Oviedo, L. Á. VEGA

La pareja gijonesa que utilizaba a sus hijos como pantalla para comprar droga en Galicia simulando que realizaban un viaje de placer, aceptó ayer en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, con sede en Oviedo, penas que suman los seis años de cárcel, tres para cada uno de ellos. Una vez que ambos se reconocieron autores de los hechos que se les imputaban, el ministerio público aceptó una rebaja sobre su petición inicial de condena -que era de cuatro años- en atención a la toxicomanía de ambos, plenamente contrastada, que limitaba su capacidad en la época en que se dedicaban al tráfico de estupefacientes.

Los letrados de la defensa, Iván García Fernández y José García-Ovies Sarandeses, solicitan una suspensión del ingreso en prisión, para que ambos sigan un tratamiento de desintoxicación.

Los acusados fueron detenido el 17 de noviembre de 2006 por agentes del Cuerpo Nacional de Policía, que les interceptaron en la carretera nacional de Galicia (N-634), a la altura de la localidad de Navia. La pareja había alquilado un coche en Gijón y se había dirigido a Galicia en compañía de sus dos hijos de corta edad, aparentando que estaban realizando un viaje de vacaciones. Su verdadera intención era adquirir droga para luego introducirla y distribuirla en Asturias.

Los policías encontraron escondidas en el vehículo dos bolsas con diversas cantidades de droga. En una hallaron algo más de cien gramos de heroína, y en la segunda poco más de ochenta gramos de cocaína, cuyo valor en el mercado ilegal de la droga rondaría los 6.000 euros.

Los agentes llevaban varios meses detrás de la pareja, concretamente desde el verano de 2006, cuando supieron que ambos podrían estar introduciendo droga desde Galicia en Asturias. Tras establecer un dispositivo de seguimiento, la Policía pudo determinar que la pareja viajaba a Galicia para proveerse de drogas, y que utilizaba a sus hijos para no levantar sospechas entre las fuerzas de seguridad.

Tras su detención, los dos ingresaron en prisión. En los últimos dos años, la pareja ha mostrado su intención de abandonar las drogas y seguir un tratamiento para superar su adicción, circunstancia que ha sido decisiva para reducir la pena solicitada por el ministerio público.