Oviedo, L. Á. VEGA

El coronel que ha sido imputado por un supuesto delito de acoso sexual del que habrían sido víctimas varias oficiales a su mando, ya había sido denunciado en el año 2002 por el comandante asturiano J. P., que le acusó a él y a otros catorce mandos de someterle a acoso laboral. Fue la primera demanda de este tipo que se presentó en el Ejército. El coronel Francisco B. U., que en el momento de las denuncias era jefe de la plana mayor del regimiento mixto «Garellano», con base en el acuartelamiento de Soyeche, en Munguía (Vizcaya), no fue condenado.

El supuesto delito de acoso sexual del coronel -entonces era teniente coronel- es tan grave que ha llegado incluso a la mesa de la ministra Chacón. Se le imputa un supuesto delito de abuso de autoridad en su modalidad de trato degradante a un inferior. Los hechos tuvieron lugar en los últimos cinco meses de 2004, cuando el imputado, que ahora es jefe de informática en la Inspección General del Ejército en Barcelona, habría hecho comentarios sexuales sobre dos tenientes, una capitán y la esposa de un suboficial.

Una de las oficiales, teniente médico, asegura que su superior intentó tocarle los muslos y después de varias insinuaciones, cuando le manifestó su desagrado, el teniente coronel cursó un parte negativo contra ella. Fue precisamente esta teniente quien denunció los hechos. El resto de las oficiales que aseguran haber sufrido el acoso del mando destacan que profería con frecuencia frases humillantes sobre sus cuerpos, que se insinuaba constantemente y en muchas ocasiones en público. A la teniente, el mando imputado llegó a decirle que le ponía cachondo su acento canario. También le preguntaba por las relaciones sexuales con su novio, al que iba a visitar a menudo.

El comandante asturiano acusó a otro coronel, al mando del regimiento «Garellano», y a catorce de sus subordinados -entre ellos el ahora imputado por acoso sexual- por «aislarle, limitar sus derechos, insultarle y ridiculizarle en público, denegarle documentos, desautorizarle y tratarle en un tono vejatorio».

El asturiano cogió una baja tras un «arresto arbitrario», según explicó entonces, y se decidió a presentar una denuncia ante el Juzgado togado militar central contra los quince mandos. La demanda fue archivada.

El responsable del regimiento denunció a su vez a J. P. R. por «abandono de destino» cuando estaba de baja por depresión. La acusación le costó a L. G. A. un procesamiento por un supuesto delito de deslealtad. El comandante asturiano, ya con el apoyo de la fiscalía, denunció al coronel, que fue absuelto.

El comandante asturiano acusó al coronel ahora imputado por acoso sexual de mentir para proteger a su superior.

«Mobbing»

En 2002, el comandante asturiano J. P. R. denuncia al coronel del regimiento «Garellano» y a 14 mandos, incluido el coronel ahora imputado, por «mobbing».

Agresión

También ese año, el coronel ahora imputado fue denunciado por agresión. En 2006 se confirmó una pena de 8 meses.

Acoso sexual

En 2005 fue denunciado por haber acosado sexualmente a tres oficiales y la mujer de un cabo.