Oviedo / Llanes,

M. TORAÑO / J. A. ARDURA

El Gobierno decidió ayer reabrir la negociación política sobre el proyecto de la incineradora con PP e IU, que pretenden una gestión de los residuos sólidos con mayor protagonismo para el reciclaje y menos volumen de incineración, o sea, una incineradora más pequeña, muy por debajo de la preferida por los técnicos de Cogersa con capacidad para quemar 450.000 toneladas al año. El Ejecutivo anunció también el encargo de un informe a Cogersa, el séptimo desde 2007, sobre la marcha del plan de basuras, un estudio comparativo con los porcentajes de reciclaje de otras autonomías y sobre las soluciones técnicas para la gestión de residuos. Esta decisión, que a primera vista supone ampliar la tramitación y discusión del proyecto, se anunció al término del Consejo de Gobierno, en el que no estuvo presente el presidente del Principado, Vicente Álvares Areces, de viaje oficial en Bruselas

La nueva estrategia del Gobierno, según la portavoz del Ejecutivo, no entra en colisión con la decisión adoptada semanas atrás por el secretario general de la Federación Socialista Asturiana, Javier Fernández, quien había instado al Ejecutivo a poner en marcha la tramitación de una planta incineradora. Ana Rosa Migoya sostuvo que el encargo de ese informe a Cogersa permitirá dar cumplimiento al acuerdo de gobierno con IU sobre el tratamiento de residuos. La portavoz reconoció que «somos un Gobierno con diferentes puntos de vista sobre ese asunto, en el que todo el mundo tiene derecho a manifestar su opinión». Al ser preguntada sobre si ese informe retrasará el inicio de la planta incineradora, Migoya se limitó a contestar: «No podría decírselo». Migoya había asegurado la semana pasada que la incineradora ya estaba suficientemente discutida entre los grupos.

Apenas unas horas después del Consejo de Gobierno, el consejero de Infraestructuras y Medio Ambiente, Francisco González Buendía, anunció una ronda de conversaciones con los grupos políticos para explicarles el plan de futuro de Cogersa y escuchar «sus sugerencias». Ambas decisiones del Ejecutivo regional, el informe y la ronda de conversaciones con PP e IU permitirán dar más tiempo para tratar de alcanzar un acuerdo que, a día de hoy, ninguna de las partes considera avanzado ni, mucho menos, cerrado. IU, que ayer celebró un consejo político para evaluar el pacto de gobierno que se aprobó con 59 votos a favor, uno en contra y tres abstenciones, mostraron su satisfacción por la maniobra del Ejecutivo. «Una casa no se puede empezar por el tejado y las prisas repentinas por impulsar la incineradora iban en esa línea», valoraron en fuentes de IU. La FSA también habló. La diputada regional Adriana Lastra exigió que «la propuesta definitiva» de Cogersa se resuelva «en el plazo más breve posible».

Ni PP ni IU se cierran a una negociación que ya han reclamado en el Parlamento asturiano. Tanto los socios de gobierno de IU como el PP se decantan por un modelo de gestión de residuos con mayor protagonismo para el reciclaje de basuras y secundario para la incineración. Es decir, la coalición y los populares pretenden una incineradora mucho más pequeña que la de 450.000 toneladas, la que los estudios de Cogersa consideran más conveniente para Asturias. PP e IU consideran que el proyecto, de 250 millones, no está justificado y que castigará las arcas de los ayuntamientos y el bolsillo de los asturianos ya que Cogersa deberá subir los precios de tratamiento.