Oviedo, J. CASADO

El avión privado en el que José María Aznar voló al congreso del PP de Valencia hace escala en Asturias. Su propietario -el «profundo» amigo del ex presidente español- es Dionisio Gutiérrez, copresidente de la Corporación Multi Inversiones (CMI) miembro de la familia más poderosa de Guatemala. Los Gutiérrez-Bosch, liberales y antisocialistas activos, son nietos de Juan Bautista Gutiérrez Blanco que hace un siglo salió de Campiellos (Sobrescobio) y más tarde se llevó al país centroamericano a su novia Felipa Gutiérrez Álvarez, de Villamorey, también en Sobrescobio. El grupo de empresas tiene una marca multinacional Pollo campero, una cadena de restaurantes de comida rápida, que diseñó de principio a fin el empresario y escritor, profesor y periodista Francisco Pérez de Antón, nacido en Soto de Caso hace 67 años.

Hoy son un clan poderoso en la vida económica, política y social de este país de 13 millones de habitantes y una historia reciente cruel, que incluye 36 años de conflicto armado (1969-1996).

Juan Bautista Gutiérrez Blanco dejó Campiellos en 1905 con sólo 14 años. Se dedicó al comercio y en 1920 tenía una tienda en San Cristóbal, Totonicapán, en el suroccidente de Guatemala, región maya, agrícola, rica en el cultivo de trigo, maíz, avena, frijol, y famosa por su hilo jaspeado. En 1936 comenzó su actividad industrial, verdadero origen de las actividades de lo que hoy es la Corporación Multi Inversiones, con el Molino Excelsor. Actualmente, Molinos Modernos está en Guatemala, El Salvador, Costa Rica y República Dominicana y además de dedicarse a las harinas de trigo, maíz y otros cereales fabrica pasta y galletas, paquetes y envases. Esa es una de las reglas del grupo: estar en todos los eslabones productivos encadenando valor añadido.

Moler grano en Mesoamérica, la región de la tortilla, era un espléndido negocio. Gutiérrez vio otro frente en 1964 cuando abrió la avícola Granja Villalobos que desarrolló el consumo de pollo en el país. Sólo 7 años después vendría el Pollo Campero, insignia de la empresa.

Hoy Pollo Campero está extendido por América unido a la idea del sabor latino (pollo, maíz, arroz, frijoles y jugos tropicales) y por él presumen de trabajar en tres continentes. El Pollo Campero se hizo franquicia a partir de 1994 y para su desarrollo crearon la división financiera. Desde 2006, Pollo Campero está en Europa (en España a través de Telepizza) y Asia (con restaurantes en Yakarta, capital indonesia, y Shanghai, la más grande ciudad de China)

En Estados Unidos, donde han creado una central en Dallas (Texas) para la división norteamericana, se sitúan como restaurantes de la cadena de hipermercados Wal-Mart. Los 36 abiertos son la avanzadilla de un plan que quiere alcanzar los 500 en cinco años.

Con más de 30.000 trabajadores, «colaboradores» para esta empresa que se define como «corporación familiar multinacional» y «un grupo de amigos que trabajamos juntos y compartimos un sueño, una visión y una misión», a CMI se le estimaba a inicios de esta década una facturación anual de 2.200 millones de dólares.

Su diversificación les hizo entrar en la energía en 2004 y con tres pequeñas hidroeléctricas. En la construcción también se han situado al principio y la final de la cadena: su unidad industrial desarrolla prefabricados en cemento y acero y otros materiales y su división de construcción hace vivienda residencial, oficinas y centros comerciales. Pronto alcanzará el millón de metros cuadrados construidos.

Al frente de la CMI están los primos Juan Luis Bosch y Dionisio Gutiérrez como copresidentes. Detrás un hermano de cada uno, Felipe Bosch y Juan José Gutiérrez. Todos ellos ocupando cuanto pueden en los negocios y los medios de comunicación del país, influyendo en la política.

Dionisio es el más mediático. Su programa en televisión «Libre encuentro» es el más influyente de los dedicados a la opinión y los debates. Desde él da lecciones de liberalismo y critica los «populismos e indigenismos» americanos de Chávez en Venezuela, Morales en Bolivia y Rafael Correa en Ecuador. Contra sus declaraciones, su nombre siempre suena en las quinielas electorales.

En 2005, la familia llevó a José María Aznar de conferenciante destacado a la I Exposición Internacional de la Industria (Induexpo) que concentraba al poder político y económico del país.

«El periódico de Guatemala» publicó el 21 de octubre de 2005 que «Juan Luis Bosch es reputado como uno de los empresarios que, tras bambalinas, logró conjuntar la coalición militar que impidió el entronizamiento de Jorge Serrano como dictador en 1993. Mientras Bosch maniobraba con sus contactos militares, su primo Juan José Gutiérrez participaba en conjuntar el frente cívico que presentaría la oposición visible al autogolpe».

Felipe Bosch ha sido presidente de la Cámara de Industria y presidente del CACIF, comité que aglutina todas las cámaras empresariales guatemaltecas. Tiene una columna semanal que le publica el diario «Siglo XXI», donde su hermano es accionista. Felipe se afilió a la GANA (Gran Alianza nacional), la coalición que llevó a Oscar Berger a la presidencia y le mantuvo hasta las elecciones de este año, ganadas por el socialdemócrata Álvaro Colom.

El principal problema de los Gutiérrez es el tío Arturo. Juan Arturo Gutiérrez vive en Canadá y es propietario de Arturo's, una cadena de pollos asados en ese país y en Venezuela. Les ha acusado en Miami (Florida, Estados Unidos) de evasión fiscal y lavado de dinero. La repercusión en la prensa estadounidense no les beneficia. «El Nuevo Herald» de Miami recogió las versiones de los abogados de Arturo Gutiérrez y de su hijo Juan Guillermo en las que contaban que el dinero se depositaba en las cuentas de los ejecutivos del grupo y con él se compraba efectivo en dólares en casas de cambio y otros instrumentos monetarios que luego eran depositados en cuentas de Miami. Los fondos de estas cuentas eran utilizados para comprar casas y otros bienes en el sur de la Florida. Para justificar el envío de dinero al exterior crearon una empresa en Panamá, Ancona Finance, que hacía «préstamos falsos» a la compañía avícola en dólares. En Florida, Multi Inversiones está acusada de estafa, evasión fiscal y blanqueo de dinero.