Oviedo, Marcos PALICIO

Fray María Rafael Arnaiz Barón (1911-1938), monje trapense burgalés que creció y paso su adolescencia en Oviedo, aspirante a arquitecto consagrado por vocación a la vida monástica, pintor aficionado con escritos para ser considerado uno de los grandes místicos del siglo XX, ocupará el próximo domingo su sitio en los altares. El Papa Benedicto XVI presidirá la ceremonia de canonización del beato Rafael en la plaza de San Pedro del Vaticano con la asistencia de más de medio centenar de fieles asturianos. La avanzadilla de la peregrinación, un grupo variopinto procedente de diversos puntos de la región, salió hacia Roma a principios de esta semana, y el resto se les unirá mañana para asistir a la incorporación de Arnaiz a la lista de santos asturianos o vinculados con el Principado que encabeza San Melchor de Quirós y que engrosan los diez Mártires de Turón -nueve españoles y un argentino-, o San Pedro Poveda, jienense que fue canónigo en Covadonga.

En el equipaje de los testigos asturianos de la canonización, que presenciarán el acto solemne en San Pedro a las diez de la mañana del domingo, viaja la bandera de la Adoración Nocturna que el beato besó en Oviedo y que aún conserva la asociación, afirma con orgullo Efrén Díaz, presidente y coordinador del viaje organizado desde Asturias a Roma. Rafael Arnaiz es el primer adorador nocturno español que será canonizado.

La Iglesia otorga así su máxima consideración a Arnaiz y da culminación a un proceso que comenzó en 1965 y que avanzó con la beatificación en el mes de septiembre de 1992. Atribuye a la intercesión del hermano Rafael la curación sin explicación natural de Begoña León Alonso, una madrileña que en el año 2000 superó, tras ser desahuciada por la medicina, el síndrome de Hellp, una rara enfermedad que padeció durante su embarazo.

Rafael Arnaiz Barón nació en Burgos el 9 de abril de 1911, pero el traslado laboral de su padre, ingeniero de montes, llevó a su familia a establecerse en Oviedo a partir de 1922. En la capital del Principado pasó el final de su infancia, la adolescencia y su primera juventud, cursó estudios en el Colegio San Ignacio, de la Compañía de Jesús, y en 1933 se estableció en Madrid para estudiar Arquitectura. Socio activo de la Adoración Nocturna de Oviedo desde los diecinueve años, sintió muy pronto la llamada de la vida monástica, y a ella se consagró desde 1934, fecha de su ingreso en el monasterio de San Isidro de Dueñas, en Palencia, perteneciente a la Orden Cisterciense de la Estricta Observancia, los Trapenses, abandonando la expectativa de una vida acomodada. Allí construyó su legado con escritos espirituales y diarios que tendrían gran difusión después de su muerte, sobre todo en los cuarenta, y en buena medida gracias a las labores de edición que asumió su madre, Mercedes Barón. Esas reflexiones lo han llevado a tener un lugar entre los místicos más destacados del siglo XX. Su precaria salud interrumpió esa actividad en varias ocasiones, en las que regresó a Asturias para ser atendido por su familia, hasta su muerte prematura a los 27 años -el 26 de abril de 1938- a causa de un coma diabético.

El proceso para su beatificación terminó con la proclamación suscrita el 27 de septiembre 1992 por el Papa Juan Pablo II, que tres años antes, el día 19 de agosto de 1989, le había propuesto como modelo para los jóvenes con ocasión de la Jornada mundial de la juventud en Santiago de Compostela. La causa de su ascenso a la santidad se terminará el domingo de la mano de Benedicto XVI, que ratificó la inclusión del hermano Rafael en el canon. Junto a él, la Iglesia recibirá este domingo a otros cuatro nuevos santos, entre ellos, otro español, el dominico gerundense Francisco Coll y Guitart (1812-1875), misionero y fundador de la Congregación de las Dominicas de la Anunciación de la Beata Virgen María. Los demás son el beato belga José Damián de Veuster, más conocido como el padre Damián; la monja francesa María de la Cruz Jugan, fundadora de la Congregación de las Hermanitas de los Pobres, y el polaco Segismundo Félix Felinski, que fue arzobispo de Cracovia.

Adolescente en Oviedo

Nace en el Paseo de la Isla, Burgos, el 9 de abril de 1911. Hijo de familia acomodada, vivió en la capital burgalesa hasta que su familia se trasladó a Oviedo en 1922. En Asturias estudió con los jesuitas en el Colegio San Ignacio y pasó buena parte de su infancia y adolescencia, hasta que se estableció en Madrid para estudiar Arquitectura.

La Trapa

Rafael abandona muy pronto la Universidad, ingresando en 1934, sólo un año después de iniciar sus estudios, en el monasterio trapense de San Isidro de Dueñas, en Palencia, que había visitado en el verano de 1932 para realizar unos ejercicios espirituales.

Enfermedad y muerte

Su precaria salud interrumpió su labor en más de una ocasión hasta su muerte, a causa de la diabetes, a los 27 años.

Beatificación

Buenaventura Santos Caballero, abad de San Isidro de Dueñas, pidió en 1960 el permiso a la orden cisterciense para iniciar el proceso de beatificación del hermano Rafael. El proceso rogatorial se abrió en Oviedo en junio de 1962 para incorporar el testimonio de los numerosos testigos residentes en la capital del Principado y se clausuró un año después. En 1974 la Sagrada Congregación para las Causas de los Santos aprueba en Roma los escritos del hermano Rafael. El 7 de septiembre de 1989 el Papa Juan Pablo II le declara «venerable» y el 27 de septiembre fue beatificado en la plaza de San Pedro del Vaticano.

Canonización

Una vez declarado beato, el proceso de canonización de Rafael Arnaiz se inició en el año 2005, tras recibir la Trapa de Dueñas la noticia de la curación inexplicable por causas naturales de Begoña León en las Navidades de 2000. Remitida la documentación al Vaticano, cinco médicos peritos de la Congregación para la Causa de los Santos determinaron que la curación no tenía explicación científica y ocho teólogos analizaron si se había producido por la intercesión del beato. Finalmente, en febrero de este año se conoció el veredicto de la congregación, con la respuesta afirmativa a la canonización.

La ceremonia

El sábado el cardenal Antonio Cañizares presidirá una misa en su honor en la iglesia del Gesú. El domingo, a las diez de la mañana, en la plaza de San Pedro, tendrá lugar el solemne acto de la canonización del beato Rafael.