Oviedo,

Fernando Miranda Sotillos preside el Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA), organismo encargado de distribuir 7.200 millones de euros de ayudas europeas asignadas a España. Miranda participó en Oviedo en la conferencia de entidades que coordinan estos fondos.

-La palabra FEGA es una especie de vocablo talismán para los ganaderos. De ahí llega el dinero.

-El FEGA tuvo su origen en los años 30 como Servicio Nacional del Trigo. Después de la Guerra Civil gestionó el reparto de cereales. Ahora hacemos que las ayudas que se deciden en Bruselas se pongan en marcha en España. Somos el vértice de las organizaciones que coordinan las subvenciones.

-¿Cómo funciona el fondo?

-Cada vez que se aprueba una reforma de la política agraria comunitaria (PAC) nosotros nos ponemos a trabajar según lo que han decidido los políticos. La PAC reparte en Europa 57.000 millones, de los que 7.200 millones están asignados a España.

-¿Qué peso tienen las ayudas agrarias en Asturias?

-Asturias se encuentra en un nivel intermedio. No es de los pequeños receptores, tampoco de los grandes. Está claro que los ganaderos deben recibir todo a lo que tienen derecho.

-Reparten 7.200 millones sin descuadrar un céntimo.

-Es necesario trabajar a conciencia. En el FEGA trabajan 400 personas y cada semana los grupos de enlace despachan con las comunidades autónomas. Europa nos pide cuentas. Tenemos que garantizar que se gasta correctamente un dinero que no es nuestro, es de la Comisión Europea.

-Cuando no se ha hecho así ha habido multas, como las de las ayudas al lino.

-Fue uno de los peores episodios que he vivido. La Comisión presupuesta cada año 600 millones que llegan de multas. Lo mejor es hacer la cosas correctamente para que a los agricultores les llegue el dinero y la PAC cumpla su función.

-¿Sería posible mantener un medio rural sin ayudas en Asturias y en España?

-Un 27 por ciento de la renta agraria española, estimada en 225.000 millones de euros, depende las ayudas a la agricultura. Para cada ganadero los subsidios equivalen a dos nóminas. Su supresión les pondría en un grave aprieto.

-En 2013 finaliza el período de política agraria. No está claro qué ocurrirá a partir de entonces.

-Debemos explicar a los colegas europeos que España es un país diverso en geografía, agricultura y formas de explotación. Por eso hemos reunido en Oviedo a los responsables de los FEGA de otros países y de la Comisión Europea. Se han llevado una visión de la geografía de España a la que no están acostumbrados. Cuanto mejor conozcan la realidad de la ganadería asturiana mejor entenderán por qué son importantes las ayudas.

-Además de convencer a los funcionarios habrá que explicar a los ciudadanos por qué se gastan miles de millones en subvencionar la agricultura.

-Acabamos de llevarnos una sorpresa en el Eurobarómetro. El ciudadano otorga mucha importancia a disponer de alimentos sanos y a la agricultura como labor. A la vez, la gente sabe muy poco sobre la PAC. Tal vez porque nos fijamos sólo en los aspectos negativos. Los alimentos no existirían sin ayudas. El agricultor lo sabe, el ciudadano no.

-¿Es optimista respecto al futuro de las ayudas?

-Existe un consenso general en que deben mantenerse, pero la incertidumbre existe. Hay otras políticas que compiten con la PAC. Muchos países no aceptan que se incremente el presupuesto de la Unión Europea. Con la misma cantidad de dinero hay que pagar más cosas.

-¿Cuál es la gran rival de la PAC en la competencia por los fondos?

-Sobre todo las políticas del conocimiento y la tecnología, que puedan dar lugar a nuevos empleos. Nos parece bien que se fomenten esas políticas, pero no en detrimento de otras. En agricultura también se investiga y se innova. Necesitamos políticas que aseguren la producción de unos alimentos de calidad.

-Con la que está cayendo en la economía, tal vez no es el mejor momento para pedir más dinero.

-No. Pero la situación económica es coyuntural. Negociamos con la vista puesta en el período 2014-2020. No podemos pensar con mentalidad de crisis. Dentro de cuatro o cinco años, ya habremos salido de la crisis.

Perfil

Trayectoria ligada al campo

Fernando Miranda Sotillos (San Esteban de Gormaz, Soria, 1967) es ingeniero agrónomo por la Universidad de Castilla-La Mancha.

Se crió en Talavera de la Reina (Toledo). Desde 1990 es funcionario del Ministerio de Agricultura. Ha ocupado puestos relacionados con la política agraria comunitaria y medio ambiente.