Oviedo, J. A. O.

Los perros de razas peligrosas, especialmente el pit bull, han originado graves incidentes en Asturias durante los últimos años. Sin ir más lejos, en noviembre de 2008, un ejemplar de esta raza atacó a una niña de nueve años en el barrio gijonés de Roces, provocándole graves desgarros en un brazo. El animal carecía del seguro obligatorio para perros peligrosos y ni siquiera estaba inscrito en el censo municipal, según confirmaron entonces fuentes del Ayuntamiento de Gijón.

Años antes, en 2002, otro ejemplar de la raza pit bull atacó brutalmente a un hombre de 80 años en Ceares. Le originó heridas que desembocaron en una delicada operación para amputarle ambos brazos, que habían resultado muy dañados a consecuencia de la agresión del perro, propiedad de un vecino.

Además de las extremidades superiores, el octogenario sufrió serias importantes lesiones en las piernas, con pérdida de masa muscular en una de ellas. La familia asegura que el brutal ataque del pit bull adelantó el fallecimiento de un vecino muy querido en Ceares.