Oviedo, Luis Mario ARCE

El periodista y conservacionista ovetense Benigno Varillas ha sido galardonado con el premio «Asturiano del mes» de noviembre de 2007 de LA NUEVA ESPAÑA por su trayectoria de más de treinta años en la conservación de la Naturaleza y por su condición de pionero del movimiento ecologista español.

Varillas recibió el 28 de noviembre el VI Premio «Fondena», otorgado por la Fundación Fondo para la Protección de la Naturaleza (Fondena) -cuya presidencia de honor ostenta el Rey-, «en consideración a su relevante aportación a favor de la conservación de la fauna y flora de España». Su candidatura fue presentada por la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente, a la que Varillas está vinculado y en cuyo seno prepara actualmente la Plataforma de Comunicación para la Convergencia Rural-Naturaleza (Runa), que pretende articular entre sí el desarrollo rural y la conservación. La viuda de Rodríguez de la Fuente, Marcelle Parmentier, quien le presentó en el acto de entrega del galardón, le definió como «un activista en todo el sentido de la palabra, que ha impulsado decenas de iniciativas para lograr que el hombre entienda a la Naturaleza y la considere un aliado y no un enemigo». Esa misma filosofía le animó a involucrarse, como jefe de prensa, en el I Encuentro Mundial de Pastores Nómadas y Trashumantes, que se celebró el pasado septiembre en Segovia.

Benigno Varillas (Tudela Veguín, 1953), licenciado en Ciencias de la Información por la Complutense de Madrid, participó en los primeros pasos del ecologismo y de la información ambiental en España, asumiendo en ambos casos un papel muy activo. Sus artículos de «Ecología» en el diario «El País», entre 1976 y 1983, son un referente, como lo ha sido desde 1981 la revista «Quercus», que Varillas fundó y dirigió hasta el año 2001 y que convirtió en una plataforma de expresión y denuncia del movimiento conservacionista y en una eficaz herramienta divulgativa, con una ramificación infantil y juvenil en la revista «El Cárabo». Su labor en «Quercus» -a la que permanece vinculado, en calidad de consejero editorial- ha merecido numerosos galardones, entre ellos el Premio Nacional de Medio Ambiente, en 1989.

Siempre en la avanzadilla, Varillas fue pionero en el uso de la telemática como vehículo de difusión de contenidos ambientales, creando en 1996 el primer servidor especializado de internet en español. Ese afán de ir siempre un paso más lejos se plasma de forma muy elocuente en su defensa de una convivencia entre el hombre y la Naturaleza sin islas protegidas que excluyan al primero ni prácticas de gestión que esquilmen los valores naturales.

Oviedo, L. M. A.

«Fui uno de aquellos jóvenes que se formaron en el calor del mensaje de Félix Rodríguez de la Fuente, transmitido a todos los españoles a través de sus programas y de su obra, y de ella, de forma destacada -por lo que tuvo de altruista y desinteresada- su generosa y personal implicación en Adena, organización con la que estimuló el nacimiento de muchas otras entidades y vocaciones conservacionistas». Esta referencia a Félix Rodríguez de la Fuente, expresada por Benigno Varillas en su discurso de recepción del premio «Fondena», el pasado noviembre, sitúa uno de sus referentes, una de las guías de su trayectoria en la conservación y la divulgación de la Naturaleza.

Una trayectoria que tiene un hito de partida en 1971 en la Asociación Asturiana de Amigos de la Naturaleza (Ana), al lado del naturalista y ornitólogo Alfredo Noval, otro de sus maestros: el que tuvo más cerca y que compartió con su amigo Roberto Hartasánchez, presidente del Fondo Asturiano para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS). «En 1970, a los 17 años, andábamos Roberto y yo detrás de la idea de crear un grupo naturalista en Asturias y fuimos a conocer a "un agente de aduanas de El Musel de Gijón que sabía mucho de pájaros", nos habían dicho. Aquella visita fue decisiva en nuestras vidas. Nos impresionaron la poderosa voz de Alfredo y sus dotes de comunicar, entusiastas (uno de sus paralelismos con Félix y con el naturalista legendario Tono Valverde). Y nos cautivó la atmósfera que se respiraba en aquella sala de estar, las estanterías llenas de libros y el ambiente de gabinete de estudio de naturalista», evocaba Varillas tras el fallecimiento de Noval, en 2001.

El aludido José Antonio Valverde, padre de la moderna zoología de campo en España, fue su tercer maestro. La admiración por su figura le llevó a editar sus «Memorias de un biólogo heterodoxo»: siete volúmenes cuajados de sabiduría científica, clarividencia conservacionista y enjundiosas experiencias y anécdotas.