Oviedo, Javier NEIRA

Fermín Alonso Sádaba fue administrador de la Residencia Nuestra Señora de Covadonga -el principal bloque sanitario del actual HUCA- y preside la Hermandad de Defensores de Oviedo. Defiende el franquismo sin complejos.

-El franquismo...

-España, con Franco, tuvo el mayor avance de la patria en toda su existencia. Con él llegó una paz que aún tenemos. Y todo desde cero. Al acabar la guerra, no teníamos nada y en 1975 éramos la novena potencia del mundo. Oviedo le debe su misma existencia, porque quedó destruida y ahí está lo que hizo.

-Por ejemplo.

-Mire para todos los sitios. Desde la plaza de la Gesta, mismamente, todo lo que se ve, lo hizo él. Y por amor a España, a la patria y a los españoles. Una guerra civil es lo peor que le puede ocurrir a una nación. Pero nos recuperamos, se construyeron 515 pantanos y desde que murió, ni uno. Levantó la Seguridad Social más avanzada del mundo. Y las pagas, ¿por qué no quitan ahora las dos pagas extraordinarias, del 18 de julio y de Navidad? Franco lo hizo todo desinteresadamente, no murió más rico de lo que era. Como reconoció hace poco un socialista, teniendo en la mano todo el poder, murió sin nada.

-Su familia pasa por ser muy rica.

-Pues no. Además, pudieron irse de España, pero ahí están. La hija se casó con el marqués de Villaverde y, ya viuda, vive de la pensión de su marido y de la de su padre, a la que tiene derecho todo huérfano no casado de un militar.

-Volviendo a Asturias.

-Asturias cambió completamente, de manera que en los años cincuenta ya nadie pensaba en términos de rojos y azules. Ahí está la joya mayor de Asturias, la Universidad Laboral de Gijón, hecha por Girón de Velasco. Se lo dije a la Alcaldesa, si quieren que la familia de Franco devuelva las medallas, pues que al tiempo tiren la Universidad Laboral.

-¿No cita a Ensidesa?

-Pues claro, Ensidesa. Llegó a tener, desde la nada, más de 20.000 obreros y de seguir Franco sería la mejor siderúrgica del mundo. Avilés no llegaba a 20.000 habitantes. Lo mismo vale para Uninsa. Y los mineros jamás vivieron ni vivirán como con Franco. Elevó los salarios, ni iban a la mili... antes vivían en chozas, en el monte, y tenían que andar 20 kilómetros para llegar a la mina. Con Franco todos tenían su casa en Mieres o Sama, al lado de la mina y con cuarto de baño, algo que ni soñaban. Ésa es la obra de Franco.

-¿No es más bien el progreso natural de los pueblos?

-No. Más cosas, el 13 de diciembre de 1938 hizo la ONCE. Hasta entonces los ciegos pedían en las puertas de las iglesias o en las romerías.

-Usted conoció bien la sanidad.

-Franco creó el seguro de enfermedad y al año ya teníamos hospitales y ambulatorios que eran la admiración de todos los que venían de fuera. Antes veías en los hospitales aquellas salas llenas de camas, oliendo a comida y a sudor. Pero en las nuevas residencias sanitarias las habitaciones tenían pocos pacientes y con cuarto de baño.

-Insisto, todo eso se debe al natural progreso de la sociedad.

-No, una Seguridad Social como la de España no había en otros sitios ni hay ahora. No se pagaban las medicinas. Tras morir Franco, se empezaron a tener que pagar.

-¿Cómo fue ese proceso en Asturias?

-En Oviedo se habilitó un edificio de la plaza de América. Era comodísimo. Ahí nació mi hijo. Después, la Residencia Sanitaria, que era magnífica, si entrabas muerto, salías vivo. El trato de médicos y enfermeras era excepcional. Surgió después Maternidad. Y Silicosis, sobre todo para los mineros, donde se comía como en el mejor hotel del mundo. El doctor Jaime Álvarez-Buylla fue clave en rehabilitación. Los impedidos salían como nuevos.

-¿El turismo?

-No se explica sin el desarrollo. Por ejemplo, los extranjeros que conocí en Benidorm estaban sorprendidos por la paz y la tranquilidad a cualquier hora. Podías ir sin miedo con los billetes asomando por el bolsillo. Había respeto y amor. Ahora, a diario ves como éste o aquél mata a su compañera.

-También entonces.

-No, sólo algún caso muy especial, uno cada cuatro años. Y ahora a diario, pones la televisión y a ver quién mató a quién.

-No había política en el sentido actual, democrático, normal.

-Todo el mundo se unió bajo la batuta de un gran capitán y todos fuimos dignos.

-¿Qué hay entonces de las dos Españas?

-Empezaron luego y ahora las fomenta este presidente. La política era hacer el bien a los demás.

-¿Quién mandaba?

-El gobernador civil.

-¿Destacó alguno?

-Hubo varios y muy buenos. Labadíe, Marcos Peña Royo, Mateu de Ros. Venían bajo el mandato de hacer el bien al pueblo, a la ciudad y a la provincia. Y no regateaban esfuerzo alguno.

-¿Qué hicieron?

-Viviendas, medio Oviedo. Ventanielles, Tocote, Guillén Lafuerza, el Bloque Rosa, todo lo de Regiones Devastadas. Todo para el pueblo. En Ventanielles ni soñaban un grupo de viviendas tan importante. Y el Costa Verde y Llamaquique. Los funcionarios del Instituto de Previsión hicimos 62 viviendas en la plaza de la Paz. Las mutualidades nos adelantaban el dinero y el Estado, en 1960, 30.000 pesetas a cada uno por ser promotores de esas viviendas.

-¿Ni una crítica?

-Todo régimen tiene alguna crítica. Pero fueron muchos más los aciertos que lo criticable.

-Había corrupción.

-No existía. El que entraba en eso era cesado inmediatamente.

-Por ejemplo, en la construcción de la Laboral.

-Ante esa obra magnífica sacaban esos chismes para difamar. Por cierto, que han destruido Perlora.

-Era una dictadura.

-Dictablanda más bien. Ahora hay más dictadura que entonces.

-¿Cómo?

-Escribes cosas, las mandas a los periódicos y no te las publican.

-¿Publicaban hace cincuenta años escritos críticos?

-Pero qué iban a criticar. No había qué criticar.