La Granda (Gozón),
Juan C. GALÁN
A España le ha pillado el toro a la hora de sortear los efectos de la crisis. Esa es la conclusión de Cecilio Tamarit, catedrático de Economía de la Universidad de Valencia, que ayer ofreció una conferencia bajo el epígrafe «La Unión Europea ante la crisis económica» en el marco de la 31.ª edición de los Cursos de La Granda (Gozón). Para Tamarit, la bonanza del sistema económico español de finales de los noventa ha tenido un doble filo que ha provocado un endeudamiento difícil de solventar. Así que los españoles pueden ir poniéndose en lo peor. Según Tamarit, España será el último de la Unión Europea en salir de la crisis. La luz no aparecerá hasta, quizá, finales de 2010.
-¿Qué estrategias de futuro ha diseñado la Unión Europea para hacer frente a la crisis?
-Para empezar, ha llevado a cabo unas medidas de urgencia, a corto plazo, a través del Banco Central europeo, que es quien tiene las competencias en materia de política monetaria. Lo que ha hecho principalmente es inyectar liquidez, pero a partir de ese momento los tipos de interés de la Reserva Federal norteamericana se estabilizaron, algo que cambió la realidad económica de Europa en 2008. Se inició un descenso de los tipos de interés hasta los niveles actuales. No creo que bajen más de lo que ya lo han hecho.
-Para que la gente lo entienda, ¿en qué puede afectar esta situación al trabajador medio de nuestro país?
-Las medidas de la Unión Europea hasta la fecha han sido como poner respiración asistida: es un alivio pero no cura la enfermedad. El único objetivo era que el sistema no se colapsase. Lo que debe hacerse ahora es poner en marcha medidas fiscales de carácter expansivo para suavizar el problema del paro a través de una coordinación con las medidas que se decidan en cada país miembro. No puede ser de otra manera, puesto que en la primera crisis del petróleo se obró de manera unilateral y el proceso se colapsó.
-El Gobierno español habla de «brotes verdes», pero hay que rebuscar para encontrarlos.
-Las consecuencias de la crisis para la economía española han sido de las peores de toda la Unión Europea. Esto se debe a que el modelo de crecimiento en España era beneficioso para recortar la tasa de desempleo y favorecer el acceso de la mujer al mercado laboral. Era un modelo positivo, pero a comienzos de la actual década se observó un endeudamiento excesivo, hasta tal punto que existía el peligro de estrangulamiento de la economía.
-O sea, que nos ha pillado el toro.
-Hay que reconocer que en España hemos reaccionado tarde ante la crisis por intentar suavizar su impacto. Debería haber habido más voluntad política y se debieron haber puesto en marcha medidas de carácter estructural y centralizador. A fin de cuentas, esa es la función de los políticos. En todo caso, en España se ha pasado en dos años de un generoso superávit a un déficit que puede llegar hasta los 8 puntos.
-Mal panorama, pues.
-Pues sí. La situación económica coloca a España, en términos de política fiscal, en la peor de las perspectivas posibles. La salida de la crisis será más lenta. De hecho, un informe del Fondo Monetario Internacional nos coloca en la cola de la Unión Europea en cuanto a expectativas de librarnos de la crisis. La mayoría de países -probablemente el primero será Alemania- comenzará a salir de la crisis en el primer trimestre de 2010. España deberá esperar bastante más, aunque no sabría precisar cuánto.
-¿Cómo puede la Unión Europea promover medidas comunes para economías tan dispares?
-Existe cierta flexibilidad a causa de la política monetaria única. No obstante, esta flexibilidad es, en sí, un problema y una contradicción, puesto que los gobiernos nacionales tienen en su mano las políticas fiscales, así que termina por primar la política monetaria de los países más ricos. De seguir así, la economía europea nunca se ajustará a las posibilidades de España.
-¿Quiere decir que la Unión Europea es un lastre para la economía española?
-No exactamente, pero sí es cierto que añade más complejidad a la hora de tomar medidas de manera autónoma. De todas formas, hay que tener en cuenta que el desajuste económico provocado por la crisis hubiera sido mucho mayor si España hubiera estado fuera de la Unión Europea. El colapso monetario ha sido más suave, pero no una sorpresa porque, repito, era previsible.
-¿Cuál será el escenario tras la crisis?
-El primer problema ha sido la falta de liquidez. El segundo será la previsible falta de solvencia de algunas entidades bancarias.
-¿Apoyaría, pues, nacionalizar ciertos bancos?
-Es complicado y nos falta información. Personalmente estoy en contra de una intervención directa, pero se ha producido un fallo en el mercado, así que quizá sería positivo nacionalizar algún banco de manera transitoria. En el caso de las cajas de ahorro, que están teniendo problemas, se podrían estudiar intervenciones de carácter especial. Donde sí estaría a favor de nacionalizar sería en el caso de la banca privada, aunque, repito, siempre de manera temporal.
-Cajastur se plantea un plan de expansión territorial para sortear la crisis. ¿Lo considera un acierto?
-Podría ser un buen momento para que Cajastur se expandiera a otras regiones del norte de España, siempre y cuando el resto de gobiernos regionales lo acepte.
Nacimiento
Cecilio Tamarit nació en Valencia hace 45 años.
Formación
Licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad de Valencia en 1986. Máster en Economía por el Colegio Europeo de Brujas (Bélgica).
Cargos
En la actualidad es catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de Valencia. Además, posee la Cátedra Jean Monnet de Integración Económica y fue asesor del Gobierno de Felipe González en 1993.
«La mayoría de países de la Unión saldrá de la recesión en el primer trimestre de 2010; nosotros deberemos esperar bastante más»
«El primer escenario tras la crisis en nuestro país será la más que previsible falta de solvencia de algunas entidades bancarias»
«Si Cajastur quiere iniciar un plan de expansión territorial, quizá sea un buen momento, siempre con el beneplácito de los gobiernos regionales»
