Oviedo, Pablo GONZÁLEZ

La Federación Socialista Asturiana (FSA) e Izquierda Unida (IU) asumirán «la elaboración política» del Presupuesto del Principado para 2010 con el objetivo de luchar contra la crisis económica. Así se recoge en la declaración firmada por ambas formaciones en el seno de la comisión de seguimiento del pacto de gobierno, que se reunió ayer para analizar los seis primeros meses del acuerdo entre PSOE e IU. Se cumple así el ya expresado deseo por parte de IU de que las direcciones de los partidos adquieran un mayor protagonismo en la elaboración de las cuentas regionales del próximo ejercicio.

Las formaciones políticas que dominan el Parlamento asturiano aseguran en un documento consensuado por ambas partes que el Presupuesto tiene que servir como «foco de estabilidad, solidaridad y garantía de inversión pública», de ahí que la comisión de seguimiento anuncie que comenzará las tareas «para la elaboración política» de las cuentas regionales «de forma inminente». Ambas formaciones quieren para 2010 un «Presupuesto comprometido que dé respuesta a los problemas de la gente, que garantice los recursos necesarios para desarrollar los acuerdos previstos en el pacto de gobierno y que mantenga el compromiso con la política social».

Tanto en la FSA como en IU se muestran «satisfechos» con la marcha del pacto, pero aclaran: «Satisfacción que no puede, ni debe, llevarnos a la autocomplacencia ni a los excesos de confianza. Afrontamos un escenario adverso, caracterizado por una crisis económica cuya evolución es aún una incógnita para los expertos». Una declaración de intenciones confirmada por la FSA que contrasta con la afirmación realizada más de una vez desde el Ejecutivo y por el propio presidente, Vicente Álvarez Areces, de que Asturias será la primera comunidad española en salir de la crisis.

Y aunque las reuniones para comenzar a dibujar el Presupuesto no han comenzado, los objetivos para la FSA e IU están claros: reforzar la inversión pública para reactivar la economía y la creación de empleo, sin olvidar las medidas dirigidas a reforzar la protección social, tales como el salario social, una iniciativa a la que el Gobierno socialista regional había presentado ciertos reparos.

Javier Fernández, secretario general de la FSA, anunció que septiembre «será un mes clave» para «establecer las líneas maestras del Presupuesto sabiendo los condicionantes que existen», en referencia, entre otras cosas, a la caída de los ingresos públicos por la crisis o a la necesidad de cuadrar primero los números de la financiación autonómica para saber con qué recursos del Estado contará la región de cara a 2010.

Jesús Iglesias, coordinador general de IU en Asturias, explicó que el protagonismo de las fuerzas políticas en el diseño de los Presupuestos regionales «ha existido, existe y existirá». Y es que, para Iglesias, no puede pasarse por alto que «el Gobierno está sustentado por fuerzas políticas y es lógico que siendo el Presupuesto el instrumento fundamental en la acción de gobierno sea compartido por las fuerzas políticas». De todas formas, el líder de IU en Asturias aclaró que los partidos participen en la elaboración de los Presupuestos «no creo que sea algo novedoso». Iglesias rememoró que en el Presupuesto de 2009 «el protagonismo fundamental correspondió al Gobierno, pero las fuerzas políticas opinamos, sobre todo, respecto a sus líneas maestras».

Sobre el cumplimiento de las iniciativas y los acuerdos recogidos en el pacto de gobierno, Iglesias reconoció que «es lógico que tras seis meses su nivel de cumplimiento no pueda ser del 90 por ciento», pero aseguró que «hemos trabajado en un clima positivo y constructivo. Hemos sido capaces de profundizar y abundar en los elementos más destacados y definitorios del acuerdo de gobierno». Por su parte, Javier Fernández suscribió el análisis realizado por Iglesias sobre la marcha del pacto y su futuro. Apuntó que, aunque los acuerdos entre los socialistas e IU «van encauzados» para que los resultados puedan verse, «la mayoría de ellos necesita un espacio temporal mayor».

Fernández no escondió que en los próximos meses ambas formaciones tendrán que afrontar «debates sobre determinados asuntos en los que tenemos diferencias». Con todo, mostró la «satisfacción» de la FSA por un acuerdo que ha aportado «sintonía de estabilidad» a la política regional.