Oviedo, J. A. ARDURA

Hostelería de Asturias augura «la ruina» y pronostica una caída en el nivel de ventas del 15 por ciento y también del empleo, si el Ministerio de Salud lleva adelante el endurecimiento de 1a ley antitabaco y prohíbe fumar en todos los establecimientos del ramo. El sector hostelero, que en Asturias tiene unos 10.000 establecimientos que generan 30.100 empleos, está en contra de la prohibición de fumar en bares, restaurantes y discotecas, según mantuvo ayer José Luis Álvarez Almeida, presidente de la asociación empresarial Hostelería de Asturias. Aunque el mayor colectivo regional de hostelería no dio cifras concretar, la Federación Española de Hostelería, del que es asociado, aseguró que la prohibición de fumar obligará a cerrar 70.000 bares, casi uno de cada cuatro, y a recortar 200.000 empleos en todo el país. En Asturias la medida se llevaría por delante casi 2.500 establecimientos, según los cálculos de los hosteleros.

El sector reclama al Principado un posicionamiento público acerca de la prohibición ministerial de fumar en los locales del ramo. Almeida constató «el silencio administrativo» de la Consejería de Salud y de la de Cultura y Turismo y denunció que el sector suele registrar «entre 10 y 15 denuncias al mes». A juicio de Almeida, «la Consejería de Turismo debería mojarse porque este sector supone el 9 por ciento del PIB asturiano. Estamos en crisis y no podemos poner en peligro ni un solo empleo».

El dirigente hostelero se mostró convencido de que la prohibición de fumar en los locales hosteleros llevará pareja la pérdida de negocio y también de empleo, sobre todo en los locales más pequeños. «En Asturias existen 9.200 establecimientos hosteleros con menos de cien metros cuadrados. Estamos seguros de que si la nueva ley sale adelante algunos de esos bares cerrarán», manifestó Almeida, quien tiró de la estadística de Irlanda, que en 2004 ya impuso dicha prohibición: «Allí han cerrado un 8,6 por ciento de los restaurantes y el 24 por ciento de los bares», aseguró el empresario. Almeida contextualizó la prohibición de fumar en los bares restaurantes con la situación de crisis, a la que no escapa el sector hostelero. «Es la más difícil de los últimos 15 años y estos mensajes de la Administración no ayudan a superar la incertidumbre. La prohibición total de fumar será la puntilla al sector, la ruina total», no dudó en manifestar José Luis Álvarez Almeida. El presidente de Hostelería de Asturias defiende la continuidad de la ley de enero de 2007, que permitía a los bares de menos de cien metros cuadrados poder elegir entre la posibilidad de prohibir o no el consumo de tabaco. Esa norma también obligaba a los locales con más de esos metros a habilitar zonas para el consumo de tabaco. «Si ahora se prohíbe fumar se causará un perjuicio a los 500 locales que en Asturias han hecho reformas por importes que van de 3.000 a 12.000 euros».

Almeida criticó las declaraciones de la Ministra referentes a que en los locales de hostelería «no se podrá fumar, pero sí vender tabaco». Según Álvarez Almeida, «los hosteleros ganamos 15 céntimos en cada cajetilla. Nuestro negocio no es vender tabaco. Ése es el negocio del Estado, que se lleva un 60 por ciento en impuestos (...) Nuestro negocio es vender felicidad, ocio y ahí no encajan bien las prohibiciones».