Ribadeo, A. M. SERRANO

Los restos culturales y arqueológicos que descansan en el fondo de la ría del Eo podrían quedarse para siempre en manos gallegas. Galicia quiere recuperar los cañones, los platos de porcelana y cuencos; las cerámicas y anclas de almirantazgo; los restos de los veleros y buques de vapor que un día naufragaron en las aguas del estuario y convertirlos en patrimonio cultural de la vecina comunidad.

El Ayuntamiento de Ribadeo es el impulsor de la idea y el Club de Actividades Subacuáticas Isla Pancha, también del concejo ribadense, es el que ha sugerido al gobierno local la posibilidad de recuperar estos pecios del fondo marino que separa las comunidades gallega y asturiana, datados entre los siglos XVII y XIX y de gran valor histórico y patrimonial para las dos orillas de la ría del Eo, cuya denominación los nacionalistas gallegos querían cambiar por el de ría de Ribadeo.

El alcalde ribadense, Fernando Suárez (BNG), se dirigirá a la Xunta, con el fin de que sea el Gobierno de Núñez Feijoó (PP) el que inicie las operaciones para rescatar el material y conservarlo para siempre en salas museísticas gallegas. Sugiere el regidor que las piezas de mayor importancia engrosen el catálogo del Museo Provincial y que las menores pasen a formar parte de una colección local. Todo con un fin: que «la historia del pasado se recupere para el disfrute y formación general de la población».

El gobierno ribadense está dispuesto a colaborar para que esta propuesta sea bien recibida en la Xunta e incluso ha sugerido la posibilidad de aprovechar el bagaje de los miembros del Club de Actividades Subacuáticas de Isla Pancha para rescatar parte del material. La extracción es muy costosa, pero en Ribadeo se insiste en que es posible.

Donde encuentran la principal oposición es en Asturias. El club de buceo Figueras Actividades Acuáticas (Figas), que en 2007 descubrió catorce cañones (que podrían constituir el mejor pecio conservado del Principado), ya ha advertido de que su descubrimiento estaba registrado. Hace ahora tres años que cuatro buceadores se encontraron con estas piezas, que desde el principio el gobierno de Castropol quiso recuperar de los fondos marinos. Sin embargo, ha pasado el tiempo, pero el apoyo institucional se ha quedado en una visita de un arqueólogo del Principado con una inmersión. Eso fue en noviembre de 2008. «Desde entonces, no sabemos nada más», explicaba ayer uno de sus miembros, Valentín López. En última instancia, se esperaba una resolución de los ministerios de Defensa y Medio Ambiente, que podrían dar luz verde a la extracción, pero ésta no ha llegado.

Mientras, en Galicia, y en concreto desde Ribadeo, están dispuestos a defender este patrimonio y a luchar para que la Xunta se haga con las piezas y las saque del fondo de la ría. El Club de Actividades Isla Pancha, a través de su presidente, Alberto Santiago, incluso aludió a la obligación que legalmente tienen las comunidades autónomas para «proteger, defender, realzar y dar a conocer el valor cultural de los bienes integrados en el patrimonio cultural de Galicia». En este sentido, esperan el apoyo de la Consellería de Cultura. «Les corresponde adoptar, en caso de urgencia, las medidas cautelares necesarias para salvaguardar los bienes del patrimonio cultural de Galicia que ven su interés amenazado», añade Santiago.

Desde Asturias, los miembros del club Figas aseguran que el pecio localizado por ellos ya forma parte del registro de bienes arqueológicos del Principado, aunque de forma «provisional, ya que no tienen todos los datos». Siguen esperando ayuda e interés para poder extraer del fondo marino parte de la historia de la ría forjada en forma de cañones.