Oviedo, Luján PALACIOS

Asturias es la comunidad española en la que menos se aclaran las causas de los incendios forestales. El Consejo Económico y Social del Principado (CES) acaba de publicar el informe sobre el estado del medio ambiente en Asturias correspondiente al año 2006. Entre las principales conclusiones a las que llega este estudio figura el exiguo resultado de las investigaciones sobre los motivos por los que se inician los fuegos.

A ello hay que añadir también otros datos preocupantes, como el hecho de que las ciudades asturianas dispongan en general de una mala calidad del aire o que en la década de los años noventa se haya incrementado la expansión urbana en un 25 por ciento. Éstas son algunas de las conclusiones de este chequeo sobre la salud medioambiental del Principado.

l Incendios forestales. Asturias bate dos marcas en este apartado: por un lado, es la segunda comunidad con más superficie forestal quemada en 2006, por detrás de Galicia y con un total de 9.543 hectáreas afectadas. Por otro lado, es la comunidad española en la que menos se aclaran los orígenes de los incendios: en la región se desconoce la causa del 55,5 por ciento de los siniestros forestales. Entre las motivaciones ciertas y supuestas destacan las quemas intencionadas por parte de campesinos, los ocasionados por los pirómanos y por los cazadores.

l Calidad del aire. Es uno de los principales problemas del entorno urbano, según el informe. Según los datos de la Red de Vigilancia de la Contaminación Atmosférica, en 2006 se superaron los límites de concentración de diferentes sustancias en un número de ocasiones superior al permitido por la legislación vigente. Por ejemplo, en la estación ovetense de Purificación Tomás se superó el límite diario para la protección de la salud humana del dióxido de azufre en dos ocasiones más de las permitidas por año civil.

l Suelo. En las últimas décadas las superficies artificiales, correspondientes a la expansión de las zonas urbanas, se han incrementado en Asturias en un 25 por ciento. Este crecimiento tiene implicaciones especialmente graves para el litoral, según advierte el CES. En Asturias, la superficie urbanizada en primera línea de costa representa el 4,4 por ciento de la superficie costera total. A ello hay que añadir que un 97,8 por ciento del suelo asturiano es erosionable.

l Cambio climático. El informe del CES refleja cómo en Asturias las emisiones de dióxido de carbono descendieron en 2006 un 11,4 por ciento con respecto al año anterior. España, sin embargo, se alejó un año más de los compromisos del Protocolo de Kioto.