Oviedo, J. A. ARDURA

El nuevo presidente de la compañía papelera Ence, Juan Luis Arregui, solicitó ayer al Gobierno asturiano la introducción de cambios en la ordenación del territorio para aprovechar 300.000 hectáreas «abandonadas», casi un tercio del suelo regional, y destinarlas a bosques de robles, castaños, chopos «y también de eucaliptos». La plantación masiva de eucaliptos, una especie de crecimiento rápido procedente de Australia y en la actualidad bajo control de la Administración regional tras la gran polémica que generó su desarrollo en la década de los ochenta, cambiaría el paisaje y el arbolado del campo asturiano. El consejero de Medio Ambiente, Francisco González Buendía, no hizo valoraciones sobre la propuesta.

El máximo responsable de la papelera, que ha invertido 300 millones de euros en la factoría de Navia, apostó por la oportunidad de desarrollo que supone la potenciación de las políticas forestales ante el presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, en la firma del convenio para conectar la papelera del Occidente con el tendido de Feve.

«Galicia, Asturias y Cantabria tienen condiciones óptimas para desarrollar ordenadamente la protección del bosque autóctono y para generar también riqueza y empleo», sostuvo Arregui. Los informes que maneja Ence cifran en 300.000 hectáreas «la superficie sin utilización, pasto del fuego», existente en Asturias y en las que, según su presidente, «queremos hacer un bosque como nos gustaría que fuera, con su parte de biodiversidad, con robles, castaños, chopos y también tendría eucaliptos», manifestó Arregui, quien calificó la madera de esa especie «como la más bondadosa que existe en el mundo» por su potencial, del que destacó su aprovechamiento «para hacer energía renovable». En concreto, aseguró que la biomasa generada por Ence en Navia producirá 565.000 kilovatios por hora, suficientes parta atender las necesidades de 170.000 hogares.

El dirigente empresarial reveló que Ence tiene un déficit de producción de casi un millón de metros cúbicos de la madera que necesitan para producir 500.000 toneladas al año de celulosa. «Cada barco de madera que traemos a la factoría de Asturias nos cuesta dos millones de euros. Nos duele el alma», confesó muy gráficamente Arregui, quien apuntó que el aprovechamiento forestal del terreno improductivo de Asturias podría corregir gran parte de ese déficit y, al mismo tiempo, generar riqueza y empleo en el Principado. Según el presidente de Ence, el apoyo del Gobierno regional resultará fundamental «para aprovechar esta oportunidad, estoy hablando de ordenación del territorio». Areces, que debió ausentarse del acto antes de que Arregui expusiera en profundidad su iniciativa de aprovechamiento del terreno actualmente improductivo, se mostró dispuesto a propiciar «la creación de empleo y riqueza en el occidente de Asturias», al tiempo que destacó el compromiso de su Ejecutivo con la iniciativa empresarial.