Oviedo, Luján PALACIOS

Asturias vive desde finales del mes de abril con el agua al cuello. Desde hace tres semanas llueve todos los días, y las tormentas son habituales en toda la región. La abundancia de precipitaciones en primavera no es extraña, pero en el caso de Asturias la persistencia del mal tiempo se debe a la influencia de un fenómeno similar al de «El Niño», llamado NAO (north Atlantic oscillation, oscilación del Atlántico norte).

Al igual que «El Niño», el síndrome del clima que provoca estragos en Sudamérica, Indonesia y Australia, la NAO es un cambio en los patrones del movimiento de las masas de aire que causa alteraciones en las corrientes marinas y propicia períodos climatológicos inusuales. Esta masa atmosférica se mueve entre las bajas presiones de Islandia y las altas presiones de las Azores, y controla la dirección y la intensidad de los vientos que afectan al oeste Europa. La variación de la posición de estos sistemas es lo que determina el tiempo.

En el caso actual de Asturias, las lluvias persistentes acompañadas de tormentas se producen porque esta masa atmosférica está estancada entre el Reino Unido y Galicia desde hace semanas, provocando el tiempo tan inestable en el Cantábrico. La masa atmosférica estuvo bloqueada en la zona de Escandinavia durante buena parte del invierno, lo que ocasionó que el invierno fuera inusualmente seco en Asturias. Y ahora, al desplazarse al Sur, hace que la primavera sea especialmente lluviosa, porque lanza los frentes húmedos hacia Europa.

La oscilación del Atlántico también influye de manera determinante en la generación de las tormentas que afectan estos días a la cornisa Cantábrica como consecuencia del choque entre masas de aire frío y masas de aire caliente.

Según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología, el tiempo se mantendrá muy inestable durante toda la semana, con una alta probabilidad de que se produzcan precipitaciones. No obstante, se espera que las tormentas comiencen a desplazarse hacia el Sur a lo largo del fin de semana.