El estudio se iniciará con una descripción de las líneas regulares que actualmente están operativas, analizará sus distintos pasos a nivel y las formas de salvarlos, y detallará las líneas de mercancías actuales y su confluencia con las de viajeros. Uno de los objetivos del proyecto será analizar el esquema funcional de la red actual y la «coherencia» que tiene con lo que se ha planteado en el trazado Madrid-León y con la variante de Pajares. A partir de este momento se redactará la parte técnica del estudio, que analizará las cuatro alternativas ya descritas.

En el «análisis funcional de la vía» se incluye uno de los aspectos más controvertidos, que es el número de estaciones intermedias que se construirán entre Lena y Gijón, y dónde se ubicarán. Además, valorará las condiciones del ancho de la caja de vías y las interconexiones que esta red troncal tiene con otros trayectos ferroviarios en Asturias. Buendía aseguró que el Principado intervendrá de forma activa en la fase de elaboración de este estudio, que está previsto que finalice en 2008, para encajarlo en el diseño de la ordenación territorial de Asturias.

El Consejero evitó polemizar con la iniciativa presentada por IU en la Junta con la que pide al Principado que inste al Gobierno central a que el trazado Lena-Gijón esté terminado, igual que los túneles de la Variante, en 2009, pero de sus palabras se desprende que no va a ser posible, ya que el estudio del trazado asturiano no estará listo hasta finales de 2008 y sería muy difícil que la obra quedase resuelta en un año y medio.

El objetivo del Principado es que, una vez terminadas las obras, el trayecto Gijón-Madrid no exceda las tres horas. El consejero indicó que actualmente un tren entre Gijón y la capital asturiana tarda cinco horas y 40 minutos, y adelantó que, a finales del año próximo, cuando entre en funcionamiento el tramo Madrid-Valladolid, el tiempo se acortará una hora y diez minutos, hasta las cuatro horas y media. «La alta velocidad irá entrando progresivamente en Asturias con la reducción de tiempos hasta Madrid», afirmó Buendía.

Aunque la línea de alta velocidad no esté terminada, los viajeros no tendrán que cambiar de tren para llegar desde Madrid a Gijón a partir de 2007, según explicó el responsable de Infraestructuras. El AVE llegará a Valladolid y allí adaptará su velocidad a las nuevas condiciones de la vía. La versatilidad del convoy le permitirá adaptarse a los parámetros del ancho de raíles en cada momento.

Altas prestaciones

Sobre las críticas del PP asturiano de que lo que se concibe para Asturias no es alta velocidad, Buendía explicó que la denominación actual -«acceso ferroviario de altas prestaciones»- no desmerece del concepto que hasta ahora se tenía del AVE. «Lo que llegará a Asturias será un AVE», afirmó el Consejero, y lo argumentó interpretando el decreto firmado el 23 de junio de 2003 por el Gobierno central del PP sobre interoperabilidad ferroviaria. «Cuando se refiere a la alta velocidad especifica que éstas líneas permitirán una velocidad igual o superior a los 250 kilómetros por hora (y hasta los 300), excepto en vías especialmente acondicionadas, en las que se considerará alta velocidad los 200 kilómetros por hora. O también en líneas con carácter específico, porque atraviesen zona urbana o la orografía no permita alcanzar esa velocidad. En este caso, que es el de Asturias, el decreto concreta que se considerará alta velocidad la velocidad máxima a la que puedan circular los trenes», informó.

El del AVE asturiano es un proyecto muy complejo en el que los gobiernos se muestran cada vez más temerosos a la hora de dar plazos y detalles. El compromiso del PSOE es que, una vez terminados los trabajos, los asturianos podrán viajar en tren desde Gijón a Madrid, o viceversa, en menos de tres horas.