Valladolid

El AVE del Norte pasó ayer, más despacio de lo previsto, su primera prueba seria en el nuevo trazado entre Madrid y Valladolid, que se inaugurará el próximo 22 de diciembre, lo que permitirá recortar el viaje por tren entre Asturias y la capital asturiana en hora y media. Ayer fue la propia ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, la que realizó el viaje en un tren de prueba que circuló entre Madrid, Segovia y Valladolid, bajo los túneles de Guadarrama, a una media de 160 kilómetros por hora, aunque se prevé que cuando la línea entre en funcionamiento se alcanzarán los 300 kilómetros por hora.

Magdalena Álvarez anunció que la venta de billetes se iniciará el próximo lunes, día 19, y el 23 de diciembre comenzará su explotación comercial. Los billetes tendrá un precio de 31,50 euros para el trayecto Madrid-Valladolid, y de 20,6 euros para el Madrid-Segovia, el doble que en la actualidad.

La Ministra señaló que habrá trece frecuencias en cada sentido (Madrid-Valladolid-Madrid), de las que cinco serán de AVE propiamente dicho que finalizarán en Valladolid y el resto de trenes de eje de ancho variable que continuarán su recorrido hacia las regiones del Norte, entre ellas Asturias.

Álvarez consideró el viaje de ayer como de «momento histórico» para todo el Noroeste, por ser un primer paso para conexiones necesarias. La velocidad comercial del AVE entre Madrid y Valladolid será de 300 kilómetros por hora, y los tiempos entre la capital y Segovia estará en torno a los 35 minutos, y hasta la ciudad del Pisuerga será de 53 minutos.

A lo largo del viaje surgió un problema imprevisto: grandes nubes de polvo inundaron el interior de los vagones a su paso por los túneles de San Pedro y Guadarrama, que con su más de 28 kilómetros están entre los cinco más largos del mundo. La entrada del tren levantó una gran polvareda procedente de las obras que aún prosiguen en el interior de los túneles, que se dejó sentir, y con fuerza, entre los pasajeros.

La Ministra viajó en el tren de pruebas en compañía del presidente del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), Antonio González, y del presidente de Renfe Operadora, José Salgueiro. La nueva infraestructura es de 179,5 kilómetros de longitud y reduce la distancia actual por vía convencional entre Madrid y Valladolid en 68,5 kilómetros.