente ejecutivo de la compañía familiar, Interprotección, que se ha convertido en el mayor corredor de seguros de América Latina.

Cada uno de los galardonados tuvo su turno para dirigirse a los presentes, donde había una amplia representación de la sociedad asturiana. El grupo más nutrido era el formado por gentes vinculadas al Real Oviedo: jugadores, exjugadores, directivos y el entrenador recién llegado, Luis Carrión. Casi todos los premiados hicieron alusión al vínculo emocional y cultural que tejido entre España y todos los países del descubrimiento colombino.

Fue el compositor jerezano Manuel Alejandro, presentado como el "autor de la banda sonora de Iberoamérica de los últimos 50 años·"- el primero en tomar la palabra para evocar cómo desde muy joven su vida artística comenzó a vincularse con el continente americano. Desde que, un 12 de octubre de 1947, adaptó al piano para Radio Jerez varios himnos nacionales de los países de la otra orilla hispana. Se enorgulleció del éxito que algunos de sus temas inmortales, en la voz de Raphael, Rocío Jurado o Julio Iglesias, alcanzaron en unos países "donde podía oír mi lengua en los pueblitos más recónditos". Como aquel donde escuchó a un padre llamar a su hijo Manuel Alejandro y descubrió que lo había bautizado así en honor "al compositor español". Y el compositor español confesó ayer en el Paraninfo que estaba feliz de compartir su sentimiento por un pueblo, el americano, "que amo con la fuerza de los mares", dijo autocitando uno de sus estribillos legendarios en la voz de Rocío Jurado.

El periodista Jesús Álvarez, ya en el atril, apuntó que los premios se otorgan " a los que se retiran o a los que se lo merecen". Confesó que no sabía si se lo merecía, pero aseguró que no se sentía un periodista retirado "porque los periodistas no nos jubilamos. Si yo veo una noticia en la calle, nadie me puede quitar el privilegio de contarla". Álvarez, la gran referencia de los Deportes en TVE durante décadas, habló de una profesión que le permitió "estar en sitios donde la gente mataría por haber estado" y, a modo de síntesis de su carrera, dijo que "lo más bonito fue poder contar el triunfo de los deportistas españoles". Se creía, dijo, "de esa quinta que siempre decía: jugamos como nunca y perdimos como siempre". Pero no, pudo ver a España ganar un Mundial, tres Eurocopas. Pese a ello, tirando de optimismo, confesó: "Me falta todo por vivir, quiero ver a España ganando otro Mundial, a Sáinz ganando otro Dakar, a Alonso otro Mundial de F-1".

La importante presencia de futbolistas y representantes del Oviedo no pasó desapercibida a la catedrática de Ética Adela Cortina, valenciana. Les lanzó un reproche en broma: "Ustedes han ganado al Valencia y eso no se hace". Cortina hiló una intervención en la que recordó sus vínculos con "el mundo mágico de Iberoamérica, que es mi patria", y también con Asturias, sobre todo a través de su presencia como jurado en los premios "Princesa". Habló de los asturianos como del verdadero "pueblo ejemplar" por practicar un "cosmopolitismo arraigado". "Ustedes están arraigados a su pueblo y son responsables de su pueblo, pero siempre están abiertos al mundo; nunca cerrados, nunca pacatos".

Al hilo de la actualidad habló Cortina de la esperanza que le causa el alto el fuego en Gaza y el premio "Nobel" para la opositora venezolana María Corina Machado y expresó su confianza en que, en la lucha contra la tiranía, "este sea un momento óptimo para dejar sin material narrativo a las novelas de dictador (de Vargas Llosa, Miguel Ángel Asturias, Carpentier...). Que queden como expresión de lo que nunca debió ser ni debe volver a ser".

De dictadura, la de su país, Cuba, habló la actriz Laura Ramos. Al acordarse del país que abandonó "buscando libertad" se le quebró la voz y tuvo que esperar unos instantes a que la emoción se le pasara. "Han sido las gaitas", bromeó en alusión al "Asturias, patria querida" con el que abrió el acto la Banda de Gaitas Ciudad de Oviedo Pero una vez recuperada, tras dedicarle el premio a su madre y a su pareja, no se olvidó de cuestionar a la dictadura cubana, "que ha quebrado un país maravilloso". Ramos también dejó un mensaje más íntimo: "Cada día deseo poseer menos y regalar más".

Incidió en este enfoque vital el empresario asturmexicano Francisco Mieres, un "hijo de dos tierras que me definen y me acompañan siempre". Este emprendedor que encabeza uno de los grupos que más vehículos de todo tipo vende en México –y que desarrolla una importante labor filantrópica– aseguró que "el verdadero éxito no está en lo que acumulamos, si no en lo que compartimos".

Cerró el turno de premiados Jesús Martínez, presidente del Grupo Pachuca, quien habló de su concepto del fútbol como "comunicación" con el "alma y corazón de la gente". Y definió a Hispanoamérica, verdadero trasfondo de los premios de ayer, como "algo que no es un concepto; es celebrar tradiciones, hablar el idioma más cariñoso del mundo y reconocer la sencillez y humildad de las personas como virtudes trascendentales".

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