Oviedo, J. A. O.

La huelga encubierta que, según Fomento, mantienen los controladores aéreos provocó que los aviones que cubren la línea Asturias-Madrid sufrieran ayer retrasos de diversa consideración. Según fuentes de Aena, las demoras, generalizadas en todos los destinos, tuvieron una duración media de unos 30 minutos.

De acuerdo a la versión del gestor aeroportuario, el problema se originó porque de los 17 controladores previstos en el aeropuerto madrileño acudieron a trabajar 13. Como consecuencia, los rectores de Barajas se vieron obligados a cerrar dos de las cuatro pistas que tiene el aeródromo. Según Aena, la situación comenzó a normalizarse con el cambio de turno, que se hizo a las tres de la tarde y con los 16 controladores programados disponibles.

Aena explicó que los retrasos no fueron mayores porque en Barajas sólo operaron ayer 863 vuelos.