Oviedo, M. J. IGLESIAS

Los 24.600 ganaderos de leche que quedan en España -de ellos, poco más de 3.000 en Asturias- estarán vinculados a las empresas con contratos escritos por primera vez en la historia. Hasta ahora las entregas de leche se han llevado a cabo mediante acuerdos verbales. El objetivo de los contratos es garantizar, al menos, unos precios mínimos. Para ello se han iniciado negociaciones entre industrias y organizaciones agrarias, auspiciadas por el Ministerio de Agricultura.

Las dos partes integrantes del sector lácteo español quieren tomar posiciones ante los cambios que se avecinan en el mercado. El horizonte de 2015 está a la vuelta de la esquina y con él la liberalización de la producción de leche. La piedra de toque que ha reabierto la necesidad de alcanzar un marco de relaciones mercantiles acorde a los tiempos es la caída de precios que padecen los ganaderos desde el pasado mes de enero. Las protestas no se han hecho esperar. Y tanto los sindicatos como las empresas quieren evitar confrontaciones.

A la ministra de Agricultura en funciones, Elena Espinosa, le ha parecido adecuado ofrecer su «casa», la sede del Ministerio, para que las partes implicadas consigan resucitar la interprofesional láctea en España, una entidad que nació a imitación de la francesa para reunir a ganaderos y empresas y que lleva dos años sin actividad.

La consejera de Medio Ambiente, Belén Fernández, y el nuevo viceconsejero de Medio Rural, Cristino Ruano, también se reunieron ayer en Oviedo con representantes de los sindicatos e industrias lácteas asturianas. Belén Fernández respaldó el proyecto de diseñar contratos-tipo para los ganaderos. La Consejera también recalcó la necesidad de dar estabilidad a uno de los sectores básicos en la economía de la región. El Ministerio de Agricultura presentará dentro de unos días el modelo de contrato de compraventa de leche, que deberá estar vigente a partir de este año.

Nueva reunión

La Federación Nacional de Industrias Lácteas (Fenil), las organizaciones agrarias COAG, UPA y ASAJA y la Confederación de Cooperativas Agrarias (CCAE) se reunirán mañana de nuevo en el Ministerio de Agricultura para seguir profundizando en un sistema de formación de precio que no choque con las leyes de la libre competencia.

El modelo de la interprofesional láctea francesa (CNIEL) se basa en la recomendación de precios para la leche en origen, trimestre a trimestre. No siempre hay pleno acuerdo, pero al menos los ganaderos saben a qué atenerse en cada período. La Interprofesional francesa, con 25 años de historia, es un auténtico poder fáctico en el país vecino. Cuenta con una estructura de personal y medios que les permite desarrollar múltiples proyectos y conseguir resultados muy importantes para el sector.

Belén Fernández también consideró ayer esencial impulsar un observatorio de precios lácteos -el Ministerio de Agricultura ya cuenta con una entidad que analiza los precios de los alimentos en origen y destino- y profundizar en un sistema de «trazabilidad», es decir, que permita seguir el camino que recorre la leche desde que sale de la ganadería hasta que llega a las estanterías del supermercado.