Oviedo, L, Á. VEGA

La Guardia Civil de Tráfico de Asturias ha recibido una circular del Ministerio del Interior que ordena una reducción en el consumo de vehículos y llamadas telefónicas. El celo del Ministerio de Alfredo Pérez Rubalcaba es tal que incluso establece que sólo se hagan los controles de alcoholemia imprescindibles, cuando sea evidente que el conductor circula bajo los efectos del alcohol, y pide a los agentes que permanezcan estáticos en los puntos de siniestralidad, eso sí, con el motor apagado. También se eliminan las patrullas unipersonales, para reducir gastos.

Ramón Rodríguez, de la Unión de Guardias Civiles (UGC), no puede ser más gráfico con los efectos de este ajuste: «Ahora ya saben los conductores que beban que no hay riesgo de que se les haga un control a menos que incurran en una infracción evidente». Rodríguez llama la atención sobre el riesgo de tratar de ahorrar en seguridad vial. «Lo de permanecer estáticos durante las patrullas puede motivar que, ante cualquier emergencia, la reacción pueda ser tardía», añade.

En la circular se ordena a los agentes que no utilicen todoterrenos y motos. «Eso puede ir incluso en perjuicio de la seguridad, ya que en ciertas carreteras, y en determinadas condiciones meteorológicas, es imprescindible el uso de esos vehículos», señala el secretario nacional de la asociación, Manuel Mato. Los guardias temen que tras esta circular venga una segunda parte, la retirada del complemento de seguridad vial, unos 150 euros que paga Tráfico a los agentes. UGC considera sangrantes estas reducciones, «cuando la fiesta de despedida del director general adjunto de la DGT costó 50.000 euros», indica Mato.

Pero hay más medidas. Se indica a los agentes que envíen mensajes de móvil o correo electrónico antes que llamadas. En caso de que el coste sea alto, se deberán explicar los motivos de las llamadas. Y se prohíbe de forma taxativa navegar por internet.