Madrid / Oviedo

La lluvia y la nieve de los últimos días dieron paso ayer a un temporal de viento que, con rachas superiores a los 100 kilómetros por hora, causó heridos, aunque de carácter leve, y numerosos daños materiales en diferentes lugares de la Península y Baleares.

Por la mañana, la Agencia Estatal de Meteorología activó la alerta naranja (riesgo importante) en veinte provincias de Andalucía, Castilla y León, Cataluña, Levante, el País Vasco y Murcia, además de Asturias, azotadas durante la jornada por un viento que en la costa sopló aún con mayor virulencia.

Para hoy, la Agencia de Meteorología pronostica que 21 provincias seguirán en alerta, la mayor parte de ellas a causa del viento, sobre todo en el este peninsular, Aragón y Galicia. El riesgo es especialmente importante en el área mediterránea. El temporal se hizo ya presente de madrugada en Galicia, con rachas de viento de 120 kilómetros por hora en la costa y en zonas del interior, que dejaron tras de sí árboles, postes de teléfono y luz caídos, y tres heridos leves, dos en Lugo y uno en Pontevedra.

A las 9.30 horas de la mañana, el viento dejó sin luz a unos 90.000 abonados de la compañía eléctrica Unión Fenosa, principalmente en puntos de La Coruña y Pontevedra. Hacia las tres de la madrugada eran más de 200.000 los hogares sin electricidad, según fuentes de la compañía suministradora. En los astilleros de Vigo se soltaron los amarres de un buque en construcción, que chocó con otro atracado cerca y que sufrió importantes daños. También el País Vasco sufrió la violencia del viento. En San Sebastián, tres personas resultaron heridas, ninguna de gravedad, en incidentes provocados por el temporal, que afectó también al transporte aéreo y ferroviario.