Gijón, M. CASTRO

La empresa gijonesa Talleres Zitrón, especializada en la construcción de sistemas de ventilación para túneles, se ha encargado de suministrar e instalar el de los nuevos túneles de la M-30 madrileña, que ayer abrió al tráfico el alcalde de Madrid, el popular Alberto Ruiz Gallardón. Se trata del mayor túnel urbano del mundo, con 52 kilómetros de recorrido, sumando ambos sentidos y el túnel de emergencias.

Durante 2006 y 2007, Zitrón ha estado suministrando los 909 ventiladores para los 52 kilómetros de túneles, además de 14 filtros de depuración de aire únicos en Europa. Un contrato que le ha reportado a la compañía, que dirige Antonio Fernández-Escandón Ortiz, 34 millones de euros. «Manejamos todo el aire de los nuevos túneles de la M-30», explican desde la empresa. Un dato significativo si se tiene en cuenta que ese sistema permitirá eliminar, sólo en lo que queda de año, más de 35.000 toneladas de gases contaminantes y de efecto invernadero. El efecto medioambiental se completa con el ajardinamiento de la superficie y la plantación de árboles.

Los mayores ventiladores instalados por Zitrón en la M-30 alcanzan los 2,8 metros de diámetro y los 630 kilovatios de potencia. Los 909 suman 60 megavatios de potencia. Su función es la de aspirar y expulsar el aire por los 56 pozos de ventilación que tiene la obra concluida ayer.

Además de suministrar todos los ventiladores, la empresa ubicada en el polígono de Porceyo, instaló la mitad de los sistemas de depuración del aire. Los túneles son los primeros en Europa que incluyen filtros para eliminar el dióxido de carbono y los óxidos de nitrógeno, dos de los principales contaminantes. De los 25 filtros de dióxido de carbono, Zitrón instaló 12 y de los cuatro para eliminar los óxidos de nitrógeno, instaló cuatro. Para instalar estas estaciones de depuración Zitrón se asoció con una compañía austriaca, Aigner, una de las que han desarrollado esa tecnología aplicada hasta esta obra únicamente en túneles de Japón. Estos sistemas permitirán que los humos de los 260.000 vehículos que recorrerán al día los túneles serán filtrados antes de salir a la atmósfera. Los filtros deberán renovarse cada diez años.

De los equipos que ha instalado Zitrón depende todo el aire que circula por los nuevos túneles de la M-30. Los 52 kilómetros de túneles no concluyen la gran obra urbanística de Madrid. Ésta ha sido una primera fase, en la que se ha soterrado todo el arco sur de la vía madrileña, entre la carretera de Valencia y el paseo de Extremadura. Además, se han incluido en esta fase el soterramiento de diversos nudos de conexión de la M-30 con otras vías urbanas. Ahora, el Ayuntamiento madrileño prepara una segunda fase, para la zona norte de la capital española. Zitrón también intentará conseguir los contratos para suministrar los equipos de ventilación para esta nueva obra, que concluirá en 2010.

Lo que ayer entró en servicio en Madrid fueron los últimos 4,2 kilómetros de túneles de la gran obra, los últimos pendientes de abrirse al tráfico rodado. La reforma de la M-30, que ha convertido a Madrid en la ciudad con el túnel más grande del mundo, han costado al Ayuntamiento de la capital 622,7 millones de euros. En la obra trabajaron 60.000 personas.

Madrid batió ayer un récord con la conclusión del túnel urbano más largo del mundo. Zitrón también los bate con su participación en la obra, por el número de ventiladores suministrados y por instalación de un sistema pionero de depuración del aire.