A falta del reconocimiento definitivo por parte de la Unión Europea, la miel asturiana, tras varios años en trámites, ya cuenta con su ansiado sello de calidad. El Principado ya ha aprobado el registro de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Miel de Asturias y solo queda que se pronuncie la Unión Europea.

Esta nueva IGP nace con el objetivo de alcanzar las 400 toneladas certificadas al año bajo este sello de calidad. La miel ya forma parte de Alimentos del Paraíso, la marca que identifica a los productos de la comunidad –queso, sidra, embutidos, carne– y, al mismo tiempo, los relaciona con los valores de calidad y sostenibilidad asociados al Principado. Además, la IGP contribuirá a reforzar el sector y a generar riqueza en el medio rural.