Oviedo, P. R. / J. E. M.

«La candidatura está en manos de Cascos, él decidirá; tiene toda la pinta de que todo dependerá de la respuesta que dé el ex ministro». La frase, en distintos términos pero transmitiendo el mismo significado, es compartida tanto por dirigentes populares partidarios de la candidatura de Francisco Álvarez-Cascos a la Presidencia del Principado como por otros que no respaldan esta posibilidad. Unos y otros coinciden igualmente al señalar que una lista encabezada por el ex vicepresidente del Gobierno «no debería tener absolutamente ningún problema» para salir adelante en el comité electoral regional, órgano que, según la dirección nacional del PP, debe aprobar la propuesta de candidatos que se envíe a Madrid.

«Cascos tendrá las opciones a candidato que él quiera tener», señalaron ayer fuentes del partido en Asturias. De hecho, en el PP regional la hipotética candidatura de Cascos ha recabado ya el apoyo del presidente regional, Ovidio Sánchez, un respaldo que él mismo decidió trasladar a Madrid, a Mariano Rajoy, proponiendo que Álvarez-Cascos fuese el próximo candidato del PP en Asturias. Además, los doce alcaldes del PP en la región han suscrito un manifiesto de apoyo a una lista encabezada por el ex ministro. Por si los términos estuvieran poco claros, las juntas que más recelos mantienen con Cascos -lideradas por Gijón y Avilés, donde hay temor a que el ex ministro, que mantuvo choques con sus actuales líderes, pretenda cobrarse antiguas deudas- no han sido capaces de presentar una candidatura alternativa y han zanjado sus negociaciones.

Entonces ¿por qué Madrid no cierra filas en torno a la propuesta de Ovidio Sánchez a favor de Cascos? Una de las razones podría ser la información transmitida por algunos dirigentes del PP asturiano a miembros de la dirección nacional. Éstos habrían hecho llegar a Génova la situación en Asturias señalando que la candidatura de Cascos «está lejos de la aclamación o la unanimidad que se vende» y que hay «aproximadamente un tercio del partido que no está entusiasmado con la propuesta». Génova, conocedora del riesgo electoral que tiene una candidatura que genera rechazo en algunos sectores, estaría analizando alguna opción que no represente ningún tipo de fisura interna. Hay que decir que entre los partidarios de Cascos las valoraciones de Madrid no son consideradas frías. «Se ajustan al manual», señalan. El sector crítico sí las ve como señal de rechazo a la candidatura. Por si fuera poco, las diferencias se están reproduciendo en el seno de algunas juntas como Gijón, donde el PP asegura que hay sondeos que le dan la Alcaldía.

Mientras, la candidatura de Álvarez-Cascos recabó ayer nuevos impulsos, que no apoyos, porque éstos ya eran conocidos, del senador y presidente de honor del PP, Manuel Fraga Iribarne, y de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. «Yo creo que Cascos es un gran tipo que ha prestado grandes servicios al partido. En este caso, si pidieran mi opinión yo le apoyaría, porque su candidatura sería buena para Asturias», afirmó Fraga, ayer, en Oviedo, donde participó en la reunión del jurado del premio «Príncipe de Asturias» de Ciencias Sociales. Preguntado por si Cascos debería dar un paso adelante y ratificar así su candidatura en Asturias, Manuel Fraga afirmó: «No tengo que dar consejos, yo soy favorable a Álvarez-Cascos».

Esperanza Aguirre, una de las grandes valedoras de Cascos, también volvió ayer a posicionarse sobre la posible candidatura del ex ministro. «Sería fantástico para Asturias, para el PP y para España, es uno de esos políticos con muchísimas y demostradas virtudes». Aguirre rechazó también que ella misma tenga intención de arrebatarle el sillón a Rajoy: «Soy mayor que Rajoy; es muy difícil que le suceda».